bilbao - La presión se suele asociar a un estado de agobio. Pero en el fútbol puede leerse en sentido contrario. Ya lo expresó ayer Gaizka Garitano, al que no le incomoda gozar del liderato. Quiere estar lo más alto posible. Y el Athletic lo está consumadas las primeras cinco jornadas, aunque ayer perdiera el liderato de manera provisional gracias al empate sellado por el Granada en Valladolid, que deja al sorprendente equipo nazarí al frente de la tabla a la espera de lo que suceda en los partidos de hoy. El colectivo rojiblanco proyecta una euforia contenida, consciente de que todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, aunque nadie le puede quitar lo bailado hasta el momento. Por ello quiere que la fiesta continúe esta tarde en Butarque, donde le aguarda un Leganés muy necesitado, ya que el colista, que solo ha sumado un punto, necesita remontar el vuelo cuanto antes. El conjunto pepinero, con todo, recibe a los leones con la autoestima un pelín recuperada gracias al empate que selló en la jornada precedente en Mestalla y que determina que está en condiciones de dar guerra.

El Athletic no se fía del Leganés y sabe que puede convertirse en un partido trampa. Las diferencia de puntos entre ambos equipos a estas alturas de la película quizá es ficticia y no se corresponda a la realidad, pero también es evidente que cada uno está donde está por méritos propios. Y las sensaciones y los números retratan el favoritismo del conjunto de Garitano, que, además, regresa al campo donde ha firmado hasta la fecha la que es su última victoria como visitante. Lo hizo en la trigésimo cuarta jornada de la pasada liga en un partido que no le dejó satisfecho al margen del resultado, porque el fútbol que proyectaron aquella noche los leones no fue precisamente para tirar cohetes y el éxito llegó gracias a un autogol de En-Nesyri, uno de los futbolistas a vigilar por parte de los bilbainos. Desde entonces, el Athletic no conoce el triunfo lejos de Bilbao, ya que hincó la rodilla en sus dos viajes finales del anterior curso, Valladolid y Sevilla, y en los del actual ha saldado con tablas las visitas al Getafe y Mallorca, con un solo tanto a favor.

El conjunto rojiblanco se presenta en Butarque con la vitola de invicto y de ser el equipo menos goleado de las cinco ligas más importantes de Europa, avales suficientes como para pensar en sacar tajada, sobre todo porque el Leganés ha hincado la rodilla en sus tres partidos anteriores en su feudo (Osasuna, Atlético de Madrid y Villarreal) y en los que además no ha visto puerta en ocasión alguna, una sequía que retrata las dificultades que tiene el grupo de Mauricio Pellegrino para hacer gol. Se miden, por tanto, dos tendencias radicalmente opuestas, como el día y la noche, inercia de la que desea salir bien parado el Athletic, que no quiere bajarse de la ola a la que se ha subido, ya que encadenar una sexta jornada sin perder le permitiría hacer más caja y acentuar un buen momento que espera exprimirlo a lo máximo.

sin unai lópez ni aduriz Para ello, el colectivo de Garitano no debe bajar la guardia y ser fiel a sus principios. El derioztarra ejecutará algunas rotaciones porque toca dosificar con el cercano compromiso del sábado ante el Valencia en San Mamés en la mente, además de que son varios los jugadores que sufren ciertos castigos musculares, como es el caso de Iker Muniain, que, con todo, entra en la expedición de 19 jugadores citados por el técnico, que ha dado descanso a Unai López, uno de sus habituales, y a Aritz Aduriz, que no ha llegado a tiempo por una inoportuna sobrecarga. Así las cosas, Garitano mete en la lista a Mikel Vesga y Kenan Kodro, dos de los leones aún inéditos este curso, como principales novedades, en tanto que vuelven a quedarse en casa por motivos técnicos Cristian Ganea y Asier Villalibre, lo mismo que Óscar de Marcos y Mikel San José, que no se han recuperado de sus respectivas dolencias.

El once que presente Garitano en Butarque ofrecerá evidentemente retoques respecto al que ejerció frente al Alavés. La ausencia de Unai López, que se queda sin enfrentarse a su exequipo, abre las puertas de la titularidad a Beñat, que ha asumido la necesidad de reinventarse ante la promoción del donostiarra; en tanto que también se barrunta alguna novedad más, que podría llevar el nombre de Unai Núñez para ocupar el sitio de Yeray, posibilidades procedentes del campo de la especulación ante la falta de pistas por parte del entrenador, que se puede reservar algún cambio más. Así, Balenziaga cuenta con opciones para dar un respiro a Yuri Berchiche, mientras que Iñigo Córdoba, fuera de la convocatoria el pasado domingo, podría ocupar el costado izquierdo en detrimento de Muniain, que terminó el derbi ante el Alavés con síntomas de afección física. Sea como fuere, el Athletic es consciente de que hoy no puede fallar. El liderato seduce... y mucho.