"Lezama es nuestra apuesta". La frase sale de los labios de Rafa Alkorta, el director deportivo. No es una máxima pronunciada durante el día de ayer, ni la semana pasada, o hace un mes. Es una reiteración en los discursos que acentúan supuestamente las líneas maestras del proyecto que se lidera desde la cúpula de Lezama y, por ende, desde el cuerpo técnico del primer equipo. Responde, a priori, al deseo de la mayoría de la masa social del Athletic, sostenida en un lema no escrito: más cantera, menos cartera. La situación económica no da para mucho, de ahí el único fichaje en la persona de Álex Berenguer, cuya operación, eso sí, supera los diez millones de euros. Gaizka Garitano, se entiende, debe poner letra a esta música, pero, lo cierto, es que recorridas las seis primeras jornadas la melodía desafina un tanto. El derioztarra ha propiciado el debut como leones en estos menos de dos meses de competición de Jon Morcillo, Iñigo Vicente y Oier Zarraga; y a los que habría que sumar los de Ohian Sancet y Unai Vencedor la campaña pasada, al margen del de Jokin Ezkieta en la Copa en Tenerife. Otra cosa diferente es el protagonismo que hayan podido tener.

El once que puso en escena Garitano en el derbi de El Sadar (el mismo con el que compareció en el partido previo frente al Levante) y la tardanza en realizar los cinco cambios, ya que el primero no lo efectuó hasta los 77 minutos, los dos siguientes en el 82 y los dos últimos, en el 87, generaron su punto de polémica en los debates athleticzales. Los cinco futbolistas que entraron al césped fueron, en orden cronológico, Villalibre, Berchiche, Morcillo, Vicente y Zarraga; y solo desenacaja en la nómina de nuevos valores el lateral izquierdo, que no ejerció de titular por su reciente infección por covid-19. Los otros cuatro acaban de aterrizar, salvo en el caso del primero con más recorrido como león, y asumen su periodo de aprendizaje, aunque es al entrenador al que le toca decidir si fomenta su protagonismo o si se quedan en meros recursos a la desesperada. Es decir, si son apuestas reales o figurantes.

Los números no engañan

Con un Ezkieta aún inédito por su condición de segundo portero, el minutaje completado en estas seis jornadas por Morcillo (245 minutos), Sancet (111), Villalibre (107), Vicente (29), Zarraga (20) y Vencedor (16) se eleva a un total de 563, casi los mismos que ha completado el solito Iñigo Martínez (540), el único futbolista de campo que luce pleno, además del meta Unai Simón. Un minutaje dce los recién ascendidos que no se ajusta a una continuidad que retrate el fomento de la casa, cuando hay otros jugadores que también han superado los 500 minutos: Raúl García (522), Dani García (518) y Ander Capa (502).

La apuesta por el núcleo duro es evidente, en el caso de Lezama, es más cuestionable. Solo Morcillo puede alardear de cierta regularidad, ya que ha sido titular en los tres primeros partidos, si bien el fichaje de Berenguer supone un freno a su progresión. Sancet ejerció de inicio en Granada, pero no se han tenido noticias suyas en los dos últimos duelos; Villalibre, del que Garitano ha llegado a decir semanas atrás que "es nuestro nueve", continúa a la espera de comparecer como titular y poder reivindicarse, por lo que aún debe conformarse con minutos sueltos; Vicente solo ha participado en los finales ante el Cádiz y Osasuna; Zarraga, lo mismo ante el Levante y Osasuna, si bien horas después de jugar en El Sadar fue titular en el partido del Bilbao Athletic frente al Racing en Lezama. De hecho, el de Mungia es el único que alternará el primer equipo con el filial. Vencedor ha tenido una presencia testimonial ante el Granada y Levante. El sábado el Athletic se la juega ante un Sevilla y tocará conocer si Garitano volverá a insistir en su gestión o dará más protagonismo a Lezama.