bilbao - El subidón que generó la excelente victoria sobre el Barça en el arranque de la liga ya es historia. Al Athletic le toca pasar página y asume que esta noche afronta en el Coliseum Alfonso Pérez un compromiso que exige el mismo músculo competitivo o quizá un poquito más del que ofrecía el compromiso ante el equipo azulgrana. El Getafe es uno los conjuntos que probablemente más se parecen al Athletic. Ambos son reconocibles y semejantes similitudes apuntan a un duelo de alta tensión, en el que la pelea, el trazo defensivo y la pegada serán determinantes en la suerte de un encuentro que reclama la mejor versión del colectivo de Gaizka Garitano, que, además, tiene muy fresca en su retina la visita del curso pasado, cuando, a falta de siete jornadas para la conclusión, sufrió una dolorosa derrota por la mínima que enfrió sus opciones de luchar por la quinta o sexta plaza.

Cinco meses atrás, el Getafe de José Bordalás, que Garitano considera “un magnífico equipo”, venció gracias a una idea que mantiene en toda su sustancia. Entonces no engañó a nadie y desarmó al Athletic con el tanto de Ángel, que podría comparecer de inicio en el once azulón para cubrir la baja del sancionado Jorge Molina, un viejo rockero del gol un año menor que Aritz Aduriz. El cuadro madrileño da muy pocas concesiones a sus rivales y en su guarida es muy complicado de sorprender. El conjunto rojiblanco, con todo, ha tomado nota. No se presentará despistado en el Coliseum, donde se espera que proyecte un perfil creíble y, sobre todo, se blinde en una pugna de cuchillos entre los dientes, porque reconoce que una victoria sobre el Getafe, equipo revelación la campaña anterior y que esta competirá en la fase de grupos de la Europa League, supondría dar todo un golpe de autoridad y hacer caja en este tramo inicial de la liga.

El Athletic se presenta en el Coliseum con el aval de su éxito una semana atrás sobre el vigente campeón de liga. Fue un Athletic pragmático, que supo jugar sus bazas, que ofreció una enorme solvencia defensiva y que contó con la inspiración de Aduriz, quien ejecutó una auténtica obra de arte. Cada partido tiene su propia vida y dicen que no hay dos iguales. Con todo, el conjunto rojiblanco debe recurrir a un plan muy similar si quiere batir a un equipo “que domina todos los conceptos futbolísticos” según cree Garitano, que también avisa de que el de esta noche es uno de los partidos “más difíciles del año” para los leones, convencidos de que gozan de una excelente oportunidad para seguir sumando y reforzar su causa.

Garitano no se sale de su plan. Lo tiene bien interiorizado y el vestuario lo comparte. Solo requiere de los matices puntuales que obliga la propia genética de cada partido. El de esta noche no será ajeno a los reajustes tácticos y que superan a los nombres propios. Porque el derioztarra se moverá lo justo y la única novedad segura en el once respecto al que ejerció frente al Barcelona la protagoniza el regreso de Iñigo Martínez, que no se recuperó a tiempo frente a los culés de las molestias musculares que le persiguen desde el minuto cero de su pretemporada. El ondurratarra es un fijo y desbancaría a Unai Núñez, pese a que el portugalujo sobresalió ante la tropa de Ernesto Valverde.

El técnico no duda en el centro de la zaga y se conoce su pareja preferencial, con Yeray e Iñigo Martínez. Tampoco lo hace en los costados, con Capa y Berchiche intocables, en tanto que en la medular Dani García es pieza clave y emerge la incertidumbre si repetirá con Unai López o volverá a dar galones a Beñat. Es una de las incógnitas, lo mismo que en el interior derecho, donde podría incidir con De Marcos o apostar por Ibai, que también entra en la convocatoria tras su ausencia ante el Barça. Arriba, Muniain, Raúl García y Williams están llamados a desestabilizar a la defensa azulona, una de las más rocosas de LaLiga Santander y donde el exleón Xabi Etxeita, que ha fichado por dos temporadas por el cuadro de Bordalás, deberá esperar su momento para ganarse un hueco.

Garitano llama la atención sobre la vocación atacante de este Getafe, ya que le preocupa su intensidad en las llegadas que genera y que pudo comprobar negativamente el curso pasado. Por ello, el derioztarra pone el foco en impedir que el conjunto azulón, que cayó en el estreno ante el Atlético de Madrid en el Wanda, se sienta cómodo en sus ofensivas y confía en que Mata y Ángel, o en su defecto Enric Gallego, no disfruten de centímetros en el área rojiblanca, matiz clave en el desenlace de un partido que exige al Athletic sacar todo el músculo competitivo.