EL Valencia, rival del Athletic hoy en Mestalla, celebró en la jornada de ayer una esperada a la par que polémica Junta General Ordinaria de Accionistas, la cual tuvo lugar en las oficinas del club con un desarrollo telemático. La cita, marcada de antemano por el requerimiento notarial presentado el jueves por Libertad VCF para su suspensión al entender el colectivo che que vulneraba los derechos de los accionistas, tocó a su fin en tiempo récord -poco más de tres horas- en medio de un clima de máxima crispación por la asfixia económica que padece el Valencia. Anil Murthy, en calidad de presidente seis años después de que el multimillonario Peter Lim se adueñara de una entidad en la que posee el 84,27% de su capital social, fue el encargado de liderar la Junta, en la que volvió a ponerse de manifiesto el hartazgo de la hinchada valencianista con los propietarios del club, con quienes la entidad ha perdido ya 103 millones de euros al registrar pérdidas en todas las temporadas a excepción de la 2018-19.

De cara al curso 2020-21 las pérdidas previstas por la propiedad serán superiores, además, a los 26 millones de euros, lo que llevará al Valencia a la venta “adicional de jugadores” en los dos próximos años, según advirtió ayer el propio Murthy, debilitando así el primer equipo masculino para salvaguardar en la medida de lo posible un ya de por sí tocado músculo financiero. Tan sombrío escenario, así las cosas, tiene de uñas a una afición que no ve el momento en el que Lim y su gente abandonen el club. Incluso Francisco Roig, expresidente del Valencia y accionista de la entidad, envió una carta pública al mandatario singapurense instándole a “no venderlo todo para salvar las cuentas”.

“Le pido que no coja ese camino, porque es el que llevará al club a la ruina y a usted a fracasar en su proyecto. Le pido que entienda que la única manera de hacer grande al Valencia y, de paso, hacer rentable su importante inversión es hacer un equipo competitivo que se instale entre los grandes de Europa”, manifestaba asimismo un contundente Roig, la voz de una afición encendida, alarmada, que con menos calma pidió ayer directamente a Meriton Holdings que entregue las llaves del Valencia.

Señor Murthy, váyase y dígale al señor Lim que mande a su gente para sentarse, hablar y solucionar su salida de este club que está en caída libre como jamás ha estado en sus 101 años de historia”, reclamó el presidente de la Agrupación de Peñas del Valencia, Federico Sagreras, en la que supone la última Junta para los pequeños accionistas, obligados a echarse a un lado debido a la determinación de Lim de ampliar de nueve a 3.598 las acciones necesarias para poder ser parte de las mismas. Cuestionado por dicha reforma estatutaria, muy criticada también, Murthy explicó que “el incremento del número de acciones permitirá para el futuro un mejor desarrollo de la Junta de forma telemática y no creemos que los derechos de los accionistas se vean afectados”.

“Años duros”

En el polémico cónclave de ayer, en el que solo se dieron respuesta a aquellas preguntas de los accionistas que habían sido formuladas previamente por escrito, se nombró también a Joey Lim como miembro de un consejo de Administración que por primera vez en la historia no tiene valencianos, un motivo más para el lamento y la indignación generalizada en el seno de un club que, lejos de hacer caso a la recomendación de Roig, apostará por continuar con la venta de futbolistas para hacer frente a una acuciante crisis económica.

Peter Lim, de hecho, pretende recuperar los dos préstamos que tiene concedidos por valor de 44,5 millones de euros al Valencia, que tiene previsto solicitar una prórroga de la Actuación Territorial Estratégica para la construcción del nuevo campo y el derribo de Mestalla, otro punto sumamente polémico con el ayuntamiento de por medio.

Murthy, a pesar de escurrir el bulto en numerosas cuestiones, sí quiso advertir que “nos esperan años duros”, así como que la hoja de ruta pasa por apostar por la cantera y que Peter Lim, a quien los pequeños accionistas valencianistas volvieron a transmitir ayer su hartazgo, “está muy pendiente desde Singapur del día a día de la gestión del club y del equipo”.