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El capitán Gorka Iraizoz

EL GUARDAMETA ASUMIRÁ DESDE JULIO LA JEFATURA EN EL VESTUARIO DEL ATHLETIC TRAS LA RETIRADA DE Gurpegi

El capitán Gorka IraizozOskar Martínez

bilbao - Es una ley que no está escrita. Incluso, se trata de un código inviolable. El vestuario del Athletic lo cumple a pie juntillas, aunque en alguna ocasión pretérita se ha saltado la norma, la última por decisión de un técnico, Luis Fernández, que dio los galones a Julen Guerrero. Fue una excepción. En la última década se ha retomado esa liturgia. La retirada de Carlos Gurpegi obliga a entronizar a un nuevo capitán. Gorka Irairoz (Iruñea, 6 de marzo de 1981) debe asumir desde el próximo 11 de julio, cuando los rojiblancos inicien la pretemporada en Lezama, el rol que le toca desempeñar.

Iraizoz no es un novato en este papel. No en vano, ha portado el brazalete en un número importante de partidos durante esta última temporada, es decir en los que no ha comparecido Gurpegi en el césped. Sin embargo, al guardameta le toca ejercer como capitán tanto fuera como dentro de los terrenos de juego. Pasa a convertirse, a sus 35 años de edad, en la voz autorizada de la caseta, el que debe hacer valer las reglas del colectivo y defenderlo cuando llegue la ocasión de hacerlo.

El navarro asoma, con la despedida de Gurpegi, como el rojiblanco de mayor antigüedad, ya que debutó como león hace casi nueve años, el 26 de agosto de 2007, en la primera jornada de aquella liga ante Osasuna en el viejo San Mamés. Una semana después llegó en el Camp Nou el bautizo de Markel Susaeta, que se erige en el segundo capitán del conjunto de Ernesto Valverde. Son los dos jugadores con más partidos oficiales recorridos, si bien curiosamente Susaeta supera en este ranking, con 398, a Iraizoz, 369, al que le lastró una larga lesión en su primera campaña en el Athletic, además de las suplencias que ha experimentado en los cursos más recientes tanto en la Copa como en la Europa League.

cuestión de carácter Iraizoz, que se ha ganado la renovación hasta el 30 de junio de 2017 al cumplir en el último ejercicio las variables de partidos recogidos en su contrato, afronta, por tanto, un nuevo reto en su dilatada trayectoria y a lo largo de la cual se ha curtido como un portero experimentado, al mismo tiempo de acentuar su protagonismo en el vestuario como uno de los pesos pesados. Curiosamente, se estrenará como capitán en la primera jornada de la próxima liga, en lo que será su encuentro número 300 en el Athletic en la competición de la regularidad.

El navarro, que llegó a Lezama en 1999 procedente del Club Deportivo Chantrea, ha convivido estas nueve temporadas como rojiblanco bajo la lupa que supone defender la meta del Athletic, siempre a debate y que concita las más diversas opiniones. Su recorrido ha sufrido altibajos puntuales, pero ha tenido la virtud de superar los contratiempos para hacerse año tras año con la titularidad, por delante de compañeros como Aranzubia, Armando, Raúl Fernández e Iago Herrerín.

Dicen de él que le premia su carácter ganador y el bagaje futbolístico que acumuló fuera del Athletic, cuando tuvo que dejar la factoría rojiblanca dos veranos después de llegar con 18 años. En aquella primera época, militó en el Basconia, en Tercera División, y al curso siguiente en calidad de cedido en el Gernika, en Segunda División B. Tuvo que hacer las maletas para fichar por el Espanyol B, jugar después también como cedido en el Eibar de Mendilibar, con el que estuvo a un paso de hacer historia al quedarse a las puertas del ascenso a Primera División, y debutar a su regreso a Barcelona en el primer equipo periquito, con el que conquistó el título de Copa, bajo la dirección de Miguel Ángel Lotina, y el subcampeonato de la antigua Copa de la UEFA, con Valverde en el banquillo.

A Iraizoz le gusta moverse en la discreción. Se refugia en su trabajo y en ejercer como una referencia para los que vienen por detrás. Así lo ha comentado en varias ocasiones: “Transmitir a los jóvenes es algo que me encanta”. Precisamente, esta será una de sus funciones en su nueva condición de capitán. El 11 de julio se unirán al primer equipo varios chavales procedentes del filial y los que regresen de sus respectivas cesiones. Se encontrarán al guardameta como el jefe del vestuario. Un reto que exige.