Del optimismo a la decepción
DEIA vivió el derbi con la actriz Itziar Lazkano, quien se acercó hasta la Peña Athletic Casco Viejo
UN derbi siempre es especial. Tiene un aroma diferente y lo que sucede durante los noventa minutos acostumbra a provocar una singular adrenalina. La cita de ayer en Anoeta, con Real Sociedad y Athletic frente a frente en la pugna por tres puntos que hicieron suyos los donostiarras, no podía deparar otra cosa. De ello puede dar fe la actriz Itziar Lazkano (Portugalete, 1958), quien hincó el diente al partido de ayer con DEIA en un lugar con marcado ADN Athletic. El encuentro, no en vano, tuvo lugar en la Peña Athletic Casco Viejo, donde Lazkano se dejó ver con un paraguas rojiblanco. La ocasión, con el equipo de Gaizka Garitano en pleno despegue clasificatorio hasta ayer y con la Real como ilustre vecino a batir, bien lo merecía. Antes del inicio del choque, en los siempre intensos minutos previos al pitido inicial, la portugaluja mostraba su confianza en los leones, aunque, quizás a modo premonitorio, advirtió: “Ganen o pierdan los vamos a querer igual”.
La actriz, con una extraordinaria carrera teatral a sus espaldas, se dio a conocer en la calle años atrás con sus apariciones en el programa Vaya Semanita, un espacio lleno de trabajo y humor, dos factores clave en cualquier rama de la vida. También en el día a día de un deporte como el fútbol, aunque en días como el de ayer, con un derbi de por medio, las sonrisas solo acompañen al bando vencedor. El 2-1 con el que tocó a su fin el duelo, por tanto, dejó un dulce sabor de boca en la afición txuri-urdin y un poso de amargura en la parroquia rojiblanca. También en Lazkano, quien, pese no ser “muy futbolera”, lleva al Athletic en el corazón sin tener “nada en contra” de la Real.
Feliz y orgullosa por ver el pasado miércoles cómo San Mamés se llenaba para ver al Athletic femenino ante el Atlético en la Copa, la actriz portugaluja se preparó para ver ganar a los leones en Anoeta, pero no pudo ser. Desde los primeros minutos del choque, las sensaciones no fueron positivas. Los hombres de Garitano apenas conseguían acercarse hasta las inmediaciones de Gerónimo Rulli y las llegadas al área de Iago Herrerín se sucedían, aunque sin demasiado peligro. Tras cantar el himno del Athletic con los presentes y verse sobresaltada por alguna acometida txuri-urdin que no fue a mayores, el primer gol de la Real hizo torcer el gesto a Lazkano, que no perdió aun así la fe en los rojiblancos. Pocos minutos después, de hecho, a punto estuvo de llegar el 1-1, pero fue Willian José quien acabó poniendo el 2-0 en el luminoso con un poderoso derechazo desde fuera del área.
Se llevó las manos a la cabeza la portugaluja. La fe, eso sí, continuaba intacta. “Vamos a remontar en la segunda parte, veréis”, se aventuró a lanzar la vizcaina, convencida de que los de Garitano iban a dar un paso al frente tras el paso por los vestuarios para igualar un derbi que asomaba con marcado color txuri-urdin. “Queda tiempo y hay que confiar”, pedía una optimista Lazkano.
gol sin premio Los segundos 45 minutos, sin embargo, no se tradujeron en la remontada deseada. El Athletic, alejado de la imagen ofrecida en los últimos compromisos de liga, se hizo con el control del juego, pero sin poner en demasiados apuros a Rulli. Fue en los minutos finales, con un penalti de por medio, cuando el meta argentino entró en acción. Lo hizo para repeler el disparo desde los once metros de Raúl García, quien acertó en el rechazo para poner el a la postre definitivo 2-1 que dejó cariacontecida a la parroquia rojiblanca y a Lazkano, quien no vio cumplido su deseo de remontada en Anoeta.