IKER Muniain está viviendo una de sus experiencias más duras de su carrera como futbolista. La rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda obligará al jugador de la Txantrea a pasarse entre seis y siete meses en el dique seco. Una larga convalecencia que vivieron en su día Pablo Orbaiz y Mari Lacruz. En el caso del excentrocampista la experiencia fue doble ya que sufrió la misma dolencia en ambas articulaciones, la primera de ellas cuando tenía 23 años, uno más que Muniain en la actualidad. Un momento lleno de “tristeza” para los jugadores de fútbol al sufrir una de las lesiones más temidas. A pesar de todo, Iker tiene motivos para la esperanza y los antecedentes de Orbaiz -tras su primera recuperación volvió a ser internacional con España-, y Lacruz, además de los rojiblancos lesionados en los últimos años como Carlos Gurpegi, Iñigo Ruiz de Galarreta o Tiko, entre otros; muestran cómo se puede volver en las mejores condiciones a base de trabajo y paciencia.
“Se sale muy bien de esta lesión. La sufrí dos veces y luego conseguí volver a jugar a buen nivel. Además, hoy en día la ciencia ha avanzado mucho y hay grandes especialistas”, declara Orbaiz a DEIA minutos después de conocer el diagnóstico definitivo ofrecido por los servicios médicos del club. La rotura del ligamento conlleva una rehabilitación de más de medio año, un tiempo lleno de momentos duros y ganas de volver a reincorporarse al grupo. “Siempre tienes la ilusión de avanzar, de sentirte mejor y de volver a ser futbolista de élite. Va a tener días muy eufóricos y otros de bajón, pero forma parte del proceso de recuperación y entre todos los compañeros y los médicos del Athletic, que son increíbles, saldrá adelante”, comenta el excapitán del conjunto bilbaino.
Orbaiz confía totalmente en que su antiguo compañero de equipo volverá a los terrenos de juego en las mejores condiciones posibles: “Está mentalmente preparado para superar estos momentos. Iker es muchísimo más fuerte de lo que la gente puede creer, es un chaval fenomenal para el grupo, que siempre dentro del vestuario ha prestado atención a la gente y ha respetado mucho al compañero. No tengo ninguna duda de que va a salir muchísimo más fuerte de lo que ha entrado en esta lesión”.
Uno de los mayores rivales para recuperarse de la rotura de un ligamento es la precipitación. Querer volver antes de tiempo y poner en riesgo la salud de la rodilla. “En una lesión tan larga, un mes arriba o un mes abajo da igual, lo importante es recuperarse bien”, afirma Orbaiz, que opina que una buena mentalidad y paciencia pueden ayudar a llevar mejor la recuperación: “Una lesión de rodilla es grave para un futbolista. Es un golpe duro, pero forma parte de la carrera de un jugador. No queda más remedio que, cuando se pase el susto y la sensación de tristeza, hacer frente a la lesión de la manera más positiva que se pueda y tratar de recuperarse lo mejor posible, sin acelerar plazos”.
No hay dos lesiones iguales Otro de los que ha sufrido esta lesión es Mari Lacruz, que en 2004 tuvo que estar ocho meses parado. El que fuera defensa del Athletic y Osasuna, entre otros equipos, tiene un consejo claro para Muniain: “No se puede comparar con nadie. Cada cuerpo y cada operación son completamente diferentes y si algún compañero suyo mejoró antes que él, no tiene que preocuparse”. Cada rodilla es un mundo. Mil y una maneras de superar la rotura de ligamentos. Opinión compartida por Orbaiz: “Las dos lesiones que tuve, una en la izquierda y otra en la derecha, fueron completamente diferentes y mi manera de afrontar las recuperaciones también”.
Muniain se enfrenta a medio año largo de convalecencia antes de volver a vestirse de corto, sin embargo, su rehabilitación no terminará ahí. “La realidad es que en seis meses puedes jugar. Si todo va bien, tienes la seguridad de que tu ligamento y tu musculatura pueden estar al cien por cien, pero la otra realidad es que hasta el año no vuelves a alcanzar tu nivel”, explica Lacruz. Una cuenta atrás para que Iker retorne más fuerte que nunca.