EL Barcelona, a falta de diez días para la final de Copa que le medirá al Athletic, vuela en LaLiga y aspira a un doblete que se antojaba inviable semanas atrás. La diferencia de puntos respecto al Atlético en el campeonato de la regularidad, no en vano, se ha visto reducida a un solo punto tras su sufrida victoria ante el Valladolid en el Camp Nou y los de Ronald Koeman, a un paso del liderato, podrían incluso alcanzar el primer puesto en la clasificación en la próxima jornada en caso de vencer a domicilio al Real Madrid. Para ello necesitaría, además, que el equipo de Diego Simeone tropezara en su visita al Betis. Se trata, así las cosas, de un nuevo y agradable escenario para un Barça al que catapultó el lunes Ousmane Dembélé (Vernon, Francia, 15-IV-1997), quien asoma como una poderosa amenaza para los pupilos de Marcelino García Toral en la cita que albergará La Cartuja el próximo día 17.

El velocísimo atacante francés, en el mejor momento a título individual desde que aterrizara en la ciudad condal en agosto de 2017 procedente del Borussia Dortmund, que acordó con el Barcelona un traspaso que se cerró en 105 millones de euros fijos y otros 40 en variables, firmó con un inapelable zurdazo el gol que dio el triunfo a los culés frente al cuadro vallisoletano en el minuto 90. Fue la guinda a una nueva demostración de lucidez de Dembélé, quien se ha convertido en el principal aliado de Leo Messi en una delantera que ambos comparten con el irregular Antoine Griezmann. El lunes, ante la versión más terrenal del astro argentino y en otro encuentro para olvidar del exjugador de la Real Sociedad y del Atlético, fue Dembélé quien tomó la palabra para sumar su quinto gol en liga y volver a marcar las diferencias.

Después de ver portería también en la visita a la Real en la jornada anterior y de perforar previamente las redes del Betis, Eibar y Sevilla, el francés, de vuelta a la selección, se encuentra a solo tres dianas de igualar su mejor registro goleador como jugador del Barcelona. Sus ocho tantos en el ejercicio 2018-19 figuran como marca personal en un club en el que parece haberse asentado a la espera de saber lo que sucede con su futuro el próximo verano. Si bien no está claro que vaya a continuar en el Camp Nou debido a las urgencias económicas que presenta el Barça, que se debate entre una renovación o una venta que alivie el delicado estado de sus arcas, Dembélé asoma como una de las grandes bazas del conjunto blaugrana para aspirar a los títulos de Liga y Copa gracias a su estado actual.

Olvidada la última lesión muscular que sufrió en diciembre, Koeman celebra el paso al frente de un futbolista ante el que deberá extremar las vigilancias el Athletic en una final copera que llegará en el mejor momento posible al galo, puro desborde y potencia física con capacidad de desequilibrio y golpeo con ambas piernas.

SIN GOLES ante el athletic

Los números del internacional francés en sus enfrentamientos con los leones, no obstante, animan al optimismo en el bando rojiblanco, pues no hay rastro alguno de goles en los siete partidos en los que se han visto las caras. El exdelantero del Dortmund, a pesar de tener al Athletic como el segundo equipo al que más veces se ha enfrentado en su carrera, no ha sido capaz hasta la fecha de marcar a un equipo ante el que presenta un balance general a nivel colectivo de tres victorias, dos empates y dos derrotas.

Su último tropiezo, el pasado 17 de enero, justo tres meses antes de la disputa de la final de Copa que acogerá La Cartuja, sirvió para que el Athletic se adjudicara una Supercopa que vio volar el galo. Presente en el campo hasta el minuto 75, el 11 del Barça nada pudo hacer por evitar que los de Marcelino García Toral cantaran bingo en el mismo escenario en el que tratarán de repetir éxito en menos de dos semanas.