BILBAO. Inseguridad, desconcierto y, sobre todo, miedo. Mucho miedo. Eso proyectaba el Athletic hace hoy un año, cuando Josu Urrutia, quien figuraba el 4 de diciembre de 2018 como presidente de la Junta Gestora que comandaba el club a las puertas de las elecciones a la presidencia, pulsó un botón que no se activaba desde 2006 para establecer un cambio de rumbo en el banquillo con la temporada en marcha. Eduardo Berizzo, seis meses después de aterrizar en Bilbao, era destituido en medio de una situación de considerable gravedad, con el equipo ocupando puestos de descenso tras sumar solo once puntos en los catorce primeros partidos de liga y encadenar trece jornadas consecutivas sin ganar. Con 14 goles a favor y 23 en contra, reflejo de una pronunciada dificultad para ser resolutivo en ambas áreas, asomaba un Athletic a la deriva, sin identidad y perdido con un creciente riesgo de perder la categoría al que decidió hacer frente, sin dudar, Gaizka Garitano, quien asumió la delicada misión de capitanear un barco que se hundía.

Tomó el mando el técnico derioztarra, tras promocionar desde el Bilbao Athletic, con resultados de inmediato. Después de debutar en Huesca en partido de Copa con una goleada (0-4), sacó adelante su estreno en liga ante el Girona en San Mamés (1-0) para levantar paulatinamente a una plantilla que fue alejándose de la zona roja de la tabla para quedarse a un paso de clasificarse para Europa e iniciar el nuevo curso con aires renovados. Al término de la decimocuarta jornada del presente curso, antes, por tanto, de enlazar el tercer triunfo seguido en el campeonato a costa del Granada, los números resultaban reveladores: doce puntos más que en los mismos partidos dirigidos por Berizzo y cuarto mejor equipo en las 38 jornadas con Garitano en el banquillo -18 victorias, 11 empates y 9 derrotas, con 42 goles a favor y 31 en contra-, superado solo por los registros de Barcelona, Atlético y Real Madrid.

Con Unai Simón como portero menos goleado en la actual edición liguera, en la que el Athletic figura en quinta posición con 26 puntos, los mismos que suma la Real Sociedad, cuarta en la tabla, tres exentrenadores rojiblancos como Joaquín Caparrós (Utrera, 15-X-1955), Javier Irureta (Irun, 1-IV-1948) y José Manuel Esnal Mané (Balmaseda, 25-III-1950) destacan con DEIA el “gran trabajo” realizado hasta la fecha por Garitano, el técnico “ideal” para los leones a ojos de Caparrós. “Los resultados están ahí”, advierte el de Utrera, quien remarca que el derioztarra “llegó en un momento complicado y con su conocimiento del Athletic marcó una línea de juego muy significada con la historia del club”. “Estuvo a un paso de meterse en Europa y este año está mejorando los números de la pasada temporada demostrando que es el entrenador ideal para el Athletic por su perfil”, agrega Caparrós, al frente de los bilbainos entre 2007 y 2011 y que vio desde el banquillo del Sevilla cómo los rojiblancos perdían el billete continental el pasado curso al caer derrotados en el Sánchez Pizjuán en la última jornada de liga.

“Fue un partido muy complicado, pero lo importante es que el Athletic terminó bien y que también está bien ahora. No soy partidario de buscar experimentos y Garitano reúne toda idiosincrasia y ADN del Athletic”, remarca el andaluz, quien comparte visión con Irureta, quien resalta que el preparador vizcaino “dio la vuelta a la situación del equipo dando confianza a los jugadores con una idea de fútbol clara en cuanto a no jugar alegre, sino de una manera más rígida y este año me está gustando también su labor al introducir variaciones como la de abrir a Williams a la banda y situar a Raúl García como delantero”. “Está haciendo un equipo difícil de batir, fuerte en el plano físico y táctico y creo que los aficionados están contentos”, añade el irundarra, con pasado en el banquillo del Athletic en el ejercicio 1994-95 y con la esperanza de volver a ver a los leones en competición europea, para lo cual “están en el buen camino”, si bien “hay varios equipos metidos en la lucha y todavía queda mucho, porque no ha acabado ni la primera vuelta”.

UNA MEDIDA DE URGENCIA

Mané, sabedor de la dificultad de coger las riendas del Athletic en circunstancias sumamente adversas con el curso en pleno desarrollo, lo cual le tocó hacer en la temporada 2006-07 tras sustituir en el cargo a Felix Sarriugarte, el último entrenador destituido en Bilbao antes de Berizzo, pone el foco en que lo más complicado para Garitano, hijo del que fuera su segundo, Ondarru, fueron “los primeros momentos, al tener que revertir una situación de cuesta abajo, estabilizar al equipo en todos los aspectos y hacer después que el proyecto tuviera largura de miras”.

“Era una medida de urgencia y estabilizar al enfermo como hizo tuvo un mérito muy grande, porque posteriormente le ha dado salud y porvenir”, subraya asimismo Mané, quien también destaca que de Derio “va integrando matices importantes dando oportunidades a gente que no estaba en primera fila y quienes vamos a San Mamés vemos que el equipo tiene mucha seguridad defensiva, agresividad y que genera muchas llegadas al área rival”. “Merece un reconocimiento”, determina Mané en el aniversario feliz de Garitano.