Una semana ha bastado para que el Athletic y su entorno hayan recuperado la sonrisa. El sufrido triunfo frente al Villarreal, la clasificación para la final de Copa del próximo 18 de abril en Sevilla a pesar de caer derrotado ante el Granada (2-1) y la cómoda victoria del domingo contra el Valladolid han generado ilusiones renovadas en una hinchada que lo veía todo muy negro después de que el equipo encadenara diez jornadas seguidas sin ganar. Solo el caminar del equipo en Copa sostuvo cierta ilusión, que se disparó con el gol de Yuri Berchiche en el estadio de Los Cármenes. Juego y sensaciones al margen, se podría decir que el Athletic ha superado con nota la que hasta la fecha era la semana más importante de la temporada, pues ha cumplido con los objetivos. De paso, ha recuperado para la causa a un futbolista como Iñigo Córdoba (Bilbao, 13-III-1997).

La situación vivida por el extremo zurdo, un futbolista con un perfil único dentro de la amplia plantilla que tiene Gaizka Garitano a su disposición, bien merece un análisis. No obstante, ha pasado del más absoluto ostracismo a la titularidad en los dos últimos partidos de liga, a lo que hay que añadir que fue el primer cambio del Athletic en el choque de Copa ante el Granada. Una montaña rusa de emociones que el joven futbolista ha llevado como buenamente ha podido y que, visto el nivel ofrecido por Córdoba en los tres últimos encuentros, puede contabilizarse como un error del técnico. El propio Garitano entonó el mea culpa sobre esta cuestión el domingo en Valladolid: “Seguro que he sido injusto con él porque ha habido bastantes partidos en los que no ha jugado. Me alegro mucho por él porque es un jugador que suma”.

Cierto es que en su prolongada ausencia en liga, que duró desde el 14 de diciembre hasta el pasado 1 de marzo, con el único paréntesis del choque copero frente al Elche, el entrenador de Derio apostó en varias ocasiones por jugar con defensa de tres centrales y dos carrileros, donde no parece que Córdoba tenga fácil encaje, pero casualidades de la vida, con su vuelta al equipo el Athletic se reencontró con la victoria diez jornadas después. El extremo fue titular en los dos primeros choques de esa larguísima serie de partidos sin conocer el triunfo, los que enfrentaron a los leones con Betis y Eibar, pero tras el derbi desapareció prácticamente del mapa.

Diana fácil para los críticos y señalado en numerosas ocasiones por Garitano, Córdoba está realizando un máster de madurez en la que es su tercera temporada como león. Una lesión de rodilla producida en el amistoso ante la Roma de pretemporada le impidió ser de la partida en los dos primeros encuentros de liga y no se estrenó hasta el tercero, en el derbi ante la Real Sociedad en San Mamés. Fue titular, como lo ha sido en trece de las catorce citas ligueras en las que ha tomado parte (868 minutos, el décimo segundo de la plantilla en liga). Un dato que llama poderosamente la atención, como también que haya sido sustituido al descanso en cuatro de esos catorce partidos. En Copa, competición en la que ha participado en dos encuentros, también sabe lo que es quedarse en el vestuario al descanso. Así ocurrió en Elche.

los pitos y los intangibles Por si fuera poco castigo, Iñigo Córdoba tuvo que convivir durante algunos partidos con los pitos de una parte de la afición de San Mamés. Una crítica desmedida para un futbolista de la casa. Garitano salió rápido al paso pidiendo “paciencia” para los jugadores formados en Lezama. El extremo jugó en doce de las primeras diecisiete jornadas y desde entonces sus participaciones ligueras se limitan a dos. Aunque el técnico pidió paciencia a la grada, no le tembló el pulso para dejarle fuera de un buen puñado de convocatorias.

Los reproches al futbolista se centran en aspectos tangibles del juego, como los goles y las asistencias, facetas estas en las que tiene su mayor margen de mejora, pues su entrega y sacrificio son siempre envidiables. Este curso suma un gol, el logrado el domingo en Valladolid, y dos asistencias, una de ellas también en la cita de Pucela. Aunque sus números son mejorables, que en la plantilla no haya un futbolista de un perfil similar al suyo hacen de él el principal candidato a ocupar la posición de extremo zurdo. Además, en el propio vestuario aseguran que su presencia en el campo hace mejor a Yuri Berchiche, con quien se entiende a las mil maravillas sobre el verde.

Por lo pronto, tras dos meses y medio en el ostracismo, el extremo bilbaino está de vuelta y, con él, las victorias. Talismán Córdoba.

Titularidades

14

Trece en liga y una en copa

Ha jugado 16 partidos. En la montaña rusa de sensaciones que está viviendo este curso Iñigo Córdoba, llama la atención que haya sido titular en catorce de los dieciséis partidos que ha disputado esta temporada. El extremo solo ha salido desde en banquillo en dos ocasiones, ante el Villarreal en liga y contra el Granada en Copa. Ha marcado un gol y repartido dos asistencias.

“He sido injusto con él porque ha habido bastantes partidos en los que no ha jugado”

Gaizka garitano

Entrenador del Athletic