EN una temporada marcada por su extrema irregularidad, el Espanyol parece haber encontrado la estabilidad deseada en vísperas de su visita a San Mamés, donde intentará sumar su sexto partido de liga consecutivo sin perder. El equipo dirigido por Joan Francesc Ferrer, más conocido como Rubi, no cae derrotado en el campeonato de la regularidad desde la jornada 21, en la que el Real Madrid fue capaz de golearle en su propio estadio (2-4). Desde entonces, el conjunto periquito ha conseguido alejar todo tipo de fantasmas en relación a su posición clasificatoria sumando dos victorias y tres empates que han dado un soplo de aire fresco al proyecto liderado por el técnico catalán, contra las cuerdas al inicio de 2019.

La realidad a día hoy, sin embargo, es bien distinta, pues Rubi ha recuperado parte del crédito perdido después de vencer a Rayo Vallecano (2-1) y Valladolid (3-1) en casa y firmar las tablas en las visitas al Villarreal (2-2) y Valencia (0-0), así como contra el Huesca (1-1) como local en un partido que, eso sí, no dejó un buen sabor de boca en la hinchada blanquiazul. Sí lo hizo la incontestable victoria firmada el pasado sábado frente al Valladolid en un envite en el que el cuadro catalán fue superior de principio a fin, sin bien Diego López tuvo que emplearse a fondo para detener una pena máxima a Sergi Guardiola con 1-1 en el luminoso.

sin columna vertebral Los tres puntos, no obstante, se quedaron en el RCDE Stadium, que celebró el triunfo al término de unos noventa minutos accidentados para el Espanyol. Rubi, no en vano, perdió durante el choque a tres de sus jugadores más importantes de cara al encuentro del viernes en San Mamés, donde el entrenador catalán deberá diseñar un once inicial sin tres de sus puntales. A la grave lesión de rodilla sufrida por el central David López, quien permanecerá de baja entre seis y ocho meses, se unieron las cartulinas amarillas y consiguientes sanciones por acumulación de amonestaciones de Sergi Darder y Borja Iglesias, máximo goleador periquito con once dianas.

Se trata de tres ausencias de gran calado para un Espanyol que se encomendará en La Catedral a la vertiginosa adaptación al fútbol estatal del delantero chino Wu Lei. El atacante blanquiazul, una de las incorporaciones invernales del equipo catalán y máximo artillero histórico de la Superliga china, se estrenó frente al Valladolid como goleador en la liga y podría ejercer como principal referencia ofensiva ante el Athletic en un partido en el que el Espanyol, duodécimo en la clasificación con los mismos puntos que los leones, buscará su segundo triunfo del curso como visitante.