bilbao - La plantilla del Athletic se ejercitó en la mañana de ayer en las instalaciones de Lezama con una sonrisa de oreja a oreja, al mismo tiempo que el Bilbao Athletic ponía la guinda, con su remontada y victoria sobre el Arenas, a un fin de semana excelente para la entidad bilbaina. El triunfo del colectivo de Gaizka Garitano sobre el Atlético de Madrid de Diego Simeone marca un antes y un después. Supone un salto cualitativo para un equipo traumatizado cuando le tocaba enfrentarse al conjunto colchonero, al que no batía desde seis años atrás. Por ello, el éxito de los leones del pasado sábado se entiende como un gesto reivindicativo y activa la ambición de un equipo que olvida los agobios que le causaba verse recientemente inmerso muy cerquita de la zona de descenso. Sin embargo, la etapa de Garitano, que podría renovar su contrato por una temporada más en los próximos días, ha generado un impulso espectacular, hasta el punto de albergar serias opciones de regresar a la Europa League, pese a que la sexta plaza, que ocupa el nuevo Sevilla de Joaquín Caparrós. dista seis puntos.

Lo cierto es que el Athletic cerró el calendario invernal con una victoria muy meritoria frente al segundo clasificado de LaLiga Santander, lo que habla muy bien del conjunto rojiblanco, que no conoce la derrota en San Mamés desde que Garitano cogiera la dirección técnica. Los leones cierran la vigésimo octava jornada en la novena posición, lo que les mete en las entrañas de la batalla por una plaza continental cuando la competición recupere su pulso competitivo tras el parón de este fin de semana. Restan por delante diez encuentros, el estirón definitivo en el que se irán clarificando los objetivos de cada equipo y del que no se puede abstraerse el Athletic, que ha cambiado su hoja de ruta y que prepara un plan de primavera enfocado a subir su cotización y mirar a los ojos a sus rivales directos, entre ellos la Real Sociedad, a la que ha superado en la tabla semanas después de que la entidad donostiarra alardeara de una bonanza que se le ha vuelto en contra.

La liga regresa el próximo día 29, ya con la primavera en vigencia. Y lo hace con una agenda apretada inferior a los dos meses, por lo que la gestión de recursos resultará determinante. Garitano asume la trascendencia de los compromisos más cercanos. Hace sus cálculos, pese a que tire de un discurso políticamente correcto, con un manejo a corto plazo. No es amigo de las hipótesis. Sin embargo, el calendario no engaña. El Athletic afronta seis de estos diez partidos pendientes lejos de La Catedral, lo que le obliga a dar un paso hacia adelante y mejorar sensiblemente sus registros lejos de Bilbao si quiere coger el ansiado billete europeo por el que pugna un alto número de equipos.

Los dos enfrentamientos tras el parón tendrán mucho que decir. No en vano, el conjunto rojiblanco se mide a dos rivales situados por debajo de la tabla, con lo que la suerte de esos duelos ante el Girona en Montilivi y el Levante, cuyo partido en la primera vuelta causó la destitución de Eduardo Berizzo, definirán el recorrido de los leones, conocedores de que la cita más exigente a priori llegará en el Bernabéu a falta de cinco jornadas para el cierre de la liga. La visita al Getafe, que a día de hoy ocupa plaza de Champions, y el derbi frente al Alavés son otros dos encuentros marcados en rojo, a la espera de llegar con opciones a jornada final, en la que el Athletic rinde visita al Sevilla de Joaquín Caparrós, quien ayer redebutó con triunfo en Cornellà-El Prat.

doble de puntos El Athletic entra con buena cara en este último cuarto de liga gracias a la buena dinámica de resultados cosechados bajo la dirección de Garitano, que suma 26 puntos, más del doble de los que consiguió Eduardo Berizzo (11) en el mismo número de partidos ligueros disputados, un total de 14. Bajo la gestión de Berizzo, el Athletic firmó un balance de una victoria, frente al Leganés en la jornada inaugural, ocho empates y cinco derrotas, en tanto que con el derioztarra ha sellado siete triunfos, cinco empates y sólo dos derrotas.