Jornada clave para tomar impulso en la búsqueda de Europa. Después de sufrir ante el Barcelona la primera derrota tras el parón de liga, el Athletic afronta un fin de semana que puede acercarlo o alejarlo definitivamente de una séptima plaza que asoma a cinco puntos de distancia. Ganar mañana al Mallorca en San Mamés, donde los leones se han hecho fuertes pese a la ausencia de público al firmar las tablas contra un lanzado Atlético (1-1) y vencer al Betis (1-0), se antoja fundamental para mantener intactas unas opciones continentales que no se han evaporado pese al tropiezo en el Camp Nou. La jornada intersemanal ha dado una vida extra a los rojiblancos con la derrota de la Real Sociedad y los empates de Villarreal, Getafe y Granada. El Valencia, metido en la pelea por los puestos de la Europa League alejado ya de la zona Champions, también perdió ayer en Ipurua para situar al Athletic en un escenario en el que todo lo que no sea sumar los tres puntos contra el Mallorca supondrá un duro revés anímico y deportivo en cuanto a las aspiraciones de los hombres de Gaizka Garitano, conscientes de que citas como la de mañana no se pueden dejar pasar sin alzar los brazos al término de los noventa minutos.

Para sacar adelante el partido, después de optar por una alineación revolucionaria en la visita al Barça, las piernas de los teóricos titulares gozarán de una frescura que también se presume vital en el panorama actual, con una incesante acumulación de encuentros sin apenas margen para el error. No lo habrá tampoco en el inmediato duelo contra el conjunto bermellón, que aterrizará en San Mamés en puestos de descenso y, por tanto, con una imperiosa necesidad de sumar que también presentan los rojiblancos, sabedores, además, de que la jornada proyecta enfrentamientos directos que apuntan en su beneficio. Cuatro de los cinco equipos que figuran por encima en la clasificación y, por ende, en plena disputa por conseguir billete europeo de cara al próximo curso, se miden entre sí. Villarreal y Valencia se verán las caras en el Estadio de la Cerámica y Getafe y Real Sociedad, ambos en medio de una inesperada crisis de resultados, en el Coliseum. Solo el Granada, noveno con un punto más que los bilbainos, tendrá enfrente un rival sin pretensiones continentales al recibir al Eibar en el Nuevo Los Cármenes.

La jornada, así las cosas, se vislumbra favorable a los intereses del Athletic siempre cuando los puntos no vuelen mañana de una Catedral obligada a convertirse, pese a las circunstancias, en el habitual fortín a la espera de sumar a domicilio los puntos pertinentes para subir escalones en la clasificación en las siete jornadas que restan para la conclusión del campeonato.

Ese es el escenario en el que se mueven los de Garitano, con un complicado, pero no imposible reto a la vista que pasa por dejar escapar el menor número de puntos posible a expensas de que los demás equipos continúen acumulando tropiezos en las fechas venideras. En ellas, a la carrera y sin tiempo para la pausa, ni la reflexión, se repartirán unas papeletas europeas a las que pretende opositar con fuerza el Athletic. Demostrarlo en el campo, más allá de los micrófonos, es el siguiente paso a fin de no perder terreno y no desfallecer en una vibrante y exigente lucha en la que los rojiblancos suspiran por mantenerse en pie hasta el pitido final del último partido, para lo cual debe coger mañana el impulso necesario a costa del Mallorca.