dANI Vivian está en boca de todo el mundo. Le han bastado cuatro partidos oficiales con el Athletic para que se diga aquello de "aquí hay central para rato". No ha acusado el trance del estreno con los mayores, ni siquiera el hecho de que su aparición se haya producido en un contexto extraño que ha abocado a Marcelino a diseñar una zaga de circunstancias con un único elemento indiscutible, Iñigo Martínez. En cada cita el gasteiztarra se ha comportado con naturalidad, apenas ha incurrido en los típicos detalles que delatarían su condición de novato. Se ha limitado a realizar su trabajo como se supone debe hacer las cosas un defensa marcador y su aportación se ha dejado sentir en ese bonito registro de un único gol recibido por el equipo.

La irrupción de Vivian merece considerarse como la gran noticia del inicio de temporada, una vez que el emergente Julen Agirrezabala ha regresado al filial para que Unai Simón recupere su puesto. El gol que le marcó al Mallorca, clave para desatascar un choque con visos de complicarse, ha reportado a su hoja de servicios el brillo que a menudo no se suele otorgar a los encargados de destruir el fútbol del rival. Tampoco necesitaba ese empujón, puesto que las valoraciones ya le situaban entre los destacados. Concentrado, contundente, sólido en definitiva en las facetas donde se priorizan las exigencias a un central, se diría que Vivian está dando continuidad a la evolución que experimentó durante la pasada campaña.

Con muy pocas actuaciones en el filial, encontró su hábitat ideal en el Mirandés, destino al que salió cedido hace un año. Más allá del significativo detalle de que fuese elegido capitán, resaltó su inmediata adaptación a un peldaño superior, así como la regularidad que le distinguió hasta la conclusión del curso. Ahora ha vuelto a mostrar esa capacidad para asimilar un ritmo más elevado. Marcelino no tardó en percatarse de que Vivian estaba listo para asumir el reto de la élite y ante la ausencia de Yeray Álvarez no dudó en apostar por él. Iniciativa que lleva aparejado un movimiento en el escalafón: Unai Nuñez, en teoría llamado a suplir las bajas de los titulares, se ha visto desplazado.

La situación tiene toda la pinta de alargarse en el tiempo, al menos hasta que Yeray cuente con el alta médica. Habrá que observar con atención cómo se comporta Vivian a medida que transcurren las jornadas, pero por lo presenciado es justo admitir que está poniendo todo de su parte para presentar una candidatura de fuste al puesto que hoy en día ocupa. En este sentido, apuntar además que la sensación que transmite la labor que desarrolla a dúo con Iñigo resulta muy convincente, sobre todo si se estima que no deja de ser una fórmula incipiente. Cuatro partidos dan para hablar de experimento y poco más, aunque por su funcionamiento cualquiera aseguraría que la colaboración viene de lejos.

También conviene analizar con perspectiva casos como este protagonizado por Vivian de unas semanas para acá. El Athletic ofrece material muy interesante y reciente precisamente en los puestos de central. Con 21 años Yeray asomó en el primer equipo en la campaña 2016-17. Ernesto Valverde no tardó en ubicarle junto a Laporte y concederle 35 partidos. El joven valor tomó el testigo de Etxeita y Gurpegi, los más habituales acompañantes del zurdo en la 2015-16. Once meses después, debido a un problema físico de Yeray, Ziganda no dudó en promocionar a otro desconocido llamado Nuñez, quien disputó 36 partidos en la 2017-18. Tan bien lo hizo que incluso sembró la incertidumbre en torno a lo que sucedería cuando Yeray saliese de la enfermería. En enero de 2018, Laporte marchó a Manchester e Iñigo recaló en Lezama. El curso siguiente, 2018-19, Berizzo y Gaizka Garitano lo tuvieron claro: Yeray e Iñigo fue su pareja estelar, quedando Nuñez para subsanar bajas. El equipo se ha apoyado en el trío Yeray-Iñigo-Nuñez las dos últimas campañas, con un reparto bastante equitativo de minutos. Con Vivian dentro, la ecuación cambia y asimismo se fortalece. Otra cuestión es cómo se resuelve. La solución requiere un poco de paciencia.

Por lo observado hay que admitir que está poniendo todo de su parte para presentar una candidatura de fuste al puesto