Mikel Vesga (Gasteiz, 8 de abril de 1993) asume su rol en el Athletic en el presente curso. No luce la etiqueta de titular ya que tiene por delante a Unai Vencedor y Dani García, por lo que le toca esperar su oportunidad comenzados los partidos, salvo en el duelo ante el Rayo Vallecano, en el que ejerció de inicio fruto de la revolución que llevó a cabo Marcelino y en el que no tuvo fortuna, ya que un error suyo propició el primer tanto del equipo vallecano, que se llevó los tres puntos de San Mamés.

"Esto es largo y tengo que estar preparado para aportar sean los minutos que sean, ya que se trata de que el equipo no note juegue quien juegue", ha subrayo el centrocampista, resignado, como el resto del colectivo, al hecho de parar durante 22 días por culpa del segundo parón y del aplazamiento del encuentro ante el Real Madrid, programado en principio para dentro de diez días. "Es atípico que a estas alturas tengas tres semanas para preparar un partido, pero es lo que nos ha tocado. Sirve también para limpiar la cabeza, para seguir trabajando y preparar bien el partido", ha reflexionado Vesga, que cree que el conjunto rojiblanco ha demostrado en estas primeras ocho jornadas "un nivel bastante alto desde el inicio".

Vesga se ha pronunciado también sobre su grueso despiste ante el Rayo y que generó el 0-1 cuando solo se llevaban cinco minutos recorridos. "Es un error puntual que le puede pasar a cualquiera. Si te quedas dando vuelta a la cabeza, probablemente ocurran más errores, por lo que tienes que hacer borrón y cuenta nueva, ya que es difícil gestionarlo cuando vienes sin participar como titular", ha señalado el gasteiztarra, que acepta las críticas, aunque le duelen más por sus allegados que por él particularmente: "No nos vamos a engañar, te llegan las cosas por mucho que no leas ni escuches. Hay que estar al margen, hacer oídos sordos entre comillas, porque afectan más a mi entorno, a la familia y amigos. Las entiendo y acepto porque expuestos a ese tipo de críticas".

No es un jugador con un perfil carismático, pero sus números dice que ha superado la centena de partidos pese a que ha salido cedido en dos ocasiones, al Sporting y al Leganés, respectivamente. La cifra de 102 encuentros le enorgullece, porque "si me pongo a pensar cuando empecé que iba a jugar 100 partidos, no me lo hubiera imaginado. Lógicamente espero que sean más, para eso hay que dar el callo, estar ahí y dar lo mejor de mí", momento en que le ha tocado definirse como futbolista: "Creo que tengo un buen físico, un jugador que tiene recorrido, al que le gusta llegar con balón puedo ayudar bastante bien, es difícil describirse a sí mismo".