bilbao - Hubo un tiempo, lejano eso sí, en el que para el Athletic ir a jugar a Mallorca era una especie de visita al dentista, pero sin anestesia. El conjunto rojiblanco mutaba cada vez que pisaba la isla, destino vacacional por excelencia, donde encadenó cinco derrotas consecutivas, dos de ellas muy recordadas, entre las temporadas 1997-98 y 2001-02. Lo de los bilbainos parecía más un viaje al infierno que a un lugar que presume de playas y rincones de ensueño. Jugar en territorio balear nunca ha sido fácil para un Athletic que, pese a ello, se llevó la victoria en su último encuentro liguero en Son Moix, donde se impuso por la mínima (0-1) gracias a un solitario tanto de Aritz Aduriz. Hay que remontarse hasta el curso 2012-13 para dar con aquel enfrentamiento entre ambos clubes, pues el Mallorca descendió a Segunda División esa misma campaña y, tras pasar incluso por Segunda B (2017-18), en junio certificó su regreso a la élite del fútbol.

El balance de los partidos ligueros entre Mallorca y Athletic en la isla favorece a los bermellones, que han logrado once victorias, por siete de los leones, y se contabilizan además nueve empates. El del viernes será el vigésimo octavo encuentro entre ambos en tierras baleares y el último de Aduriz ante su exequipo a domicilio, un conjunto en el que recaló después de que Joaquín Caparrós le considerara como el cuarto delantero de la plantilla y de que el entonces presidente del club, Fernando García Macua, aceptara los cinco millones de euros que ofrecieron los dirigentes del Mallorca para su contratación. Un dinero que el Athletic nunca recibió de manera íntegra después de que el conjunto insular entrara en concurso de acreedores.

Una pérdida económica menor que no tuvo un efecto especialmente negativo en las arcas del club y que es probable que entre los aficionados se recuerde menos que la abultada derrota sufrida en el estadio Lluís Sitjar hace ya 20 largos años. Un partido del que se cumplieron dos décadas el pasado 25 de abril y que los jugadores que lo sufrieron seguramente nunca borrarán de su mente. Es, en efecto, el choque en el que el Mallorca venció por 6-1 a un Athletic que lucía pantalón verde después de que el árbitro Juan Fernández Marín, ante la coincidencia de color de los pantalones de ambos equipos, obligara al conjunto rojiblanco a modificar su vestimenta. Los bilbainos viajaron a la isla sin recambio, por lo que los locales les tuvieron que prestar uno de entrenamiento. En ese cambio comenzó a gestarse una derrota en la que Leo Biagini se convirtió en indiscutible protagonista al conseguir un hat-trick en la primera mitad. El tanto de la honra rojiblanca lo logró Aitor Larrazabal desde el punto de penalti.

A aquella última y sin duda inolvidable visita al Lluís Sitjar le siguieron otras tres derrotas consecutivas en Son Moix -temporadas 1999-00 (2-1), 2000-01 (1-0) y 2001-02 (3-0)- que, unidas a la de la campaña 1997-98 y al empate de la 2002-03, elevó a seis los encuentros sin ganar que encadenó el Athletic en la isla. Esa es la peor racha de los bilbainos a domicilio frente al Mallorca, a quien se enfrentó por primera vez en el curso 1960-61 en una cita que se saldó con empate a cero. El conjunto balear se estrenó aquella temporada en la élite del fútbol y vivió varios descensos y ascensos en las siguientes décadas. Los leones lograron su primera victoria en casa del Mallorca en su segundo viaje a la isla (1-3). Después, los locales lograron dos victorias consecutivas y los tres siguientes partidos, que no fueron en años sucesivos, se saldaron con empate. Los dos siguientes triunfos de los bilbainos tuvieron lugar en las campañas 1987-88 y 1991-92; entre medias hubo tiempo para un empate y una victoria local.

MEJOR BALANCE La citada racha de seis encuentros sin ganar tocó a su fin en el curso 2003-04 con una victoria por tres goles a uno que dio paso al mejor balance fuera de casa del Athletic frente al Mallorca, que permaneció 16 temporadas ininterrumpidas en Primera, a la que ha vuelto este verano tras seis años de ausencia y con un breve paso por el infierno de la Segunda División B incluido. Un cambio de dinámica que ha permitido dejar de considerar a la isla balear como maldita para el equipo rojiblanco, que en sus diez últimas visitas al conjunto bermellón ha logrado cuatro victorias, una más de las conseguidas en sus 17 partidos anteriores, tres empates y otras tantas derrotas. En una de ellas, los leones sufrieron en sus propias carnes el olfato goleador de Aritz Aduriz, que marcó en el triunfo por 2-0 del Mallorca de la campaña 2009-10. El donostiarra, curiosamente, fue el autor del último tanto del Athletic en la isla del Mediterráneo y que permitió al conjunto rojiblanco sumar los tres puntos en una cita en la que Aymeric Laporte, ahora en las filas del Manchester City, jugó su primer encuentro como titular con el Athletic en liga.

Seis temporadas después de aquel triunfo en una temporada para el olvido debido a diversas cuestiones deportivas y extradeportivas, Mallorca y Athletic se vuelven a ver las caras en liga en Son Moix.