- Después de despuntar en las categorías inferiores, Naroa Uriarte ha comenzado como central titular y ha renovado hasta 2023. La vizcaina, cargada de moral, confía en seguir entrando en los planes del entrenador rojiblanco.

¿Vaya comienzo, no?

—No me lo esperaba. Vamos de tres puntos en tres puntos y ojalá sigamos así.

¿Bueno, realmente hablaba de sus tres partidos oficiales como titular?

—Era la tercera pretemporada que hacía con el primer equipo y al final era una gran oportunidad, la he aprovechado a tope y ha dado sus frutos.

¿Habla de buen comienzo, pero como cayó en el vestuario la eliminación de la copa?

—Fue un golpe duro caer en semifinales, pero lo hemos afrontado de la mejor manera posible y pensando en la liga.

¿Habrá ayudado bastante que casi seguido había jornada de liga?

—No ha sido fácil, porque es un golpe duro. Pero todas juntas remamos en la misma dirección y nos apoyamos. Pensamos pronto en la liga y nos salió bien en Sevilla.

¿Cómo se arregla con Gimbert, son la más veterana y la más novel?

—Muy bien, es un ejemplo a seguir. Ella siempre en el primer equipo y nosotras en el filial. Es un referente y jugar al lado de ella es la hostia.

¿Entonces, en el vestuario no miran con recelo a las jóvenes?

—Que va. Nos acogen de la mejor manera posible y eso hace la estancia mucho más fácil.

¿Está preparada para que vuelva Garazi y le pueda tocar ir al banquillo?

—Todas peleamos por un puesto y, depende a quien le toque, siempre animarla y apoyarla para que haga un buen partido. Ni enfadarse ni nada, siempre apoyando al equipo y a las compañeras.

¿Cómo se vive ahora desde las alturas de la primera plantilla?

—Es otra exigencia. Es otra categoría, el ritmo y la consistencia es más dura, pero a la vez es un privilegio estar ahí y poder disfrutarlo.

¿Qué diferencias ha encontrado a trabajar en el Athletic B?

—El ritmo, sin duda, entre Primera y Segunda es mayor y tienes que estar a tope en cualquier situación. Todos los equipos son buenos, no como en Segunda, que igual alguno se libraba. Es más duro todo. Los primeros partidos he notado la diferencia, pero poco a poco vas cogiendo el ritmo y muy bien.

¿Es Villacampa tan duro en sus entrenamientos como dicen?

—Es otra dimensión. Toda la mañana preparando los entrenamientos se hace un poco más largo, pero también es llevadero entre todos.

Tras haber jugado todo, hace dos semanas renovó, ¿durmió bien esa semana?

—Todo parece un sueño hecho realidad. Cuando estás con confianza y el míster te la da, lo coges con más ganas y te das cuenta de que puedes jugar en el equipo. Lo piensas y dices "hay que aprovecharlo".

¿Ha encontrado mucha diferencia entre esta pretemporada y las anteriores?

—Esta pretemporada ha sido más larga por la pandemia. También ha hecho que nos unamos más y hagamos más piña.

¿Con quién se lleva mejor de la plantilla?

—Con Nerea Nevado. Llevo desde pequeña con ella.

Ha renovado hasta 2023, imagínese que vienen a ficharla como le ha ocurrido a Maite y Damaris.

—Soy muy joven todavía. Y desde pequeña siempre he querido jugar en el Athletic y que me hagan un contrato, así que también es de agradecer. Aquí es donde quiero estar.

¿Cuál es su trayectoria?

—Llevo cuatro años en el Athletic B y en este quinto ya con ficha en el primer equipo. Antes estuve tres años en el Bizkerre. Y empecé con mi hermano Gorka en la ikastola y también con mi primo, que cuando había comidas familiares después íbamos a jugar al fútbol. Les veía y decía yo también quiero jugar. Me apunté en la ikastola Larramendi, cuando vivíamos en Mungia. Luego pasé al Bizkerre, porque ya no podíamos jugar con chicos.

¿Qué es lo mejor que le ha pasado en el fútbol?

—Tengo muchos momentos. Cuando llegué al Athletic con quince años, ganar la Eurocopa con la selección sub'17, con Nerea y Paula, y lo de esta temporada, renovar y llegar al primer equipo del Athletic.

También han renovado Azkona, Valdezate y Oihane. ¿Está el Athletic blindando a su joven plantilla?

—Lo fuerte que tiene el Athletic es la cantera y viene pisando muy fuerte, ya que se trabaja muy bien. Por ejemplo, en el filial quedamos campeonas de la Segunda Iberdrola. Luego, que esas jugadoras lleguen al primer equipo dice mucho del Athletic.

¿Y se puede aspirar con esa cantera a estar arriba en la clasificación?

—Sí, por qué no. La liga cada año sube de nivel y es más difícil, pero con esfuerzo y sacrificio, si todas ponemos de nuestra parte, por qué no.

"Desde pequeña siempre he querido jugar en el Athletic y que me hagan un contrato; aquí es donde quiero estar"

"Era la tercera pretemporada que hacía con el primer equipo, la he aprovechado a tope y ha dado sus frutos"

"Gimbert es un ejemplo a seguir. Es un referente y jugar al lado de ella es la hostia"