bilbao. Cinco días antes de cumplirse los cien primeros de Josu Urrutia al frente del Athletic, el palacio Euskalduna fue escenario de la Asamblea de Socios. Allí, sobre el escenario en que la nueva Junta defendió sus tesis y recibió el respaldo mayoritario y abrumador de los compromisarios, dos directivos demostraron ser los auténticos hombres fuertes del equipo que lidera el lekeitiarra. Javier Aldazabal, secretario de la Junta, y Alberto Uribe-Echevarría, el contador, fueron los encargados de convencer a los auténticos dueños del club con sus teorías.

Aldazabal (Amorebieta, 1964) hizo sus pinitos en el fútbol con los azules de Urritxe, antes de doctorarse en Derecho por la UPV. Su apasionamiento por el deporte le llevó a conseguir el diploma Especialista en Derecho Deportivo que otorga el Consejo Superior de Deportes, tras lo cual redactó el decreto del Deporte Vasco de Alto Nivel. Profesor de Derecho Público en la Universidad de Deusto, es asesor jurídico de la Fundación Bat-Basque Team, labores que compagina con el Arbitraje Cooperativo en el Gobierno vasco. Fue presidente de la ikastola Kuru-tziaga, de Durango, y se incorporó como socio al Athletic en 1994.

"Es, por encima de todo, un hombre sencillo y muy detallista", según la definición que de Aldazabal realiza Eduardo Urrutia, actual presidente de Kaiku Corporación Alimentaria, que coincidió con el secretario del Athletic en el centro tecnológico AZTI, donde el zornotzarra ejerció labores de secretario del consejo. "Es un profundo conocedor de las leyes y muy riguroso en su trabajo", ahonda el ejecutivo de la firma láctea, quien también alaba la "dedicación profesional" del directivo rojiblanco.

Hacer sencillo lo complejo Los caminos de la vida unieron las trayectorias profesionales de Carmelo Canales y Alberto Uribe-Echevarría (Bilbao, 1959) entre 1984 y 2002. El que fuera vicepresidente del Athletic con Javier Uria no tiene más que elogios para el que fuera su compañero en la auditoría Arthur Andersen. "Es un gran profesional. Un hombre inteligente, preparado y formado que tiene grandes habilidades para la relación y la comunicación". Fueron precisamente estas características, tanto en Uribe-Echevarría como en Aldazabal las que sorprendieron en su toma de contacto con la Asamblea rojiblanca. Sin embargo, Canales ya sabía que "Alberto tiene la capacidad de convertir en sencillas las cosas complejas", por eso confiesa que "me gustaría que hubiese más directivos de su estilo".

En su círculo de amistades, califican al director de la auditoría Deloitte en la Zona Norte como "un hombre honesto y leal, minucioso y detallista, que además es mucho más sencillo de lo que podría ser por situación profesional", en opinión de Iñaki Ahedo, un amigo de la infancia con el que coincide en ser socio del Athletic desde 1967, cuando ambos contaban 8 años.

Ahedo hace un paralelismo deportivo-laboral para definir a su amigo: "Su ídolo como futbolista fue Dani, porque era un luchador como él y porque también comparten ser Athletic cien por cien". Uribe-Echevarría transmitió su amor por el fútbol a su hijo, que llegó a jugar en la selección de Euskadi cadete.

En ellos, Urrutia tiene un par de consejeros que le facilitarán su gestión al frente del Athletic, porque harán sencillo lo difícil hasta los más mínimos detalles.