La derrota del Athletic deja a Bilbao sin la fiesta del primer título europeo

BILBAO. El impresionante ambiente festivo que ha vivido la capital vizcaina durante toda la jornada, con las ventanas y balcones de los edificios engalanado con banderas rojiblancas -como ha ocurrido esta temporada en cada cita importante- no ha tenido continuidad tras el partido.

Los 40.000 aficionados que han presenciado el partido en San Mamés han pasado de la euforia previa al partido al disgusto tras el tempranero gol en contra. Tras el 2-0, se ha pasado a la resignación, aunque el inicio del segundo tiempo ha dado lugar a la ilusión ante una posible reacción de los bilbainos.

Sin embargo, el tercer gol del Atlético se ha vivido como un jarro de agua fría en "La Catedral" que ha seguido el resto del choque en un silencio sepulcral, hasta que en los últimos minutos, perdida ya toda esperanza de remontar, se han entonado cánticos en apoyo a los leones y se han hecho alusiones a la final de Copa que el próximo 25 el Athletic disputará ante el Barcelona.

A pesar del devenir del partido, los aficionados no han abandonado el estadio hasta el final del choque, a cuyo término han sido muchos los seguidores rojiblancos que han vertido lágrimas por la derrota.

Los tres goles en contra encajados por el Athletic han hundido el ánimo de los aficionados rojiblancos y, tras el pitido final, las cuarenta mil personas que han presenciado el choque en San Mamés han optado por volver a sus casas en lugar de quedarse, como en ocasiones anteriores, por los bares de la zona.

Lo mismo ha ocurrido con las miles de personas que, espoleadas por las buenas temperaturas, han acudido a los otros siete puntos de Bilbao con pantallas gigantes para ver la primera final europea del Athletic en 35 años y que se han quedado sin poder celebrar el título en plena calle.

Tras la derrota rojiblanca, tampoco surcará la ría la "Gabarra", embarcación que se convertió en un símbolo para el club y su afición tras ser usada para festejar sus últimos títulos: las ligas de 1983 y 1984 y la copa de 1984.

Habrá que esperar a la final de Copa el 25 de mayo para saber si finalmente esta temporada la "gabarra" sale a la ría para celebrar un nuevo título rojiblanco.