Cuenta que hace sol y 24 grados en Birmingham, aunque parezca difícil de creer. Las fotos en pantalón corto acreditan tal hecho en un país que está vacunando a un ritmo alto con el claro objetivo de recuperar buena parte de la normalidad a finales de julio.

¿Qué tal va todo por Inglaterra?

—Bien, aunque con algunos peros. En lo que respecta al equipo, al club y a la ciudad, muy bien, pero prácticamente desde que vinimos estamos confinados y de manera bastante estricta además. Está siendo un poco más duro para los dos peques, porque el colegio estuvo cerrado desde Navidad hasta principios de marzo. No es fácil venir de un confinamiento como el que vivimos en Berango y tener luego otro aquí, pero bueno, la vacunación parece que va por buen camino, al menos aquí.

¿En el equipo, bien?

—Sí, sí. Cuando sales del Athletic y vas a un vestuario diferente no sabes lo que te vas a encontrar. Pero desde el primer día me quedó muy sorprendido para bien. Es un vestuario que está muy unido y en el que se vive un gran ambiente, aunque las cosas no nos están yendo tan bien como esperábamos, la verdad.

Están solo tres puntos por encima del descenso. ¿Ha cambiado el vestuario en algo?

—Qué va, es una piña. Muchos han lidiado con cosas parecidas o incluso peores el año pasado y en anteriores. Estamos convencidos de que lo vamos a sacar adelante. No concibo que vayamos a bajar, pero hay que demostrarlo. Aún nos quedan ocho finales.

Hace pocas semanas el club decidió destituir a Aitor Karanka. ¿Cómo les ha afectado el cambio?

—Cuando entras en una dinámica mala, lo más fácil es cambiar al entrenador. Quizá era un cambio que el vestuario y la dinámica lo podían necesitar, pero nunca es bueno ni agradable que se destituya a un entrenador. Mucho menos a Aitor, una de las grandes razones por las que vine aquí a jugar. Pero sí es verdad que el equipo ha cogido otro aire ahora, se nota.

Vivió en Inglaterra dos años. ¿Conocía la Championship?

—Sí, la conocía y en algunas cosas es bastante parecida a la Premier. Es muy difícil de prever el resultado de un partido. Por nuestra propia experiencia vemos que podemos ganar a cualquiera, pero también perder contra cualquiera. As un fútbol agresivo, pero noble, directo, en el que los defensas que se meten muy atrás en los centros laterales€ No había visto en mi vida salvar salvar tantos goles en la línea de gol.

En el equipo, ¿le preguntan cosas de la final?

—Tampoco mucho, porque sí que es verdad que me hablan mucho del Athletic, de los partidos que he jugado y de mi carrera, pero creo que no se acababan de creer que la del día 3 es la final del año pasado, que se aplazó. Pensaban que no se podía haber hecho algo así, que se debía de haber jugado, como en otros sitios. Me preguntan con cierto asombro: ¿Es una final que podrías jugar y no vas a poder estar?

Intuyo que los comentarios del vestuario son los únicos que le hacen recordar en Inglaterra que hay una final, ¿no?

—Sí€ Encima con el confinamiento no hay nadie con el que puedas coincidir y que te pueda decir algo. En el parque algunas veces me reconocen y me preguntan por la liga, pero no son conscientes de que se juega la Copa. No es noticia y si no fuera por lo que me llega a través del móvil, aquí no habría nada que me hiciera sentir que hay una final.

¿Pero usted es consciente de que la hay?

—Claro que lo siento. Aunque no pueda estar allí tengo mucho en juego y mucho que ganar. No solo como athleticzale, como persona que ama al club, también como jugador. El sábado es un día muy importante en mi carrera como futbolista.

Aunque no pueda jugar, si el Athletic gana a la Real, el título irá a su palmarés, será suyo. ¿Lo siente así?

—Claro que lo sentiré como propio. Soy partícipe de lo que acabe pasando el sábado tanto si se gana como si se pierde. Yo, aunque desafortunadamente desde la distancia, sé que es un día muy importante como futbolista también para mí.

¿Está viviendo estos días previos a la final con más nervios que en las de 2012 o 2015?

