lezama - El vestuario del Athletic confía en la hoja de ruta de su entrenador. Aunque Ángel Villacampa no se ha estrenado de la mejor manera posible al frente del club rojiblanco, Marta Perea admite que en la caseta están con el técnico toledano. La centrocampista vizcaina, un fruto más de la cantera de Lezama, pide tiempo para revertir la situación. Y el Reale Arena (16.00 horas) es el mejor escenario posible para ello.

Vaya momento para afrontar un derbi contra la Real en Donostia.

-Sí. Ya sabemos lo importantes que son los derbis y justo ahora, si cabe, un poco más por el momento que vivimos.

Parecen dos equipos con los papeles cambiados.

-No me gusta decirlo, pero puede ser por lo que hemos ido viviendo estos años. Pero a cualquiera le puede venir una racha mala como llega una buena. El mundo del fútbol es así.

¿Cómo se le puede ganar a la Real Sociedad?

-Sabemos que el derbi va a ser un partido muy complicado y muy competido y la única forma de ganar es yendo todas a una y haciendo lo que sabemos hacer de la mejor forma. Hay que hacer un buen partido.

¿Escoció mucho la derrota en la Euskal Herria Kopa?

-A todas nos gusta ganar. Y siempre que pierdes duele, al final es un derbi, un partido especial. Sí que te fastidia perder.

¿Qué le pasa al Athletic esta temporada?

-No creo que sea más allá de un comienzo con tres derrotas. Son todo cambios y los cambios cuestan. Cuesta adaptarse a ellos y la inmediatez no existe. Estamos trabajando mucho y, de momento, los resultados no nos han salido como queríamos, pero no tengo ninguna duda de que las cosas van a empezar a funcionar. Así que por esa parte, estamos tranquilas.

¿Cambios en la Primera Iberdrola, en la plantilla rojiblanca, con un nuevo entrenador, con cambios en el sistema??

-Eso es. Al final hay que engranar todos los cambios y dar con la tecla para que todo funcione. Las cosas no vienen de repente, es cuestión de seguir trabajando y llegarán los resultados.

Pero no negará que es un comienzo de temporada inesperado para el Athletic.

-Sí. Obviamente nadie lo esperaba y no es lo que queremos. Por eso vamos a trabajar para dar la vuelta cuanto antes y espero que sea mañana ante la Real.

Igual también la afición del Athletic tiene que ir pensando en nuevos objetivos.

-Qué va. No creo en eso, la verdad. De momento podemos seguir pensando en cosas grandes y lo mantenemos a pesar de que el inicio no ha sido como el que queríamos. Pero no tenemos ninguna duda en la plantilla que tenemos y en sus posibilidades.

Cuando hablo con ustedes, siempre escucho frases en boca del nuevo míster. ¿Está calando tanto en el vestuario Ángel Villacampa?

-Su forma de trabajar y la forma de entender el fútbol nos ha llegado mucho, aunque parezca que no. Es un entusiasmado del fútbol y lo vive con muchísima pasión. Y es lo que nos está intentando transmitir. Creo que lo está consiguiendo. Esa pasión en nuestro equipo no falta, aunque de momento no lo estamos demostrando tal y como queremos.

¿Era el momento del cambio de ciclo en el banquillo?

-Después de una racha de cuatro años siempre viene bien cambiar. Los cambios son buenos para todos, para las jugadoras e incluso para el entrenador.

Hay que evitar las comparaciones con el masculino, pero viendo a los dos primeros equipos del Athletic, los caminos son muy similares.

-Sí. Hay un mundo entre el fútbol femenino y masculino, pero en el caso del Athletic es un club en el que ambos equipos son muy cercanos, tenemos relación y sí que es cierto que hay muchas similitudes.

Esta temporada participa más en la primera plantilla, ¿qué le falta para entrar en el once regularmente?

-No lo sé. Ojalá lo supiera. Estoy trabajando todo lo que puedo y en el momento en el que tengo la oportunidad, tratar de aprovecharla. Esa es mi idea, además de ayudar lo máximo que pueda al equipo.

Parece que Ángel Villacampa confía en usted.

