Bilbao - "Estamos en una dinámica de resultados muy negativa, pero por estas rachas hemos pasado bastantes veces. Queremos cambiar la dinámica lo antes posible y el domingo tenemos una buena ocasión. Creo que, excepto uno, los partidos podían haber caído de nuestro lado, pero no ha pasado y te vas metiendo ahí. No creo que sea alarmante, estamos a tiempo de cambiar esto, el equipo es consciente. El hecho de hacerlo este domingo vendría bien de cara al partido de Granada". La reflexión es de Óscar de Marcos, cuya presencia ayer en la sala de prensa de Lezama cabe catalogar de inesperada, al tratarse de un jugador que lleva mucho tiempo de baja y que tampoco se incorporará en breve al equipo.

Parece obvio que el contexto deportivo está detrás de la elección del veterano futbolista por parte del club para comparecer ante los medios. De Marcos garantiza mesura y sentido común en sus declaraciones. A nadie se le escapa que el horno no está para bollos, la dilatada serie de reveses, agudizada con cuatro derrotas en febrero, y la inminencia de la vuelta de las semifinales de Copa, aconsejaban recurrir a un portavoz que se maneja con seguridad ante los micrófonos. Una medida esta que no es la única adoptada por los responsables del Athletic, dado que la plantilla ha recibido la recomendación de limitar o aplazar sus apariciones públicas en vísperas de recibir al Villarreal.

Y como cabía suponer, De Marcos hizo gala de su saber estar, aunque ciertamente el tono de las preguntas fue muy amable. Negó que la saturación de esfuerzos esté en el origen de la crisis, pero admitió que la Copa ha podido apartar el foco de la liga, dijo que ve sereno a Gaizka Garitano y apeló a la unidad de todos los estamentos para salir de un bache que no es el primero que ha conocido en una década larga en el equipo.

Sobre el patente desgaste físico del bloque titular, opinó así: "Es un cúmulo de muchos partidos, pero yo a la gente le veo bien físicamente. Muchos años hemos competido entre semana y el equipo lo ha podido acusar en algún momento. Es algo lógico, pero no creo que sea el motivo por el que no sacamos resultados. Veo muchos partidos igualados, igual hay pequeños detalles que se nos están escapando y una serie de secuencias te lleva a meterte en esta situación. Ahora mismo hay que estar más juntos que nunca, el equipo y la afición. Hemos vivido este año noches muy bonitas en San Mamés, quizás hemos focalizado mucho la mente en la Copa y hay que ser realista de que en liga necesitamos también ganar. Este domingo es el día importante y luego ya pensaremos en lo que venga".

Quiso diferenciar lo de ahora de la experiencia del ejercicio anterior, que incluyó el cambio de entrenador: "Entonces tuvimos dificultades grandes y ahora no es así, pero la actual dinámica es negativa y es el momento de afrontarlo. Quizás hemos focalizado mucho en la Copa, pero pueden pasar cosas muy bonitas este año, no hay que olvidarlo. Estamos a las puertas de algo muy interesante. Hay que estar con la mente abierta y ver todo".

Preguntado por la corriente de reproches dirigidos a Garitano, De Marcos recordó que es lo normal: "Al entrenador es al primero al que se le juzga. Como hace poco había muchos halagos hacia él, ahora hay alguna crítica más. El fútbol es así, va por rachas. Es entendible que en vez de criticar a 25 se critique a uno, pero todos tenemos nuestra parte de culpa. Yo al entrenador le veo bien, tranquilo y con las ideas muy claras sobre lo que hay que hacer".

Del mismo modo, calificó de "inevitable la ilusión que se respira en el ambiente por la opción de acceder a la disputa de un título: "Cuando te vas acercando a algo que puede ser muy bonito se genera ilusión en el cuerpo. Recuerdo las finales que viví con Marcelo, la de goles que metí en la final, visualizaba y veía que metería cien goles, mil. Generar ilusión es bueno porque ayuda a estar activo, puesto. La ilusión es necesaria, pero con los pies en la tierra. Vamos a ir poco a poco, queda mucho para poder vivirlo y ojalá así sea".

OTRO MES, MÍNIMO En cuanto a su situación personal, aseguró que el proceso de rehabilitación sigue adelante. De Marcos no juega desde octubre por una lesión de tobillo que le obligó a entrar en el quirófano. Los médicos calcularon un período de unos tres meses para su vuelta y se acaba de cumplir el segundo. Confesó estar ansioso por regresar, si bien dijo que irá con cuidado: "Cuando estás dentro, juegas y no lo valoras. Si estás fuera tienes muchas ganas de jugar, pero debo controlarme e intentar llegar de la mejor manera posible". Por supuesto a De Marcos le encantaría llegar a tiempo para la final de Sevilla: "Si llega la fecha, ojalá que por lo menos esté disponible".