bilbao - Un jarro de agua fría. El Athletic volvió a autoflagelarse en el derbi, lo que agradece la Real Sociedad, encantada, como se sabe, de medirse al conjunto rojiblanco. No en vano, es el partido del año en Donostia y así se lo tomaron los pupilos de Imanol Alguacil, que sí fueron fieles a su ADN, matiz que no se dio en el caso de los leones, un grupo desconocido. Los de Gaizka Garitano estaban avisados de antemano. La Real les exigiría un ejercicio de máxima intensidad y que requería afrontarlo en esa clave. El Athletic se equivocó en la lectura y supuso el principio del fin, sobre todo porque firmó una primera mitad infame, que hizo retraer a los negros recuerdos de la etapa de Eduardo Berizzo y que parecían ya olvidados. Un fiasco que ocasiona la primera derrota en LaLiga Santander del Athletic de Garitano, que, además, encaja por primera vez dos goles en un partido en esta competición y también es la primera ocasión en la que se pone por detrás en el marcador.

Los derbis no se le están dando nada bien este curso al Athletic, que no ha sido capaz de vencer a los otros tres equipos vascos y con el lamento de que la Real le ha vencido en los dos compromisos, casi idénticos en las formas. Porque los rojiblancos, entonces dirigidos por Berizzo, regalaron al cuadro txuri-urdin, que dirigía Asier Garitano, los tres goles del duelo de San Mamés y ayer, con sendos inquilinos distintos en los dos banquillos, lo volvieron a hacer, ya que dos errores garrafales, encarnados sobre todo en la persona de Dani García, propiciaron que el derbi prácticamente quedara sentenciado tras los 45 minutos iniciales, lo que deja un sabor aún más amargo en el entorno athleticzale, que se había hecho muchas ilusiones de cara a obtener un buen resultado y prolongar la racha de resultados, que se ve truncada de golpe y cuando en el horizonte emerge el duelo del próximo domingo frente al Barça de Ernesto Valverde.

Al derioztarra le tocará analizar en todo su detalle las razones del fracaso en Anoeta, donde tampoco le valió los movimientos que ejecutó para el segundo acto, con las comparecencias de Beñat y Raúl García. El primero no tuvo impacto alguno y el navarro sí aportó un pelín más de arrojo, pero no fue suficiente para sumar como mínimo un punto, lo que sitúa al Athletic en un dilema en la tabla, ya que deberá esperar a los resultados de hoy y mañana, y que podrían suponer un retroceso, con la zona de descenso más cerca que la europea.