Me pudo el instinto", recuerda Pello Uralde, autor del gol de la Real aquel 29 de abril de 1984. El viejo San Mamés todavía cruje de espanto cuando rememora aquel momento. Todo estaba preparado para la fiesta. No podía ocurrir otra cosa. A los 18 minutos, Iñigo Liceranzu anotó el primer gol. Pero a falta de veinte para certificar el alirón, Uralde empató el encuentro. La Catedral se cubrió con un manto negro. Las campanas sonaban a funeral. "Probablemente fue el momento con más silencio en San Mamés de la historia". "Con todo el ambiente que había... fue una pasada", enfatiza el exdelantero alavés, que años después goleó al servicio del Athletic (1987-1990).
"Jugamos el peor partido de la temporada", señala Liceranzu, el héroe de aquel choque, probablemente el más emocionante, recordado y festejado por la hinchada rojiblanca de los 65 derbis vividos en el viejo San Mamés.
"El aficionado; fue el aficionado quien nos hizo ganar ese partido. Porque nuestra afición marca una diferencia abismal con la de cualquier otro club. Se entrega con una generosidad absoluta. Lo que pasa aquí no pasa en ningún otro sitio".
"Pero esos partidos no son para jugarlos, son para ganarlos", advierte el excentral del Athletic, que a falta de once minutos anotó también el segundo gol, rematando de cabeza un córner lanzado por Estanis Argote. El gol 3.000 del Athletic en esta competición, el del delirio, el del octavo y último título de Liga que atesora el club bilbaino.
"La clave estuvo en el partido anterior, la victoria en Valencia. El Real Madrid y el Barcelona nos pisaban los talones y aquel partido fue decisivo. Terminamos muertos, pero ganamos", señala Liceranzu.
Culminada la gesta, el último obstáculo. La Real Sociedad y en un enfervorizado San Mamés. Cundieron las suspicacias, pues dos años antes el equipo txuri urdin celebró su segundo título liguero en una circunstancia similar. Y ganó (2-1).
"De antemano no hubo nada. Ni se pactó ni se habló entre los jugadores al respecto (y el respecto era eso de dejarse ganar), pero todo el mundo era consciente de lo que había", confiesa Uralde. Consciente o no, marcó un gol que se clavó como un dardo en el corazón de la hinchada rojiblanca. "He sido delantero y me pudo el instinto. Si ahora veo un balón lo remato, no lo puedo remediar. En aquel momento me vino el balón y lo metí. El árbitro (el canario Merino González) hasta dudó si era o no gol válido y fue a consultarlo con un juez de línea porque nos quedamos todos parados y hubo un silencio total en el estadio".
Uralde evoca que Txiki Begiristain se le acercó en ese momento con gesto como de reprobación. "Probablemente; no me acuerdo muy bien lo que me dijo. Pero al día siguiente, en un bar de Donostia, observé una viñeta humorística ilustrando ese momento y sí, me echaba en cara el gol". "Pero es que además", añade el exdelantero gasteiztarra, "yo creo que Zubizarreta tampoco estuvo muy acertado, probablemente por la tensión y yo rematé casi sin ángulo". "Todo el Athletic jugó con mucha tensión, pero es lógico con todo lo que se jugaban, y nosotros al contrario, jugamos con mucha comodidad".
Lo cierto es que la Real Sociedad sí tenía bastante que perder. La derrota le supuso quedarse sin una plaza para disputar la Copa de la UEFA.
"La Real no se dejó como tampoco nos dejamos nosotros dos años antes en el derbi de Atocha", sentencia Liceranzu. "Desde luego, nadie habló conmigo al respecto. Sobre la actitud... ¿cómo se mide la actitud? Es una leyenda que no se corresponde con la realidad", afirma con rotundidad el exfutbolista vizcaino.
Pero aquel equipo, y sobre todo él, Rocky Liceranzu, aquel día sí se convirtieron en leyenda. "Entonces nos lo dijo Piru Gainza: con el tiempo se reconocerá en su justa medida la gesta que habéis conseguido".
1923
Preámbulo de un título copero
Pero antes y después de aquel derbi tan señero Athletic y Real Sociedad han desarrollado una rivalidad que resulta difícil de resumir acotando los momentos con más sabor de una abigarrada historia futbolística que comenzó un 29 de abril de 1923 con motivo del partido de vuelta de las semifinales de Copa. El Athletic, entrenado entonces por mister Pentland ganó 2-0 y se clasificó para la final, título que conquistó derrotando al Europa (1-0).
1929
Cholín y Kiriki
El primer campeonato de Liga se puso en marcha en 1929 con diez equipos en liza, entre ellos el Athletic y la Real Sociedad, que se encontraron en San Mamés el 28 de abril de aquel año. Los primeros goles fueron transformados por futbolistas blanquizales. Cholín y Kiriki adelantaron a la Real. No sirvió de mucho, porque acabó derrotada por un claro 4--2. Unamuno anotó dos tantos, y Juanín, de penalti, y Mandaluniz redondearon la victoria rojiblanca.
1932-33
Primera victoria del Donostia
En plena República, los txuri urdin también repudiaron de la monarquía y rebautizados con el nombre de Donostia FC arrancaron su primer triunfo en San Mamés por 1-3.
1934-35
7-0, la mayor goleada
Aquella temporada el Athletic dio buena cuenta de su entrañable rival. En Anoeta ganó 0-4 y en San Mamés le endosó un 7-0, hasta ahora la mayor goleada a la Real en San Mamés. Ocurrió un 7 de febrero de 1935. Bata logró tres dianas, Elice dos y Careaga y Mandaluniz los otros dos tantos.
