Iñigo Córdoba cree que la final de Copa que deben disputar el Athletic y la Real Sociedad en el estadio de La Cartuja de Sevilla a la vuelta del confinamiento con motivo del coronavirus "es una fiesta" que deben "disfrutar los jugadores en el campo y la afición en las gradas".

"El Athletic, la Real y la Federación Española siempre han defendido que sea con público y eso es importante porque es una fiesta que tenemos que disfrutar los jugadores en el campo y la afición en las gradas", dijo el jugador bilbaíno, partidario de que la final no se juegue a puerta cerrada.

En una rueda de prensa virutal #desdecasa en la que contestó a preguntas de periodistas y aficionados, Córdoba aseguró que todavía se le "pone piel de gallina" cuando se acuerda del gol de Yuri Berchiche en Los Cármenes que clasificó al Athletic para la final cuando ya el Granada había remontado el 1-0 de la ida en San Mamés.

"Lo recuerdo con mucha alegría porque estábamos con el agua al cuello, faltaba poco tiempo y fue una liberación saber que con ese gol estábamos en la final. Al recordarlo se me pone la piel de gallina", dijo.

El de Deusto enmarcó ese encuentro en una "última semana" de competición en la que el Athletic dio la vuelta a una mala racha de diez partidos seguidos sin ganar con un triunfo en San Mamés ante el Villarreal, se clasificó para la final de Copa y sumó un triunfo por goleada en Valladolid (1-4) "con un gol y una asistencia" suyas.

Una semana que Córdoba tiene como una de las mejores de su carrera al haber recuperado el protagonismo perdido después de ser asiduo en el equipo en la primera parte del curso. "Sí que estaba en un buen momento. Llevaba una semana entrando con el grupo después de estar mucho tiempo fuera y sí que corté esa racha", se felicitó.

Y avanzó que está "trabajando bien y fuerte para, cuando vuelva el fútbol, regresar a su "mejor nivel".

El extremo vizcaino recordó que es "socio desde los tres años", que de pequeño "iba a San Mamés en diez minutos pasando la ría por el Puente Euskalduna, que entró en el Athletic en edad "infantil" y que "ahora representar al Athletic en primera persona" es para él "muy bonito y muy chulo".

También aseguró que le ha hecho "especial ilusión" superar diferentes etapas y debutar en el primer equipo "con Unai Núñez, con el que lleva compartiendo vestuario desde los 13/14 años".

Córdoba, aún sin haber tenido "un ídolo" concreto, si ha tenido como referentes a dos "grandísimos jugadores" como Joseba Etxeberria y un Markel Susaeta al que "está agradecido" por lo que aprendió de él al compartir vestuario. "Me siento muy identificado con él y también como persona por todos los valores que tiene", confesó.

Asimismo, se mostró ilusionado con poder coincidir en el primer equipo con su hermano Asier, otro prometedor extremo izquierda que ya está en el Bilbao Athletic. "Ojalá. Es un sueño de toda la familia que mi hermano pueda llegar al primer equipo y compartir el vestuario con él sería muy emocionante para él, para mí y para toda la familia", confesó.

Córdoba aseguró que las declaraciones de Gaizka Garitano antes del parón, cuando reconoció haber sido injusto durante los meses en los que no contó con él, le sirven de motivación.

"Son declaraciones que me motivan, me hacen confiar en mí mismo y me dan muchísima fuerza para seguir la línea en la que estoy", aseguró, dispuesto a "celebrarlo por todo lo alto" si marca el gol en la final de Copa que dé la victoria al Athletic.

"Sería algo histórico. Estamos deseando ganarla y me da igual quien marque el gol. Ojalá que sea yo, pero con que el balón entre en la portería nos vale", resumió sus sensaciones y las de sus compañeros de cara a la final