A idea de este homenaje no era otra que rescatar el valor del Athletic en la historia, los antecedentes del equipo Estudiantes de Mérida y colocar en su justa dimensión el peso que tiene la divisa de Bilbao en la identidad del equipo”. Estas palabras las pronunció Yuri Lobo, un emisario del Estudiantes de Mérida a Ibaigane un año atrás, precisamente cuando este club venezolano, que milita en la máxima categoría del fútbol de aquel país suramericano, preparaba los actos de sus Bodas de Oro, que se celebran a lo largo de este 2021. El día de hoy guarda, además, un significado especial para la entidad merideña -así definen su gentilicio-, porque se cumplen exactamente 50 años de la disputa del primer partido oficial de este club fundado por iniciativa, entre otras personalidades de aquella ciudad situada en la cordillera de los Andes y de unos 250.000 habitantes, por el vasco José Arano, secretario general de la primera directiva, y por Espíritu Uzcategui, de origen euskaldun y primer tesorero. No en vano, los sacerdotes de la Compañía de Jesús fueron claves en el germen de este club, que desde el primer día adoptó su origen athleticzale. En aquel estreno oficial, el Estudiantes de Mérida vistió una camiseta réplica del Athletic para firmar la victoria sobre el Deportivo Portugués de Caracas por 2-1.

Los actuales dirigentes del Estudiantes de Mérida pusieron el acento en el origen del club en su visita a Bilbao en octubre de 2020. En su página web recogieron ese momento institucional, donde Andoni Goikoetxea, una de las leyendas del Athletic y cargo de la Fundación Athletic, hizo de anfitrión. “El 2021 es un año especial para Estudiantes de Mérida F.C ya que arribará a 50 años de fundación, es por ello que, previo a este año tan importante, la directiva del académico entregó al Athletic Club de Bilbao una placa conmemorativa en la que se reconoce que el origen del cuadro merideño proviene del equipo vasco”, señala, para explicar de seguido que con la insignia donada “se hace oficial el reconocimiento de que los padres fundadores del elenco estudiantil, que en su mayoría se formaron en el colegio San José, que era dirigido por Jesuitas vascos, asumieron los colores rojo y blanco a rayas verticales -el pantalón, sin embargo, es azul- como identidad inspirados en la pasión inigualable del Athletic Club”. Tanto es así que la leyenda de ese club, Pasión Rojiblanca, retrata semejantes lazos de unión.

Una conexión que se traduce también en las señas de identidad del conjunto venezolano, uno de los más antiguos del fútbol profesional de aquel país, tal como reza en algunas publicaciones, como la local de Crónica Único: “Los colores rojo y blanco vinieron desde Bilbao, se sembraron por puro amor de los jesuitas en los uniformes del equipo del Colegio San José y, en marcado respeto y fidelidad hacia la institución que forjó la vida de los fundadores, tiñeron luego el proyecto Estudiantes de Mérida. En estos valores (fidelidad, amor, respeto, historia, formación) tal vez están las claves que expliquen el por qué esta institución deportiva es una de las más sólidas en cuanto al capital relacional, el cual puede definirse como el valor -positivo o negativo- que se genera como resultado de las interacciones de las personas que constituyen una organización... Si bien los títulos son importantes, existe una responsabilidad de las instituciones que adquieren el rango de símbolos de un pueblo (en este caso el merideño) que tiene que ver con el reconocimiento de la cultura, el gentilicio, la idiosincrasia de una comunidad a la que representan”. Dentro de este contexto, su director general, Raúl Escobar, ya ha anunciado que uno de los objetivos radica “en construir una sede deportiva propia a la altura de una organización desarrollada en el ámbito del fútbol, tal como ocurre en los clubes más emblemáticos del continente y del mundo”, con referencias también a Lezama.

colaboración institucional

El Athletic, dentro de este contexto, también hizo un guiño a la delegación del estudiantes de Mérida desplazada un año atrás a Bilbao y liderada por la vasco venezolana Aitzbea Ramos y el mencionado Yunior Lobo, como así lo manifestó en un comunicado mutuo: “Este encuentro da inicio a una relación que en el futuro busca estrechar vínculos entre ambas instituciones en la formación de jugadores y de personal, que también fueron conversados en el encuentro y de la que el equipo Merideño, cantera venezolana por excelencia, espera mejorar y crecer de la experiencia del Athletic Club, quien dada su filosofía de equipo de formador aporta gran conocimiento en la generación e integración de jóvenes talentos a su plantilla, en una de las mejores ligas a nivel mundial y con gran protagonismo y participación continental”.

A la espera de que en un futuro se visualicen esos posibles acuerdos de colaboración, el Estudiantes de Mérida, segundo clasificado en la Conferencia Occidental de Liga Futve -la máxima categoría-, celebra hoy su Gala conmemorativa del quincuagésimo aniversario de su primer partido oficial y en la que se elegirá el mejor once de su historia, en la que el Athletic tiene su cuota de relevancia.

Historial. Ha conquistado el torneo Apertura en dos ocasiones y en una más, el de Clausura, además de alzarse con la Copa de Venezuela en dos ediciones. Ha participado en siete ocasiones en la Copa Libertadores, en la que llegó hasta cuartos de final en 1999.

Liga. El equipo que dirige Leonel Vielma ocupa la segunda posición del grupo Occidental la Liga Futve, después de caer el pasado domingo en su feudo por 0-2 ante el Deportivo Tachira, líder de esta fase. Su máximo goleador es Armando Araque, autor de ocho tantos.

Estadio. El conjunto rojiblanco disputa sus partidos en el Estadio Metropolitano de Mérida, que tiene un aforo de 42.200 espectadores.

Cantera. Cuenta también un equipo femenino senior y en categorías inferiores trabaja con casi 300 jóvenes.