Un derbi para retroceder
Las malas sensaciones que proyectó el Athletic en Anoeta suponen un paso atrás de los de Garitano, que incluso podrían cerrar esta noche la jornada a solo dos puntos del descenso
bilbao - La ley del fútbol es arbitraria. Lo que un día es loable al siguiente se convierte en censurable. No hay grises. El Athletic puede dar fe de ello. No en vano, el derbi del sábado en Anoeta ha escocido mucho en la familia athleticzale y la euforia que se había generado en vísperas de la cita en Donostia ha pasado a rescatar recientes depresiones. La derrota que sufrió el colectivo rojiblanco ha ocasionado sus daños colaterales, tanto por la manera en que se produjo como por las consecuencias que ha originado a efectos deportivos. La lectura es prácticamente unánime. El duelo frente a la Real Sociedad se entiende como un retroceso para la tropa de Gaizka Garitano, quien conoce ya su primer revés en LaLiga Santander como técnico de los leones. Todas las sensaciones positivas que proyectaron los encuentros anteriores se han trocado en un abrir y cerrar de ojos en comprensibles dudas, sobre todo porque el Athletic mostró una preocupante debilidad competitiva en un choque que requería de la máxima tensión para poder optar a un triunfo que habría supuesto todo un golpe de autoridad en la antesala de recibir este domingo en San Mamés al Barcelona.
Precisamente, el compromiso ante el líder de la liga llega marcado por el varapalo encajado frente a la Real por los de Garitano, que tampoco acertó en su propuesta táctica y arriesgó con dos sustituciones simultáneas en el descanso que no dieron el fruto esperado, especialmente con la comparecencia de Beñat, muy lejos del nivel esperado. No fue el de Igorre el único que no estuvo a la altura del derbi, sino que también asomaron fuera de onda muchos de sus compañeros y referencias de este equipo, como los Muniain, Williams, Dani García, Berchiche, San José? El hecho de que estos futbolistas rindieran muy por debajo de sus posibilidades explica parte del fracaso en Anoeta de los leones, que pusieron fin a su buenísima racha de siete jornadas consecutivas sin hincar la rodilla para meterse de nuevo en el lío de mirar hacia la parte baja de la tabla, un vértigo que el personal anhelaba espantar para manejar objetivos más ambiciosos.
la sombra del peligro La realidad, sin embargo, es tozuda. El derbi de Donostia ha dejado su rastro quemado y le toca al entrenador gestionar una derrota que no debería repetirse en la forma. El Athletic no puntuó en Anoeta y en lo que va de recorrido de curso no ha sido capaz de vencer a ninguno de los otros tres conjuntos vascos, aunque lo dañino de la jornada procede de otros resultados sellados por equipos metidos en la misma pelea que el colectivo rojiblanco y que no favorecen los intereses de este, ya que vuelve a ver la zona de descenso muy cerca, si bien su devaluación real se conocerá esta noche tras la disputa del duelo madrileño entre el Rayo Vallecano y el Leganés. Un hipotético empate entre ambos estrecharía aún más esa zona media-baja de la tabla, donde se detecta un evidente atasco, y reduciría a solo dos puntos el colchón que posee el equipo bilbaino respecto a los puestos de descenso, en tanto que las posiciones europeas distan ya a seis puntos.
La jornada del fin de semana, por tanto, no fue benévola para el Athletic, que perdió el sábado un pelín de credibilidad, justo cuando se enfrenta en su próximo compromiso al Barcelona de Ernesto Valverde, con el que deberá competir al cien por cien y exhibir una versión sobresaliente si quiere sumar los tres puntos o, como consuelo, firmar tablas, un resultado nada despreciable. Se trata, sin embargo, de una simple posibilidad positivista, porque una segunda derrota consecutiva acentuaría las penurias de esta última jornada, en la que el conjunto rojiblanco ha cedido dos puestos en favor del Levante, que empató con el Getafe, y del Eibar, que goleó al Girona de Eusebio, ya cuestionado por la caída sin frenos que padece su equipo, que solo ha sumado cuatro puntos en las nueve jornadas anteriores.
Garitano avisó semanas atrás de que el camino para salir del peligro iba a ser largo y el derioztarra no ha errado en su pronóstico. En ocho partidos ha sumado 15 puntos al frente de los rojiblancos, pero esta cuota no ha sido suficiente para respirar con holgura, porque los equipos de abajo no dan tregua. Ninguno de los tres que ocupaban los puestos de descenso antes del inicio de la jornada han perdido, con triunfos para el Huesca, rival del Athletic tras el choque frente al Barça, y Celta, que sale de esa zona, y el empate del Villarreal, que dilapidó un 2-0 frente al Espanyol, que también está por debajo del conjunto rojiblanco, consciente de que no se puede despistar.