Bilbao - Una derrota cruel. Eso significó el revés de ayer para Gaizka Garitano, apesadumbrado una vez más en sala de prensa tras ver cómo el Athletic, de más a menos en su visita a Mendizorrotza, sumaba la décima jornada de liga consecutiva sin ganar en un partido en el que el técnico rojiblanco no vio superior al Alavés. "En los últimos veinte minutos nos ha costado más llegar al área rival, pero no estábamos pasando ningún apuro y el partido estaba para el empate", apuntó el derioztarra, quien explicó que "hemos tenido que hacer los cambios por el cansancio de los jugadores de arriba y al final se nos ha ido el partido en una falta como nos pasó contra Osasuna".

"Cuando estás en una dinámica así te sacan una falta lateral en el minuto 90 y te hacen gol", expuso asimismo Garitano, quien reconoció que sus hombres estaban anímicamente tocados en el vestuario tras morder el polvo ante el conjunto gasteiztarra. "Imagínate, ves que el trabajo que haces no tiene recompensa", lamentó el timonel rojiblanco, que también admitió que "desde que estoy aquí es el momento más difícil". No es para menos. Con 31 puntos en liga, nueve más que el Mallorca, decimoctavo en la clasificación, pero con los puestos europeos cada vez más lejos al no sacar adelante ningún partido en el campeonato de la regularidad desde el pasado 1 de diciembre, la situación se torna delicada para un equipo que volvió a regalar ayer dos goles "muy evitables".

"Uno viene de un saque de banda muy largo y un contragolpe, mientras que el segundo es a balón parado, las dos principales armas que comentaba en la previa que tenía el Alavés. Nuestro portero no sé si ha intervenido alguna vez o ha hecho alguna parada, por lo que no veo que los rivales sean mejores que nosotros en el trámite, pero sí tienen una mejor finalización que la nuestra, eso sin duda. Han sacado un córner y nosotros nueve, pero ahí está la diferencia también", subrayó cariacontecido el entrenador vizcaino, que, de cara al futuro a corto plazo, con el Villarreal como próximo rival en liga en San Mamés y la vuelta de la semifinal de Copa frente al Granada a apenas una semana vista, señaló que "no conozco muchas más opciones que seguir, pasar un día fastidiados y continuar".

"Tenemos que levantarnos, volver a los entrenamientos con la mayor motivación del mundo, mirar al día a día y cambiar la dinámica cuanto antes", advirtió, además, Garitano, quien no escondió en relación al apartado físico que "siempre se hace la lectura de que el equipo no está bien físicamente cuando pierde, pero es verdad que en los últimos minutos no hemos podido mantener la presencia que queríamos arriba".

SIN EXCUSAS ARBITRALES Cuestionado por la polémica tarjeta amarilla que vio Ximo Navarro por su entrada a Iñaki Williams en la primera mitad, la cual pudo merecer una cartulina roja que no interpretó así el colegiado Mateu Lahoz, Garitano optó por no pronunciarse al respecto, dado que "llevamos mucho tiempo sin ganar y no voy a poner excusas de arbitrajes ni nada de eso".