La Liga regresa a San Mamés el próximo domingo. Tras tres meses de parón, el estadio rojiblanco volverá a albergar un partido de fútbol; pero, aunque el balón rodará sobre el césped como siempre, la vuelta será de todo menos típica. Y es que el encuentro ante el Atlético de Madrid estará marcado, como todo lo queda de temporada, por el protocolo sanitario confeccionado por LaLiga y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Una necesaria normativa que ha vaciado las gradas, ha prohibido el contacto innecesario y ha copado los estadios de hidrogel, mascarillas y material precintado. El nuevo fútbol llegará a San Mamés el domingo y lo hará para quedarse.

Porque tan solo serán 220 las personas que presencien el duelo en La Catedral, entre jugadores, cuerpos técnicos y médicos, colegiados, directivos, medios de comunicación y empleados. Y todas ellas no solo deberán pasar el control de temperatura y acatar las normas estrictas de higiene -la mascarilla y los guantes serán obligatorios- sino que también deberán aparecer en una lista que será confeccionada y fijada hoy. Asimismo, el protocolo sanitario dividirá San Mamés en tres zonas: la roja, la verde y la azul. La primera hace referencia a los alrededores del estadio, los accesos y los aparcamientos, donde no podrá haber más de 32 personas entre seguridad y producción televisiva. Mientras que la última alude al espacio ocupado, entre otros, por los directivos -cuatro del Athletic y dos del Atlético- y la prensa -cuatro televisiones sin derechos, cinco radios y seis de prensa escrita-, que deberán abandonar el estadio durante los diez minutos siguientes al pitido final ya que las ruedas de prensa posteriores serán telemáticas.

En cuanto a la zona verde, esta será la ocupada por los protagonista de partido y, por ende, será la que más medidas de higiene requerirá. Los vestuarios, los banquillos y las porterías serán desinfectadas 24 horas antes del encuentro y algunas zonas de tránsito, como los pasillos, incluso durante el mismo. Los 23 futbolistas y los 8 miembros del cuerpo técnico y médico de cada equipo, los cinco árbitros, los cuatro recogepelotas, ocho fotógrafos y el personal sanitario, de limpieza y de mantenimiento del césped forman este grupo de personas que superará ligeramente el centenar.

Para ellos, el protocolo será mucho más estricto: se deberá de respetar la distancia de seguridad fuera del terreno de juego (los doce suplentes deberán diseminarse por las primeras filas de la grada), portar mascarillas y desinfectar los balones con asiduidad. Asimismo, los jugadores y los colegiados se cambiarán de ropa -que estará precintada hasta ese momento- en el descanso, utilizarán botellines individuales y deberán lavarse las manos cada vez que salgan del césped. De igual forma, quedan suprimidos los saludos iniciales, los pasamanos y la foto de equipo, aunque LaLiga ya anunció que no sancionará los abrazos de celebración tras un tanto.