1950-51
La Real acaba por delante
La Real Sociedad tuvo que esperar a la Liga 1950-51 para terminar, por vez primera, por delante del Athletic en la clasificación. El equipo donostiarra, entonces entrenado por Benito Díaz, que pasó a la historia por sus famosos cerrojazos, terminó en quinta posición, mientras el Athletic lo hacía en la sétima plaza. Eso sí. El derbi de San Mamés fue tan rotundo como concluyente: 7-1.
1974-75
Los goles salvadores de Carlos
El Athletic acabó la campaña en décima posición, pero estuvo tan pareja y reñida la competición que se puede decir que el equipo bilbaino se libró del descenso en la penúltima jornada ganando un derbi angustioso. Gaztelu adelantó a los realistas y fue Carlos Ruiz, máximo goleador del campeonato con 19 tantos y último pichichi rojiblanco, quien acudió presto al rescate anotando dos goles que dieron la vuelta al marcador. El Athletic disputó la última jornada de aquella Liga en el Camp Nou (4-0). La Real acabó en cuarto lugar con 36 puntos y fue a la UEFA y el Málaga descendió con 32, dos puntos menos que el Athletic.
1986-87
Fuera de la final de Copa
Las semifinales de Copa emparejaron al Athletic, entrenado por José Ángel Iribar, y la Real. El primer asalto tuvo lugar en Atocha y terminó con un esperanzador 0-0. Sin embargo en la vuelta, en San Mamés, José Mari Bakero dejó fuera al equipo bilbaino anotando el único gol del encuentro. La Real, dirigida por John Toshack, disputó el título al Atlético de Madrid en Zaragoza (2-2), que se adjudicó en la tanda de penaltis.
1987-88
La mayor goleada txuri urdin
Soplaban malos vientos por la Catedral y el declive que entonces experimentó el Athletic también se reflejó en el derbi, sobre todo porque la Real disponía de un equipo francamente competitivo bajo la batuta de Toshack. El equipo txuri urdin logró entonces lo que hasta el momento es la mayor goleada conseguida por los donostiarras en el viejo San Mamés. Un 1-4 con goles de Begiristain (2), Bakero y Loren. Con todo, el Athletic, dirigido por el inglés Howard Kendall, rectificó su deriva y acabó en la cuarta plaza, clasificándose para la Copa de la UEFA, y la Real fue subcampeón de Liga.
1999-00
Clemente en el 'otro bando'
Javier Clemente, el artífice de los últimos títulos rojiblancos y gran animador de los derbis frente a la Real Sociedad, se enfrentó al Athletic, entrenado por Luis Fernández, pilotando la nave blanquiazul tras sustituir al austriaco Bernd Krauss. El derbi terminó en tablas (1-1). El partido de Atocha, que fue posterior, fue otra cosa. La Real ganó por un concluyente 4-1 en la jornada 33, lo cual le vino muy bien al equipo guipuzcoano, que acabó evitando el descenso sin excesivos apuros.
2000-2001
La Real se salva del descenso
Si en la temporada 1974-75 fue el Athletic quien se salvó del descenso en un derbi en San Mamés en la penúltima jornada, en la campaña 2000-2001 le tocó a la Real Sociedad solventar el mal trago venciendo por 1-3 en un partido jugado sin concesiones. Urzaiz marcó para los rojiblancos y Jankauskas, De Pedro e Idiakez lo hicieron para la Real Sociedad. Ese fue el último triunfo de la Real en la Catedral, porque a partir de entonces el Athletic ha engarzado ocho derbis consecutivos sin perder, con siete victorias y un empate, precisamente el año en el que la Real bajó a Segunda División 2006-07). Con la categoría asegurada, la Real disputó el último encuentro en Anoeta contra Osasuna, que acudía a la cita con el agua en cuello. La afición txuri urdin jaleó sin disimulo alguno al conjunto navarro, la Real bajó descaradamente los brazos y Osasuna logró un triunfo vital que levantó todo tipo de suspicacias. El Oviedo aún lo está penando.
2001-02
Fin a nueve años de mala racha
Desde octubre de 1992 llevaba la Real Sociedad sin perder en San Mamés. Diez encuentros consecutivos. Una racha que se rompió con Jupp Heynckes de nuevo en el banquillo bilbaino en la vigésimo jornada, disputada el 12 de enero de 2002, y con dos goles de Tiko (2-1). La tensión que se vivía hizo perder los nervios al técnico galés John Toshack, que fue expulsado por el colegiado andaluz Medina Cantalejo. El Athletic, además, también se llevó el derbi de Anoeta, la nueva casa de la Real, en el partido que abría el campeonato (1-3, con dos goles de Urzaiz y uno de Tiko).
2002-03
La Real pierde otra buena racha
La Real acabó la Liga en la segunda posición, tras el Real Madrid, y se tiró toda la primera vuelta imbatida. Excelente racha que se cortó de cuajo precisamente en San Mamés y de manera inapelable (3-0), aunque los donostiarras culparon del desastre al árbitro asturiano Muñiz Fernández, que expulsó al turco Nihat con tarjeta roja directa. Para más escarnio, Joseba Etxeberria, probablemente uno de los futbolistas más repudiados por la hinchada txuri urdin, fue la estrella de aquel encuentro, marcando dos goles. Santi Ezquerro puso la guinda con el tercero en el último minuto.