EL Barcelona, sin Leo Messi a bordo a causa de una lesión muscular, posará con caras nuevas el viernes en San Mamés, donde el campeonato de liga abrirá sus puertas al calor de un envite marcado por la historia. Los pupilos de Gaizka Garitano, decididos a arrancar la temporada con buen pie tras las penurias sufridas en el primer tramo del pasado curso, tendrán enfrente a un equipo que se ha reforzado con piezas que asomaban sumamente cotizadas en el mercado. Más allá de las incorporaciones del guardameta Neto Murara, quien causará baja durante las próximas seis semanas tras romperse el hueso escafoides de su mano izquierda, y del lateral izquierdo Junior Firpo, llamados ambos a fortalecer la competencia interna en el vestuario blaugrana, destacan los fichajes del francés Antoine Griezmann y del holandés Frankie de Jong, a quienes Ernesto Valverde ha dado vuelo y confianza desde el primer momento. Uno y otro, no en vano, apuntan a la titularidad ante el Athletic en un encuentro que supondrá la puesta de largo de ambos como culés en partido oficial. Para Griezmann, además, será una cita especial dada su condición de exjugador de la Real Sociedad, equipo con el que se midió por primera vez a los leones en diciembre de 2010.

Desde entonces, el internacional galo, convertido en el fichaje estrella del Barça este verano a la espera de lo que suceda finalmente con Neymar Junior, se ha acostumbrado a amargar la vida al conjunto rojiblanco. En total, sin ir más lejos, son ocho los goles que Griezmann ha marcado al Athletic en dieciocho choques, en los que el francés ha salido victorioso en once ocasiones, perdedor en cuatro y con un empate de por medio tres veces. Su llegada a la ciudad condal previo pago de los 120 millones de euros que marcaban su cláusula de rescisión en el Atlético, la tercera operación de este tipo que afronta el club catalán tras reclutar del mismo modo en el pasado a Rivaldo, Keita y Lenglet, ha estado bautizada por una ligera polémica que el galo espera espantar a base de goles. Su no en público al Barça al término del ejercicio 2017-18 mediante un video en el que decidía apostar por el Atlético rechazando así la oferta lanzada desde el Camp Nou, ha hecho que no todos los seguidores culés reciban entre aplausos a Griezmann, sabedor de que es en el terreno de juego donde tiene que cautivar a una exigente afición que le examinará con lupa.

Durante la pretemporada, pese a no destacar, el nuevo portador del dorsal 17 blaugrana logró quitarse un primer peso de encima al estrenarse como goleador ante el Nápoles. Lo hizo, en la goleada por 4-0 que firmaron los hombres de Valverde a costa del cuadro italiano, aprovechando en boca de gol una asistencia de Jordi Alba. Sin goles aún en su haber, pero tras dar un máster de fútbol durante el verano se presentará en La Catedral De Jong, la otra gran adquisición del Barcelona hasta la fecha. El excentrocampista del Ajax, a sus 22 años, ha aterrizado de pie en una entidad que atisba en su figura la esperanzadora posibilidad de aferrarse a un estilo de juego que encarna a la perfección el holandés. Nombrado por los propios aficionados culés mejor jugador del Barça durante la pretemporada, De Jong apunta a la titularidad en el centro del campo contra el Athletic, si bien realizó ayer trabajo específico como consecuencia de unas leves molestias que no amenazan con apartarle del estreno liguero frente a los rojiblancos.

EL HEREDERO El envite, que significará el debut del holandés en la liga española, llega después de que De Jong haya enamorado a su nueva afición con una notable naturalidad en su juego que asoma como una de las mejores noticias para el Barcelona, necesitado de futbolistas que hereden una innegociable filosofía de juego que algunos empezaban a ver difuminada tras las salidas del club de Xavi Hernández y Andrés Iniesta. La pretemporada, siempre válida para realizar probaturas y examinar tendencias, ha servido para ver cómo el joven centrocampista, por cuyos servicios abonó el Barça 75 millones de euros al Ajax, adquiría a la velocidad de la luz unos conceptos que ya le resultaban conocidos y que intentará plasmar el viernes en San Mamés, escenario en el que Valverde apostará por dos nuevas piezas con forma de gol y talento.