NO hace falta ser un experto en el mundo del fútbol para darse cuenta del mal momento que el Athletic está viviendo en este inicio de campaña. De hecho, ya son hasta los expertos en otras disciplinas deportivas los que evidencian que los pupilos de Eduardo Berizzo no están brindando a su afición ni buen juego ni, mucho menos, buenos resultados. Es el caso del exremero y actual entrenador del club de remo de Getxo, Eneko Van Horenbeke. Como buen vizcaino, la sangre que corre por las venas del getxotarra es rojiblanca. Y por ello vive y sufre, sobre todo últimamente, por el equipo de su corazón. Y más con una nueva derrota. DEIA vivió el partido con Van Horenbeke y su amigo Iñigo Clavell en el bar Silvers del puerto deportivo de Getxo.

Desde la previa del encuentro, se podía apreciar que los rojiblancos se enfrentaban a una empresa complicada, ya que, en las últimas décadas, su balance de resultados en el feudo del Espanyol ha resultado prácticamente aciago. “Estuve en Vallecas, un campo al que siempre gusta ir, pero nuestro juego en la primera parte fue lo peor que hemos visto del Athletic en mucho tiempo”, admitió Van Horenbeke mientras seguía los primeros minutos de juego. Y es que, según el propio exremero afirmó, siempre trata de hacer un par de escapadas para ver a los suyos como visitantes. La pasión del fútbol ha ido desde pequeño unida a él, ya que hasta la categoría juvenil jugó a fútbol en equipos de Uribe Kosta: “Estuve en el Ugeraga y en el Getxo, pero llegó un momento en el que tuve que elegir y terminé decantándome por el remo, y parece que acerté”.

El juego de los de Berizzo no daba demasiados motivos de alegría. Mientras que Iñigo empleó un discurso basado en el sosiego, al argumentar que se trata de una transición tras una nefasta temporada, Eneko sacó su garra de remero y exigió más intensidad a los jugadores: “Si me ponen a mí de entrenador, les hago correr hasta que echen los higadillos”.

El Espanyol, que no estaba siendo muy exigido por el conjunto bilbaino, abrió la lata en el minuto 41 con una buena definición de Borja Iglesias. En opinión de Van Horenbeke, un gol propiciado por un error en la marca de Iñigo Martínez. Y es que resulta que en sus años ligados al balón, Eneko jugó de defensa central. “Yo destaqué desde joven porque era del mismo tamaño que ahora, entonces tenía mucha más fuerza que los contrarios”, confesó Eneko. Una vez encajado el gol, fue Iñaki Williams quién tiró del carro con una muy buena jugada individual que por poco no sorprendió a Diego López. El descanso no trajo ningún cambio ni en los banquillos ni en el verde. Las acometidas rojiblancas fueron a más, pero tampoco inquietaron a la zaga perica. Tan solo el dorsal 9 era quien proponía algo diferente: “Este es el Iñaki que necesitamos, con garra. Pero necesitamos a Muniain en ataque para que nos aporte algo diferente para enlazar con la delantera”.

cultura del sacrificio Fueron varias las veces en las que el Espanyol pudo aumentar su ventaja, pero sus jugadores parecían tener la puntería poco afinada. Una vez finalizado el partido, con la tercera derrota del curso rojiblanco, la situación es igual de preocupante. Según Van Horenbeke, hay que exigir a los futbolistas, y en general a todos los deportistas, desde que son pequeños una cultura de sacrificio: “Si cuando estás debajo no trabajas, nunca vas a llegar arriba, pero si arriba no eres constante, te comen, y yo creo que parte de la situación del Athletic tiene ese problema”. En definitiva, Eneko y su amigo Iñigo no pudieron disfrutar de la victoria del Athletic, pero el mayor problema, según indicaron ambos, es que no se está viendo un cambio de imagen ni de sensaciones. Por ello, el exremero tenía claro el titular del partido: “Vamos de mal en peor”.