ICE un viejo refrán que lo que mal empieza mal acaba. Y sucede que en muchas ocasiones el dicho se cumple a rajatabla. Pero claro, cuando en la ecuación entra el fútbol, cualquier cosa puede ocurrir. Un claro ejemplo de ello fue lo que aconteció anoche en San Mamés. Lo que no hace demasiado tiempo hubiese sido un partido cerrado, feo, de esos que no hacen afición, que incluso invitan a apagar el televisor y ponerse una serie o una película, dejó un espectáculo de muchos quilates y que, pese al pésimo inicio, acabó en goleada favorable al Athletic (5-1). En una noche de primerizos, Yeray Álvarez se estrenó como goleador; Unai Simóny el conjunto bilbaino acabó con su mala racha ante José Bordalás, técnico al que no había ganado en ninguno de sus siete partidos previos. A la octava, tras cinco empates y dos derrotas, fue la vencida.

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Lejos de hundirse por el tempranero gol del Getafe, obra de Marc Cucurella en el segundo 18 del choque, en el que además Yeray tuvo una incidencia directa, pues no acertó a despejar un balón bastante sencillo, el equipo de Marcelino García Toral y se lanzó a por el empate. El despiste inicial no sacó del partido al central de Barakaldo, un fijo en la zaga tanto para Gaizka Garitano como ahora para el técnico asturiano. Fue creciendo con el paso de los minutos, se asentó en el partido y secó a Jaime Mata, su par.Es probable que no completara su encuentro más aseado con el balón en los pies, hecho este en el que tampoco estuvieron atinados otros futbolistas del Athletic, especialmente en el arranque de la primera mitad, en la que las pérdidas fueron bastante más numerosas que en el resto del encuentro, pero el paso de los minutos fue dando poso al equipo, que acabó volcado sobre la portería rival y goleando a un Getafe que se deshizo como un azucarillo. Mérito, por supuesto, del equipo rojiblanco.

El encuentro, eso sí, bien pudo tener un desenlace distinto. Pero asomó entonces la figura de Simón, cuestionado en numerosas ocasiones esta temporada, en la que por momentos ha perdido la seguridad que sí mostró el curso pasado. El guardameta de Murgia acalló las críticas con una sensacional estirada para detener el penalti lanzado por Mata a la media hora de juego. Una pena máxima de lo más dudosa que Simón atajó con su mano izquierda en un ejercicio de mucha sangre fría. Aguantó hasta el momento justo y, pese a la paradinha que realizó el atacante, le adivinó sus intenciones y evitó que el Getafe se pusiera por delante en el marcador.

Le tenía tomada la matrícula el portero a Mata, quien hace un año, en el mismo escenario y en la misma portería, le batió desde los once metros. El atacante lanzó al mismo sitio que anoche, pero con un final totalmente distinto. Simón estrenó su condición de parapenaltis y tomó el testigo a Kepa Arrizabalaga, el anterior portero rojiblanco en atajar una pena máxima sin ser en una tanda de penaltis. El ahora jugador del Chelsea detuvo el disparo de En-Nesyri en un Athletic-Málaga de febrero de 2018.

por fin

El partido llegó con tablas al descanso y en la primera acción de peligro de la segunda mitad, Yeray cabeceó al fondo de la red una falta perfectamente lanzada por Iker Muniain para romper la igualada y poner por delante al Athletic en el marcador. No supo casi ni cómo celebrar el tanto el central, que se estrenó como goleador en su partido número 130 con la elástica rojiblanca. En su quinta temporada, tras una carrera marcada por su rápida explosión y un cáncer de testículo que le apartó durante varios meses de los terrenos de juego, por fin pudo festejar su primer gol Yeray. El tempranero tanto a la vuelta de vestuarios condicionó sobremanera el desenlace del partido, el Getafe se hundió y el Athletic se volvió a subir a la ola en la que lleva desde su triunfo en la Supercopa. En una noche de primerizos, Yeray y Simón fueron protagonistas en San Mamés.

Yeray falló en el despeje que originó el tempranero tanto del Getafe, pero se desquitó con un gran remate de cabeza para adelantar al Athletic

Simón puso fin a tres años sin que un portero rojiblanco detuviera una pena máxima sin ser en una tanda de penaltis. Kepa fue el anterior