“San Mamés tenía una magia y algo especial que impresionaba”
Bilbao - Ha ganado un Mundial, dos Eurocopas, tres Ligas de Campeones, dos Copas Intercontinentales, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa, cinco Ligas, dos Copas? Y todo después de que debutara en San Mamés en 1999. Con más de mil partidos en la élite, Iker Casillas ha pasado a ser uno de los mejores guardametas de la historia. Durante dieciséis temporadas Casillas defendió el escudo del Real Madrid, un club donde, muchas veces, ser el emjor no es suficiente. Ahora, a sus 37 años, disfruta de su cuarta campaña en FC Porto, equipo con el que ya ha ganado una Liga portuguesa y una Supercopa. Una mirada atrás le sirve para desempolvar respeto y cariño hacia el Athletic que le vio nacer y crecer en el Olimpo del fútbol.
Hay una foto suya de niño vestido con el uniforme del Athletic. ¿Cuál es la historia de esa foto?
-Esa foto es porque mi familia se fue de Madrid a vivir a Zorroza. Mi padre pidió destino para ir a trabajar allí. Como a él siempre le había gustado el fútbol, se hizo un poco seguidor del Athletic. Me regalaron la equipación y me la puse en la terraza de donde vivía. El primer recuerdo que tengo del Athletic es más mayorcito, con 7 años, en un partido al que me llevó mi padre en el Santiago Bernabéu. Creo que quedaron 3-3.
El 12 de septiembre de 1999 debutó en San Mamés. ¿Cómo fue su primera concentración con el equipo?
-Las horas previas fueron con muchos nervios porque tres o cuatro meses antes había estado jugando una fase de ascenso de Tercera a Segunda B y, evidentemente, las condiciones de un terreno de juego de Tercera División no tienen nada que ver con las de uno de Primera. Tampoco los medios de comunicación y todo lo que rodea al fútbol. Sentirme en el foco de la noticia la verdad es que fue una presión añadida, pero intenté salvaguardar todo aquello que me rodeaba. Mis compañeros me aconsejaban que estuviese tranquilo. Recuerdo que mi compañero en la habitación era Fernando Hierro y esa misma noche me dejó estar tranquilo sin decirme nada, pero tenía muchos nervios.
¿Qué supuso para usted debutar en San Mamés?
-Para mí debutar en San Mamés fue algo especial. Por supuesto que siempre me ha gustado el Bernabéu, pero si tenía que salir a algún otro campo, el antiguo San Mamés tenía una magia y algo especial que impresionaba: cómo se vivía el ambiente, la tradición, el haber vivido en Bilbao, tener familia allí? Me gustó. Se reunieron muchas cosas para que fuese un momento muy bueno.
Julen Guerrero fue el primer futbolista en anotarle un gol. ¿Cómo recuerda aquella acción?
-Fue una falta y el campo no estaba en muy buenas condiciones porque había llovido. Era lo normal, vamos. Julen le pegó a mi palo y cuando fui a coger impulso resbalé un poco y no pude coger todo el impulso que quería para llegar a la pelota. Creo que si te la meten por tu palo, es error del portero. Pero tengo que ser honesto y decir que me resbalé un poco.
En sus seis primeras visitas cosechó cuatro derrotas y dos empates. ¿Qué convertía a San Mamés en un campo complicado?
-Siempre que el Real Madrid iba a Bilbao la gente se transformaba. Parece que gustaba que el Real Madrid fuese a jugar y siempre ha sido un campo complicado para el Madrid. Era un partido muy bonito de jugar, la verdad. Me encantaba por el ambiente y por todo lo que suponía para mí.
En su tercer partido en Bilbao, empate a uno, vivió una escena surrealista: varias personas se encadenaron a su portería. ¿Cómo recuerda aquel episodio?