-Sí. Confía en toda la plantilla y cree que toda la plantilla es importante. Por esa parte estoy tranquila. Sé que si sigo trabajando, las oportunidades van a llegar. Hay que estar lo mejor preparada posible para cuando lleguen.

¿Dónde juega más a gusto?

-Siempre he jugado en el centro del campo, en la media punta. Pero ha llegado un punto en el que me da igual dónde jugar con tal de hacerlo. Pero sí es verdad que mi posición natural es interior, media punta, incluso siendo zurda suelo jugar más pegada a esa banda.

Se estrenó como goleadora ante el Madrid.

-Sí. En partido oficial fue mi primer gol en el primer equipo. Espero que vengan más.

Hable de su trayectoria.

-Empecé en la ikastola Larramendi de Mungia jugando con chicos hasta que ya no se podía seguir e hicimos un equipo femenino. Me llamaron con 15 años para empezar a ir a tecnificación con el Athletic dos días a la semana. Y al año siguiente me ficharon. He estado en el equipo B hasta hace un par de temporadas, que he tenido ya ficha del primer equipo.

¿Por qué empezó a jugar al fútbol?

-Desde pequeña estaba con un balón encima con mi hermano. Él era el portero y yo le chutaba. En el patio de la ikastola también todo el día estaba con el balón, al principio también jugaba al baloncesto, pero cuando tuve que decidir, no tuve ninguna duda y me decanté por el fútbol.

¿Entonces, el que más culpa tiene de que se dedique al fútbol es su hermano?

-Sí. Nos llevamos dos años y ahí estábamos en el jardín de casa rompiendo las plantas de ama.

¿Cuándo pensó que podía llegar al primer equipo?

-Siempre es como un sueño cuando las ves, pero hasta que no empiezas a ir a entrenar con ellas no lo ves como una realidad. Yo lo veía y decía ojalá, ojalá? pero siempre lo ves muy difícil hasta que te llaman para hacer la pretemporada y ves que es difícil, pero que te vas acercando. Nunca he sido consciente de decir estoy en el primer equipo. Ha sido pasito a pasito.

¿Cómo ve a las canteranas que vienen por detrás?

-Cada vez están más preparadas porque las jugadoras empiezan en Lezama desde más pequeñas. De aquí a unos años la cantera va a ser todavía mejor. Es de lo que se tiene que nutrir el Athletic. Es su esencia.

Nacida en Galdakao.

-Sí. Toda mi familia es de Galdakao. Nací allí y viví dos años. Pero desde los dos resido en Gatika.

¿Estudia?

-He acabado el máster de Ingeniería de Organización Industrial. Suena más de lo que es. No es tan técnica como la Ingeniería Industrial de toda la vida y está mezclada con gestión de negocios. Es una mezcla de las dos.

Le habrá costado mucho compaginarlo con el Athletic.

-Siempre lo he llevado bien. Sí que es verdad que ha habido épocas que he estado más saturada y agobiada estudiando a las noches. Pero al final, te acostumbras y lo llevas. Ahora me costaría volver a pasarlo todo, pero echando la vista atrás, tampoco ha sido para tanto.

¿Le ayudaron como estudiante por estar en el Athletic?

-No, no te creas. A veces te ponían pegas más que ayudar.

¿Cree que el fútbol femenino está cambiando?

-Muchísimo, la verdad. Ahora trabajamos a jornada completa, somos profesionales, vamos a Lezama, comemos allí... Es totalmente diferente.

¿Cómo puede competir el Athletic con el desembarco en la Liga Iberdrola de jugadoras extranjeras?

-La base tiene que ser la cantera. Y la unión y la garra que tenemos hay que sacarlas con todas las rivales.

¿Con quién se lleva mejor de la plantilla?

-Con todas. Somos una piña.

¿Y de la Real, con quién tiene una relación especial?

-He coincidido con alguna en la selección de Euskadi, aunque no tengo especial relación con ninguna. Bueno, con Maddi, que estuvo en el Athletic.

¿Con qué resultado se conforma en el derbi?

-Con ganar. Ante todo ganar.