bilbao - El Athletic es el mejor equipo del último mes, con idéntico registro que el Madrid, tras resolver ayer un partido bastante más complicado de lo que dice el marcador. Dentro de la consabida dificultad que entraña cualquier jornada, pocos rivales le han exigido lo que un Granada que compite a un nivel muy superior al que cabría esperar dado el escaso renombre de sus futbolistas. Esta circunstancia, que deparó alguna fase favorable al cuadro visitante, supo gestionarla con entereza, apoyado un día más en su excelente balance defensivo, pero necesitó asimismo de un grave error ajeno para adelantarse. El estúpido penalti cometido por el central Duarte sobre Raúl García aligeró la ardua tarea desarrollada de principio a fin, hasta que Yuri hizo el segundo cerca ya de la conclusión.

Quien no conociera las andanzas de este recién ascendido tuvo ocasión de empaparse a fondo en San Mamés y entenderá ahora el porqué de la trayectoria de los chicos de Diego Martínez. El locuaz técnico, en la grada por sanción, ha montado un equipo muy físico, ordenado y áspero. El Granada no se achica fácilmente, lo comprobó en su piel un Athletic que a punto estuvo de verse sorprendido de salida, en un lance donde Simón cometió un exceso de confianza que él mismo arregló con un palmeo providencial, y tuvo que emplearse a fondo en cada acción. Al margen de que el portero después casi no interviniese, hay datos que ilustran el grado de dificultad del duelo. Por ejemplo que al Athletic le costase casi 20 minutos tomar la iniciativa y mandar como le gusta o la incomodidad que padeció durante buena parte del segundo acto.

Es posible que la ventaja, adquirida con el descanso muy próximo, no corriese peligro, pero el Athletic apenas volvió a pisar el área andaluza, concentrado como estuvo en no perder el sitio y frenar el ímpetu de un Granada, evitando en todo momento conceder lances a balón parado, su vía favorita de acceso al gol. Otra de las bazas que exprime a fondo el Granada es el juego subterráneo, una mezcla de dureza y teatro, que pone a prueba el temple de sus adversarios. Diez amarillas equitativamente repartidas dan una idea de por dónde fueron los tiros, así como del examen a que fue sometido un árbitro sin recorrido en la élite.

Por fortuna, Cordero Vega anduvo listo para sancionar el arrebato de genio de Duarte, quien con un aparatoso empujón derribó a Raúl García cuando Rui Silva tenía el balón en su poder. Y el VAR colaboró al detectar que el portero salió de la línea antes de que el delantero chutase desde los once metros, obligando a repetir la ejecución del castigo, mucho más contundente en la segunda oportunidad. El 1-0 cerró la mejor fase del Athletic en ataque, un tramo donde apareció esa versión fluida y vertical que procura llegadas muy nítidas. La aportación de Unai López, acaso en su actuación más completa, fue decisiva para lograr dinamismo y precisión, al igual que en ratos menos vistosos, robo, pausa y criterio. El menudo centrocampista culminó su labor filtrando a la espalda de la zaga un pase diagonal milimétrico que Yuri incrustó en la red.

Pero antes de que la grada y el propio equipo respirasen profundamente, fue preciso currelar a fondo. Primero para rehacerse ante la intensa puesta en escena del Granada, luego para adueñarse de la pelota, avanzar líneas e ir elevando paulatinamente la velocidad de las combinaciones y generar espacios. Sancet se ofrecía, pero acumuló múltiples pérdidas. Dani García, muy acelerado de salida, tenía que ir con tiento a causa de la amarilla que se ganó muy pronto. Yuri y Capa querían subir, pero sus pares no les perdían de vista y Puertas, en concreto, no disimulaba su querencia por la bronca, con varios compañeros prestos a secundarle. Encuentro muy duro que se hizo más llevadero desde que el Granada asumió que tenía que taparse mejor y se replegó. Córdoba probó al palo corto y luego Williams, en jugada individual, y Raúl García, en la combinación más brillante, de Córdoba y Yuri, remataron fallidamente. Funcionaba entonces el Athletic, pero los minutos pasaban sin novedades. Vino entonces la acción del penalti a modo de premio a la buena lectura del juego realizada.

seriedad En la reanudación, el Granada ganó metros, movió el balón con cierta prestancia y tuvo el Athletic que sacar a relucir su acreditada firmeza en la contención, con Iñigo intratable en el cierre. Las entradas de Lekue y San José se agradecieron, la posesión se fue inclinando del lado del anfitrión. Los apoyos constantes de Unai López permitían romper líneas con Williams al lado del destajista Raúl García. El equipo había salido indemne del esfuerzo extra invertido para que el Granada no se subiese a la parra y los últimos minutos se encararon con buen talante. La guinda del segundo gol sería la consecuencia de la seriedad rojiblanca.

Sin remangarse no hay puntos. Se trataba de hacérselo ver a un adversario habituado a desgastarse y que nada tenía que perder. Así que una vez neutralizado el empuje sin profundidad del Granada, el Athletic aún tuvo arrestos y bazas para obligarle a recular. Ahí afloró el enorme desgaste andaluz. El físico tuvo su influencia y el acierto de Yuri fue la puntilla. El ánimo del Granada cayó en picado. Lo había intentado, pero enfrente tuvo un señor equipo, un equipo que por algo es el mejor del mes. La rabia contenida que expulsó Gaizka Garitano en la celebración del segundo gol fue sintomática. De alegría sí, pero también de liberación porque sus hombres habían puesto todo de su parte, sudor e inteligencia, para solucionar un partido de armas tomar.

ATHLETIC: Unai Simón; Capa, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López; Williams, Sancet (Min. 71, Lekue), Córdoba (Min. 64, Ibai); y Raúl García (Min. 81, San José).

GRANADA: Rui Silva; Víctor Díaz, Domingos Duarte, Martínez, Quini; Gonalons, Yangel Herrera (Min. 57, Carlos Fernández), Montoro; Antonio Puertas, Machís y Soldado (Min. 67, Vadillo).

Goles: 1-0: Min. 41; Raúl García, de penalti. 2-0: Min. 83; Yuri.

Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro). Por el Athletic, mostró tarjeta amarilla a Dani García (Min. 8), Córdoba (Min. 47), Capa (Min. 50) Sancet (Min. 53) y Raúl García (Min. 81); y por el Granada, a Domingos Duarte (Min. 36), Rui Silva (Min. 39), Montoro (Min. 42) y Quini (Min. 91).

Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de LaLiga Santander disputado en San Mamés ante 37.974 espectadores, según datos oficiales.