LA magia de San Mamés vuelve a abrazar esta tarde al Athletic femenino. La cita copera de cuartos de final ante el Atlético, líder de la liga, será el decimotercer partido de las leonas en La Catedral, si bien solo uno de ellos ha tenido lugar en el nuevo coliseo rojiblanco. Del camino recorrido al calor de San Mamés en los últimos dieciséis años, con un bagaje de seis victorias, un empate y cinco derrotas, pueden dar fe, entre otras exrojiblancas, Aitziber Juaristi (Getxo, 28-V-1976), Arrate Orueta (Bilbao, 8-VIII-1984), Amaia Olabarrieta (Lezama, 28-VII-1982), Irune Murua (Barakaldo, 23-IV-1986) y Joana Flaviano (Bilbao, 15-II-1990), cinco exleonas sabedoras del significado de jugar en tamaño escenario y del impacto emocional que ello produjo y aún produce dentro del vestuario bilbaino. Aitziber, más conocida como Tzibi, no olvida el histórico y pionero partido ante el Puebla extremeño en 2003, el cual asegura recordar “perfectamente”, dado que “fue un espectáculo”.
“Durante el calentamiento de aquellos primeros encuentros en San Mamés contra el Puebla y el Hispalis era casi imposible estar concentradas en los ejercicios”, apunta la exdefensa getxotarra, ganadora de cuatro ligas con el Athletic, club que conoció desde su nacimiento. Juaristi, orgullosa también de haber marcado “varios goles” en La Catedral, admite que el partido más especial que jugó en el viejo San Mamés fue “el que jugamos contra el Barça en 2013, en el que perdimos la liga y fue mi último partido como futbolista”. “Estaba lesionada, pero jugué la parte final del partido y fue mi despedida del fútbol con un poco mal sabor de boca por no poder ganar la liga, pero con la satisfacción de colgar las botas en un campo como San Mamés”, agrega la vizcaina, que se muestra optimista de cara al choque de hoy contra el Atlético, equipo que “ha crecido mucho” y en el que jugó durante el curso 2005-06.
A Arrate Orueta, otra histórica del Athletic, aún se le pone “la piel de gallina” cuando recuerda sus experiencias en el antiguo coliseo rojiblanco, pues su debut como leona se produjo en San Mamés después de recuperarse de una “lesión de cruzado y darme el entrenador la oportunidad de debutar ganando además la liga”. Consciente de la dificultad de eliminar hoy al Atlético, la bilbaina se muestra convencida de que “va a ser un partido precioso, al ser la Copa, a partido único y contra un rival difícil al que seguro que se le tiene muchas ganas”. “Estaré en el campo y sentiré una envidia increíble, porque la afición va a responder además”, agrega la propia Orueta.
CONTROLAR LOS NERVIOS A sus sensaciones se abraza con fuerza Amaia Olabarrieta, quien defendió el escudo del Athletic durante trece temporadas (2003-16). “Las primeras veces que jugué en San Mamés, cuando no tenía todavía mucha experiencia, estaba bastante nerviosa, pero intentaba disimularlo y no creo que mis compañeras me lo notasen mucho”, confiesa la de Lezama en relación a los nervios que produce jugar en San Mamés y que a buen seguro notarán esta tarde las futbolistas de Agirre, toda vez que “en el equipo hay muchas jugadoras jóvenes que no han jugado en el viejo San Mamés y que van a estar bastante nerviosas seguramente, pero si empiezan bien el partido y ese nerviosismo no se refleja en el desarrollo del partido, irán creciendo y las cosas pueden fluir y salir bien”, según apunta Olabarrieta, quien espera que las leonas “aunque salgan con esos nervios que son normales, los puedan gestionar y hacer las cosas fáciles en los primeros minutos para ir creciendo durante el partido olvidando que están jugando en San Mamés y aprovechar el empuje de la afición”.
Irune Murua, leona entre 2003 y 2017, tuvo la oportunidad de jugar los últimos minutos del partido que disputaron las rojiblancas contra el Fortuna en la nueva Catedral en 2016. Desde su experiencia apunta que “siempre que se juega en San Mamés es especial, porque los chicos están acostumbrados, pero para nosotras es algo novedoso siempre”. “Hay que saber manejar la tensión y los nervios que provocan las ganas de jugar en San Mamés”, recalca asimismo la de Barakaldo, segura de que hay “posibilidades” de eliminar hoy al Atlético “al ser una eliminatoria a partido único”.
“Ellas pueden estar más centradas en la liga y nosotras tenemos que apostar por la Copa”, agrega Murua, mientras que Joana Flaviano, quien aún se muerde “las uñas” por no poder jugar aquel partido ante el Fortuna en el nuevo San Mamés “por una lesión”, hace hincapié en la importancia del “apoyo de la afición” para dejar en la cuneta al cuadro colchonero. “Las chicas están con ganas, he podido hablar con algunas y me han dicho que se sienten con mucha fuerza y con posibilidades de ganar, por lo que van a ir a por todas”, manifiesta Flaviano, quien subraya que “poder jugar en La Catedral es lo mejor que le puede pasar a una jugadora del Athletic”.