BILBAO. El Athletic está aprovechando estos días para hacer pruebas de iluminación en plena Aste Nagusia. El himno rojiblanco y la luz se apoderan de San Mamés y sus alrededores. El 27 de agosto será el día D. 20.45 horas. Segundos antes el himno oficial de la Champions emocionará con su montón de decibelios de potencia a 53.000 personas. Se tratará de una instantánea histórica. El bautizo de un San Mamés por fin a pleno rendimiento, después de un año de transición, con solo tres cuartas partes operativas. Será en un partido grande. Un Athletic-Nápoles, con el ansiado billete a la fase de grupos de la máxima competición continental en juego. Puro éxtasis. Fútbol en mayúsculas. Una auténtica Catedral de Champions.

Urbanización exterior

La zona sur, la que restaba por levantar, se ha edificado prácticamente en tiempo récord. En solo doce meses. Faltan, eso sí, los remates que pongan la guinda. San Mames Barria maneja buenos datos. Muy positivos, como avanzan. No en vano, la sociedad propietaria del campo, tal como adelantó este periódico, ha dado el 20 de agosto como plazo máximo a sus contratas para finalizar la urbanización del entorno del complejo más cercano al Ensanche de Bilbao, una semana antes del trascendental encuentro ante el Nápoles de Rafa Benítez. Para entonces, todos los alrededores deberán quedar libres de maquinaria pesada y urbanizados para atender la entrada de los aficionados ya por todas las puertas del campo.

Precisamente, el entorno de Luis Briñas, la conexión con Licenciado Poza, será el que aporte esa imagen que marque un antes y un después. Se tratará de una especie de déjà vu. Sobre todo porque el escudo del Athletic volverá a ser visible desde el centro de la villa, aunque en esta ocasión su soporte será una pantalla LED, la tercera y última que restaba por instalar, que alternará la proyección del símbolo de la entidad con reclamos publicitarios.

San Mames Barria y la ingeniería Idom, encargada de la construcción del campo, se han sentido aliviados por el resultado del sorteo del viernes, aunque este no beneficiara deportivamente al Athletic. Ganan una semana. Conocen que esos días añadidos son vitales de cara a llegar a tiempo. Se verá, dicen, un San Mamés de Champions, si bien no se podrán ocultar esos detalles que desvelan que aún queda obra menor por hacer. Lo más urgente radica en cerrar el córner que cose la tribuna Este con la Sur, donde la última actuación se centra en colocar las escamas blancas que consuman el cerramiento. Después tocará embellecer el interior pendiente, pasillos, anillo VIP...