-Recuerdo que varias personas se esposaron a los postes. Fue curioso. Ya me había pasado otras veces que alguien saltara al campo o realizase algún acto así. Recuerdo uno que entraba al terreno de juego desnudo. Pero bueno, se para el partido, esperas a que lleguen los agentes de seguridad y se los llevan.
Su derrota más abultada fue un 4-2 en 2004, con dos goles de Asier Del Horno, un jugador que le metió 5 goles en varios partidos. ¿Qué recuerda de aquel partido?
-Era un año en el que nosotros estábamos muy bien, pero en los últimos dos meses pegamos un bajón y perdimos en todas las competiciones. Creo recordar que nos pusimos 2-2 y luego a balón parado el Athletic siempre ha sido muy peligroso. Así fueron varios de los goles.
Su primera victoria, la que iniciaba una racha de cuatro victorias consecutivas, fue en 2006, 1-2. Fue la primera temporada de lo que en Bilbao se conoció como el bienio negro, dos años en los que el Athletic estuvo a punto de bajar a Segunda. ¿Desde fuera veía posible que el Athletic perdiese la categoría por primera vez en su historia?
-El Athletic no es un equipo acostumbrado a pelear por no bajar. Siempre tenía sus momentos de raza. En las últimas jornadas sacaron la raza, por eso son leones, y se salvaron. Es cierto que, si coqueteas con el descenso, en algún momento te puede llegar. Ni el Barcelona, ni el Real Madrid ni el Athletic han bajado nunca a Segunda en la historia y eso no es fácil.
En ese partido, hace doce años, le marcó gol Aritz Aduriz, ¿cómo valora la ‘vejez’ de un delantero que ha anotado más de 150 goles después de cumplir los 30 años?
-Aritz es de esos jugadores que tienen un gran privilegio por su físico. Con 37 años se mantiene ahí, se cuida, sigue demostrando que es un gran delantero y sigue marcando goles. La verdad es que muy pocos jugadores pueden tener esa capacidad.
En 2009 la grada de San Mamés se enfadó con usted por un lance que supuso la expulsión de Yeste.
-Está claro que la afición se puede enfadar si quiere. Fue un lance en el que Yeste vino hacia mí y me empujó. ¡Y eso que Yeste es amigo mío! Si me empuja y me tira al suelo, yo qué quieren que haga? Eso no es culpa mía. En todo caso le tendrían que reprochar algo a Yeste por su acción. Desde luego que no es bueno tener gestos feos en un terreno de juego, porque hay mucha gente mirando. Para eso está el árbitro, para impartir justicia.
¿Ha notado desde el césped que en Bilbao se tiene al Real Madrid como su mayor rival deportivo?
-Yo pensaba que la mayor rivalidad sería con la Real Sociedad, por ser el derbi vasco. Pero sí es cierto que cuando he ido a jugar a Bilbao siempre ha habido un ambiente, no hostil, pero sí con mucha pasión de la gente.
Si en 1999 conoció el viejo San Mamés con una derrota, en 2012 se despedía de él ganando 0-3 y celebrando el título de Liga. ¿Sintió nostalgia al derribarse un campo que marcó su carrera?
-Sí que sentí nostalgia. Debutar en el viejo San Mamés y saber que ya no está? El nuevo está al lado, pero era diferente. Me pude despedir con un título de Liga y me quedé contento. Estoy muy contento de haber debutado en San Mamés. También tuve la oportunidad de jugar en el nuevo campo. Allí perdí mi único partido.
¿Qué es lo que más le gustaba del viejo San Mamés?
-El ambiente era espectacular. Cómo animaba la gente, en los días de lluvia se hacía un ambiente especial, la gente animaba mucho y demostraba su apoyo al equipo.
En marzo de 2015 jugó su único partido en el nuevo San Mamés con derrota 1-0. ¿Qué impresión le dejó el nuevo estadio bilbaino?
-Se parece bastante, pero es cierto que el antiguo era más emblemático y la gente estaba más encima. Aún así, el nuevo campo me parece espectacular. Creo que han hecho una transición muy buena y algo de magia sí que tiene.
