bilbao - Iago Herrerín ha jugado los tres partidos más recientes. Parecía el designado para cubrir la marcha de Kepa Arrizabalaga, pero sufrió una lesión justo en vísperas del inicio liguero. Regresó a la convocatoria en el derbi con la Real, en octubre, y accedió a la titularidad una jornada después, en Ipurua. Es el último episodio de una dilatada trayectoria en el Athletic, donde le ha tocado vivir experiencias de todo tipo, una sucesión de altibajos que él describe como “montaña rusa”. Ahora está feliz, no hace caso a las polémicas sobre la portería que se generan en el entorno, solo se preocupa de ofrecer un buen rendimiento, cosa que está logrando.
Pese al intenso movimiento registrado en su demarcación en estos años, Herrerín siente que cuenta con el respaldo de la afición: “Valorar, sí se me valora. Para gustos están los colores. A unos les gustaré más, a otros menos. A unos les gustará más Unai, a otros Remiro, a otros Gorka o Kepa? Al final el tema de los porteros es muy complejo, todo el mundo intenta hablar de ser portero y realmente pocos se han puesto debajo de los palos. No hay que darle más importancia. Lo importante es los que estamos en un entorno cercano, como es el míster, Bonano e incluso nosotros mismos, los porteros, la sensación que tenemos, lo que hablamos entre nosotros”.
Sobre las reacciones que siguieron a su entrada en el once en detrimento de Unai Simón, dijo lo siguiente: “Yo ya paso de esas cosas. Cuando yo lo estaba haciendo bien nunca ha habido ningún debate conmigo, siempre con otros porteros. Yo voy a lo mío, siempre lo he dicho. Unai es un porterazo, Remiro otro, Hodei, que está por debajo, está espectacular? Por suerte, el míster me ha dado confianza para estar jugando ahora, pero lógicamente todo dependerá del nivel en que esté yo y también el resto del equipo. Y cuando le toque a Unai, le intentaré ayudar, estaré ahí como he estado con los demás porteros”.
Repaso rápidamente su carrera hasta los acontecimientos del verano: “Llevo los años que llevó aquí y ha sido una montaña rusa. Al principio con Gorka empezaba jugando y luego no jugaba, competía bien y luego era suplente. Con Kepa el año pasado me pasó lo mismo y estuve a gusto cuando jugué en Liga y también en Europa League. Y este año, que parecía que me iba a tocar desde el principio disputar el puesto de tú a tú, en este caso con Unai y con Remiro, tuve la lesión. Entonces parece que todo se vuelve negro de repente, pero al día siguiente hablando con el míster y los doctores me dieron mucha tranquilidad y al final es lo que contaba, recuperarse lo mejor posible y ya está”.
la mentalidad Hizo hincapié en que siempre ha sido un competidor nato para explicar que no haya acusado la inactividad, pues “entre una cosa y otra llevaba desde la vuelta con el Olympique de Marsella, casi seis meses, sin jugar un partido”. Reconoció que “al principio tienes esa pequeña de duda de cómo vas a volver, pero siempre he tenido la cabeza para competir bien y por suerte me han salido un par de buenos partidos, pero acabo de empezar y queda mucho”.
Esa fortaleza interior también le sirvió para superar el mazazo de su último contratiempo físico: “En la recuperación de una lesión intervienen muchos factores, pero si mentalmente estás bien, si estás contento y haces bien las cosas, todo puede ir a mejor. Hay que ver las cosas positivas, bastantes cosas hay malas en le mundo como para estar todo el día de negro por una lesión. Lógicamente en el momento de la lesión quieres darte de cabezazos contra la pared, pero fue llegar a casa, respirar un poco y empezar a descontar días para el regreso”. Está de vuelta y no conoce el vértigo.