—No, con más nervios no. Al menos de momento no. También es verdad que tenemos un partido importante mañana y no tengo mucho tiempo de centrarme en la final, pero lo haré cuando acabe. El sábado se me hará el día muy largo y ya tendré tiempo para ponerme nervioso. Ahora estoy con una sensación de tristeza por no poder estar allí ayudando a los compañeros.

¿Le gustaría estar en La Cartuja?

—Claro, ¿a quién no le gustaría? Pero las cosas se dan de una manera. Hay un virus en todo el mundo y hay cosas por las que no se puede pasar por encima. Yo no estoy por encima de nadie.

¿El club le ha invitado a estar?

—Sí. Hablé con gente del club. Les dije que creía que la forma más correcta de hacerlo era enviar una petición formal como club al Birmingham, lo hicieron y sin problema. Otra cosa es que no haya sido posible, algo de lo que yo ya era consciente.

Hablemos de fútbol. ¿Cómo ve al Athletic?

—Le veo bien. Quiero decir, en un partido como este el Athletic va a responder bien; creo que va a a estar más cerca de ganar que de perder, aunque luego pueda perder. Les veo bien. El cambio de entrenador de Gaizka (Garitano) a Marcelino le dio un aire nuevo al equipo, no sé si una confianza nueva. Han respondido bien, están compitiendo muy bien, lo cual no significa que antes no lo hicieran, eh. Aunque el último partido jugado previo a una final así, histórica e inédita, no implicada que vayas a ganar o a perder, el 1-6 que encajó la Real sí les puede mermar algo la confianza. En ese aspecto creo que el Athletic llega mejor.

Es la tónica del Athletic en los últimos meses, que compite muy muy bien€

—Más allá de que en liga lo hiciéramos mejor o peor el año pasado o de que este les haya podido ir mejor o peor, al Athletic es muy difícil batirle a partido único o en eliminatorias, como se vio ante el Levante en semifinales. Es un equipo al que no te quieres enfrentar en un formato así. El vestuario cree, confía, sigue y tiene detrás a una afición que en esta competición da el máximo por lo que ofrece. Eso se está viendo. El cambio de formato nos ha venido de perlas, ojalá lo podamos seguir explotando así. Dos finales en 14 días no se juegan todos los años.

¿Qué plan de partido imagina?

—Enfrente habrá dos estilos totalmente diferentes, pero tengo muchas dudas de cómo actuará la Real en la final con tanta presión, con tanto en juego. No sé si será un equipo tan atrevido y correrá tantos riesgos. Eso lo puede aprovechar el Athletic. No espero un partido abierto y con muchos goles. Los pequeños detalles marcarán y en esos partidos el Athletic siempre se desenvuelve bien.

Sin duda, lo peor es que no podrá hablar público en las gradas

—Estamos hablando algo histórico. Una final que debería unir más que nunca. Como pueblo vasco que somos es un hito histórico, un acontecimiento que tiene que poner en valor lo que somos, cómo peleamos. Es una pena que la gente no pueda disfrutar de la final en directo. El fútbol es de los futbolistas para la gente.

¿Considera que el Athletic es más favorito por haber disputado más finales?

—Igual en el partido se pueden dar situaciones que sepas manejarlas mejor, pero en la Real hay un campeón del Mundo, un campeón de Europa€ Más experiencia que eso no tiene nadie. Pero haber perdido finales de Copa, haber ganado Superocpas a uno y a dos partidos te da un añadido. Eso, por ejemplo, no pasará en la final contra el Barcelona. En el caso de la Real tiene menos jugadores que hayan vivido esas situaciones y quizá lo pueden llevar de peor manera, pero al no haber público eso también se iguala.

¿Se aprende de perder finales?

—No sé si se aprende, la verdad. Lo que intentas es que no vuelva a pasar. Nuestras últimas finales han sido contra equipos muy potentes, pero finales siempre están para ganarlas y en ese aspecto no hemos sido muy agraciados.

"Tengo muchas dudas de cómo actuará la Real en la final. No sé si será un equipo tan atrevido"

"Al Athletic es muy difícil batirle a partido único. No te quieres enfrentar a él en un formato así"