A lo largo de su carrera el Real Madrid ha sido una apisonadora frente al Athletic en el Santiago Bernabéu. Usted solo ha participado en una derrota, 0-2, en 2005. No subió al marcador un gol de Pablo Orbaiz desde el centro del campo que pegó en el larguero y votó dentro de la portería. ¿Es menos temible el Athletic lejos de San Mamés?
-Sí que me acuerdo de aquel gol de Orbaiz que no subió al marcador. El Athletic siempre ha sido un equipo que nos lo ha puesto difícil, también en el Bernabéu. Lo que pasa es que a veces terminabas con un resultado abultado, otras veces ganábamos en los últimos minutos? Pero sí que recuerdo partidos en Madrid contra el Athletic con mucha emoción. También alguno de semifinales de Copa del Rey. Me han gustado mucho esos partidos contra el Athletic.
Carlos Gurpegi agradeció el gesto que tuvo con él en 2008, cuando regresó en el Bernabéu tras cumplir su sanción de dos años. ¿Cómo recuerda aquel episodio?
-Esas cosas, como lo que pasó con Gurpegi, no están bien. Con el paso del tiempo se ha ido dando la razón a la gente que decía que los insultos en el fútbol no están bien y ahora están castigados. Creo que no debe estar permitido agredir, tanto física como verbalmente, a la gente que está jugando al fútbol. Hay que respetar a la persona.
¿Cuál ha sido su mejor actuación personal frente al Athletic?
-En Bilbao mi mejor partido fue un partido de Liga que ganamos 0-1 en la Liga 2007/08 y en Madrid un partido que ganamos 2-1 en la Liga de Capello, en la temporada 2006/07.
¿Qué jugadores le han impresionado más del Athletic?
-¡Puff! Qué difícil, porque he jugado con muchos buques insignia del Athletic desde que debuté. Cuando empecé en 1999 estaban Etxeberria, Urzaiz, Tiko, con sus famosos tikotazos? A todos los pude disfrutar y pude jugar con ellos.
¿Cómo valora la filosofía del Athletic dentro del fútbol moderno?
-El Athletic ha sido el equipo de las Copas hasta que el Barcelona le ha quitado ese puesto de honor. Es cierto que con su mentalidad, con su forma de tener jugadores de la casa, tiene un concepto del fútbol y así sigue. A mí me parece elogiable. Seguramente, cuando el Athletic tenga un buen equipo, como ha tenido cuando ha jugado una final de Copa y una final de la Liga Europa, algún día pueda conseguir algún título más, al margen de la Supercopa que le ganó al Barcelona.
Usted ha visitado San Mamés acompañado de muchos de los mejores futbolistas de todo el mundo. ¿Cómo reaccionan al conocer la filosofía del Athletic?
-Les llama la atención el ambiente de San Mamés, la tradición de llevar flores al busto de Pichichi? Son cosas peculiares.
¿Qué puede destacar de los rojiblancos Aranzubia e Iraizoz?
-He estado mucho con Aranzubia porque era de mi generación y crecimos juntos en las selecciones inferiores, aunque me sacaba dos años. Era un portero muy sobrio y muy fuerte con una pegada a la pelota espectacular. Tenía buenos reflejos. Dani era un portero seguro. Y Gorka también es de mi generación. Otro portero muy seguro. Demostró que podía ser el portero del Athletic muchos años. Como Dani, es muy fuerte y sobrio. El Athletic siempre tiene buenos porteros. No hay más que ver los ejemplos de Kepa, Iago Herrerín...
¿Cree que podrá verse las caras en el futuro de nuevo con el Athletic?
-Ojalá que sí. A ver si coincidimos y puedo verme las caras con el Athletic otra vez. Ojalá que pueda ser en competiciones europeas y, si no es así, en un partido amistoso. Será bonito.