El Athletic se la juega ante el Sevilla y Gaizka Garitano, también. Club y entrenador están obligados a ir de la mano, pero cuando pintan bastos ya se conoce quién es el damnificado en este tipo de crisis. El conjunto rojiblanco necesita la victoria para ganar credibilidad, salir del pozo y aportar un punto de serenidad en un entorno víctima de la preocupación por la situación de los leones en liga, ubicados muy cerca de la zona de descenso recorridos sus primeros seis encuentros. Las alarmas se han encendido, sobre todo tras la dolorosa encajada hace una semana en el derbi de El Sadar, tanto por la forma como en el fondo. Un fiasco que vuelve a poner a Garitano en el disparadero, un asunto que el derioztarra asume. “Cuando el equipo no gana se mira al entrenador y lo acepto. Siempre el primero al que se apunta es al entrenador y me parece lógico y normal que se critique cuando no se gana”, reflexionó ayer el técnico, en un discurso muy similar al que mantuvo cuando fue cuestionado en víspera del duelo frente al Levante. Entonces se le imploró sobre un supuesto ultimátum, a lo que respondió sin comprometerse en exceso: “Eso no depende de mí”. El viernes reiteró en una reacción políticamente correcta y tiró de una declaración de manual: “Sí es lógico que cuando no ganas hoy en día las críticas van para el entrenador. Si tenía que jugar uno u otro, sin los cambios están bien o no... Si alguien tiene la culpa y la responsabilidad, me la echo a la espalda, cuando perdemos es 100% mía”.

El momento es delicado, después de haber sumado solo seis de los 18 puntos posibles y cuando han asomado rivales a priori asequibles para haber hecho más caja, pese a que Garitano volvió a quejarse de que su equipo quizás había merecido más en muchos de estos encuentros. Sea como fuere, la realidad es la que es y el Athletic podría cerrar la jornada en zona de descenso en caso de no superar al Sevilla de Julen Lopetegui, lo que acentuaría la depresión y esa ansiedad por salir del apuro. “Estamos jugando para ganar siempre. Unos días sale mejor y otros peor, unos días con más suerte, otros con menos. Pero no hay ansiedad, estamos al principio, sí hay responsabilidad, pero la necesidad la sentimos desde el primer partido en Granada. Sí hay ganas de ganar, de hacer un buen partido, tenemos un rival de entidad, potente, siempre hemos competido bien con ellos, trataremos de ponérselo difícil y hacer un buen partido”.

La misión del Athletic pasa por recuperar el sabor de la victoria, pero no será nada sencillo, porque enfrente emerge un Sevilla de Champions, pese a que la estadística favorezca a los rojiblancos en los enfrentamientos entre ambos en el nuevo San Mamés, donde el equipo hispalense solo ha conseguido ganar en su última visita en liga, aunque ya lo hiciera también en la Europa League. Garitano habla de un Sevilla “fortísimo” en todos los conceptos: “Es un equipo espectacular, de alta intensidad, son caballos. Gente box to box, fortísima, con mucha velocidad. Para aguantar tenemos que meter tralla, que la tenemos, mantener la concentración y ser valientes para hacer daño. En el partido del miércoles (con el Rennes en la Champions), el Sevilla tuvo una ocasión cada cinco minutos”.

Garitano es consciente de que su equipo debe sacar su mejor versión si quiere sumar su segundo triunfo consecutivo en La Catedral, por lo que apostará “por hacer gol y meteremos gente ofensiva, los que más gol tienen, y a esperar a que lleguen”, objetivo que confía consumar. Un deseo que depende de la aportación de sus jugadores referencia. Uno de ellos es Iker Muniain, al que ha relegado en las últimas jornadas a banda, pero el técnico defiende su idea: “Una cosa es jugar en banda, derecha o izquierda, y otra es partir de ahí. Tenemos una carencia por banda derecha, en la que no tenemos ningún jugador específico, sí varios que pueden jugar ahí. Él está haciendo el esfuerzo en amoldarse a jugar ahí... su posición es jugar por dentro”.