El charco de Oyarzabal
"Entiendo que ellos no sientan el partido como especial porque al final también tienen gente que no es de allí"
NO, el derbi frente a la Real Sociedad no es un partido más para el Athletic. Al margen de que clasificatoriamente tenga el mismo valor que cualquier otro encuentro contra al Getafe o el Girona, por citar a un par de equipos, pues los puntos que se reparten en cada una de las citas son los mismos, la derrota del sábado en Anoeta ha dejado un regusto amargo entre la afición rojiblanca, que no lo pasó nada bien en la hora y media que duró el encuentro por la pobre imagen ofrecida por los suyos. Perder ante la Real claro que molesta, pero muy probablemente menos que hacerlo contra el Real Madrid, el rival que más motiva en Bilbao por mucho que sean varias las voces que desde Donostia insisten en que eso es imposible.
Que una afición o un club considere a otro como su rival histórico, no implica que exista reciprocidad. El ejemplo de lo que sucede al otro lado de la AP-8 con el Athletic es un claro ejemplo de ello. Pero al margen de prioridades y rivalidades, pues a buen seguro que entre la parroquia rojiblanca hay muchas personas que consideran que el partido más importante del curso es el que enfrenta al Athletic con la Real Sociedad, resulta sorprendente escuchar las declaraciones realizadas por Mikel Oyarzabal a la Ser en la noche del sábado, con las pulsaciones ya rebajadas. “Entiendo que ellos no sientan el partido como especial porque al final también tienen gente que no es de allí”, declaró el extremo en respuesta a las palabras de Iago Herrerín del pasado jueves, cuando dijo que para él el derbi era un partido más. Es probable que el guardameta no estuviera acertado en su mensaje, pero de ahí a mentir, que es lo que hizo Oyarzabal, además de cuestionar la preparación realizada para el partido por los jugadores del Athletic -“nosotros lo preparamos a conciencia e igual ellos no lo han preparado así y por eso hemos ganado”, agregó-, hay un trecho.
Porque el término “de allí” puede hacer referencia a gente natural de Bilbao, curiosamente Herrerín nació en la capital vizcaina hace 30 años, o de Bizkaia, o vaya usted a saber. Estaría bien conocer a cuenta de qué el bueno de Oyarzabal, quien se reserva sus mejores galas para cuando se mide al conjunto rojiblanco, pisó semejante charco, más aún tras un derbi en el que los catorce futbolistas del Athletic que disputaron algún minuto han nacido en Euskal Herria -ocho vizcainos, siete de ellos fueron titulares, tres navarros y otros tantos guipuzcoanos-, por solo cinco de la Real Sociedad.
El equipo txuri-urdin alineó el sábado a tres guipuzcoanos (Zaldua, Illarramendi y Oyarzabal), dos franceses (Theo y Zurutuza), un navarro (Merino), un madrileño (Llorente), un sevillano (Navas), un argentino (Rulli), un belga (Januzaj) y un brasileño (Willian José). Además, en la segunda parte saltaron al campo otro guipuzcoano (Zubeldia), un canario (Sandro) y un mexicano (Moreno). Todo un crisol de nacionalidades con solo cinco futbolistas “de allí”, que diría Oyarzabal.
todo jugadores de euskal herria En relación a las palabras del futbolista de la Real, cabe apuntar que el Athletic cuenta por primera vez desde hace 40 años con una plantilla en la que todos sus futbolistas han nacido en Euskal Herria. La cesión de Cristian Ganea al Numancia, donde es titular, ha permitido que se repita un hecho que sucedió por última vez en el curso 1978-79.