Afrontaba Gaizka Garitano un nuevo examen ante el Elche, el enésimo del curso para él en una cita en la que la amenaza de una posible destitución en caso de derrota volvía a sobrevolar su figura. Lo que pocos o nadie podía intuir era que, incluso con victoria, el destino del técnico derioztarra estuviera escrito y lejos de Bilbao.

Ganó el Athletic, pero perdió el derioztarra, quien ha sido destituido poco después de atender telemáticamente a los medios de comunicación en una rueda de prensa que resultó ser la última para él como entrenador rojiblanco. En la misma, afónico debido al desgaste que ha sufrido su voz durante noventa minutos marcados por el estrés de tener que amarrar los tres puntos sí o sí, Garitano no ha dado síntoma alguno de preocupación por su futuro.

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El ya ex técnico rojiblanco valoraba con normalidad el partido ante el Elche, y se felicitaba por la victoria conseguida con cierto sufrimiento en la parte final del choque. "Cuando perdonas siempre estás expuesto a que te hagan un gol y por suerte no ha entrado la única que han tenido ellos en todo el partido, porque no habría sido justo".

"Siempre jugamos con marcadores cortos al costarnos arriba y por suerte hemos ganado y contentos", ha incidido el técnico derioztarra, toda vez que "necesitábamos ganar, era necesario, y hemos dado un buen comienzo al año, aunque perdonamos al no marcar ese segundo gol".

"Hasta el primer gol hemos jugado muy bien, con paciencia, y después hemos perdido un poco el balón, pero en el segundo tiempo las ocasiones más claras han sido también nuestras", valoraba asimismo un afónico Garitano, convencido de que en una situación más calmada, sin el calificativo de final acompañando prácticamente a cada encuentro, "hubiéramos definido mejor esas situaciones de gol que hemos tenido, porque han sido en superioridad y en Primera División suelen acabar en gol".

"A nosotros nos cuesta mucho, pero seguro que al equipo le influye saber que son partidos que hay que ganar sí o sí. Tenemos también jugadores jóvenes que han salido y necesitan más partidos en Primera División, pero tengo mucha confianza en ellos", apostillaba el entrenador rojiblanco.

PRESIÓN

En cuanto a si la clasificación actual refleja o no las fuertes críticas al equipo, así como a su propia labor desde la banda, Garitano destacaba que "estamos en un club grande, tenemos mucha presión y nos metéis mucha caña, como tiene que ser. Siempre tenemos que sentir esa necesidad de ganar, lo cual no tiene por qué ser malo en un momento dado al saber que representamos a un pueblo y que jugamos por algo más que fútbol", ha dicho.

"Esa responsabilidad la tenemos todos, los jugadores también, y con eso tenemos que tirar para adelante sabiendo que aquí la exigencia es máxima y ahí tenemos que ir, a intentar ganar partidos", añadía el propio Garitano, satisfecho por el rendimiento defensivo ofrecido por sus jugadores una vez más y sabedor de la importancia de mejorar con el balón en los pies, dado que "me lo preguntasteis también el otro día y no creo que tengamos tanto problema en el inicio del juego, pero sí un poco más adelante y tenemos que seguir mejorando sin duda en ese aspecto al querer llevar la iniciativa en San Mamés y tener que dominar ese juego de posición".

Sobre su grado de satisfacción a nivel individual por la victoria ante el Elche, el derioztarra, cuya figura había vuelto a quedar en entredicho tras la derrota en el derbi contra la Real Sociedad, reconoció que "me alegro mucho por los jugadores y personalmente lo que quiero es que gane siempre el Athletic, esté yo o no". Por último, se ha rendido en elogios hacia De Marcos e Iker Muniain, sobre quien ha afirmado que "está muy bien, lleva partidos así y es un jugador que en situaciones difíciles se echa al equipo a la espalda. Absorbe el juego y nos hace falta como el comer un jugador así".

DECEPCIÓN EN EL ELCHE

En el bando rival, Jesús Muñoz, encargado de reemplazar por tercer partido consecutivo al técnico argentino Jorge Almirón debido a su positivo en covid-19, ha admitido que "nos vamos con la sensación de que en la primera parte hemos ofrecido poco a nivel ofensivo y hemos hecho que el Athletic se sintiera cómodo atacando al no tener acercamientos, lo que ha provocado que ellos se fueran creciendo".

"En la segunda parte hemos estado mucho mejor y hemos estado a punto de empatar en dos ocasiones muy claras. El equipo ha vuelto a competir y no se le puede reprochar nada en cuanto a sacrificio, aunque lo que buscamos son resultados", agregaba el segundo entrenador del Elche, quien apuntaba respecto a un posible penalti no señalado sobre Lucas Boyé que "cuando el árbitro ha pitado pensábamos que iba a señalar penalti, pero ha decretado una falta previa de Boyé y poco se puede decir".