"Me sentía raro metiéndole goles al Athletic"
El estreno liguero del Athletic mezcla muchos sentimientos dentro de Jon Pérez Bolo. El bilbaino jugó 49 partidos con la camiseta rojiblanca pero sus seis temporadas en Madrid le sirvieron para ser el máximo goleador del equipo vallecano en Primera División
¿Qué siente cuando se enfrentan Athletic y Rayo Vallecano?
Está claro que el corazón me tira para el Athletic. Al Rayo le tengo mucho que agradecer, la verdad es que el tiempo que estuve allí se portaron conmigo fenomenal. Yo soy de Bilbao, siempre he sido del Athletic y, aunque haya jugado en otros equipos, siempre he tenido el sentimiento rojiblanco muy dentro. Siempre quería que ganase el Athletic menos cuando jugaba contra mí.
¿Cómo se fragua su salida del Athletic al Rayo en 1998?
No fue duro como futbolista. Fue duro porque me iba de casa, me desvinculaba del Athletic. Pero ya había tenido dos cesiones a Osasuna y a Alicante y no quería otra cesión. Sabía que con los delanteros que había en el Athletic lo iba a tener muy complicado. Yo lo que quería era jugar y tener un nombre en el fútbol.
¿Que le atraía de un club como el Rayo Vallecano?
Sobre todo el interés que puso en mí. Además era un equipo que estaba peleando por subir a Primera División. Al final lo conseguimos y tuvimos una experiencia fenomenal.
¿Se fue pensando en volver algún día al Athletic?
No. A mí me gusta vivir pensando en el presente. Sabía que me iba a Vallecas a intentar hacerlo lo mejor posible, a ganarme un puesto en el equipo, que en todos los equipos en los que he estado siempre he tenido mucha competencia y he tenido que pelear fuerte para jugar. Por suerte he jugado muchos minutos en todos los equipos en los que he estado y mi idea era hacerlo bien en el Rayo. No me iba con ninguna espina clavada pensando en que más adelante podía volver. Pensaba en hacerlo bien en el Rayo y en el futuro, si hacía bien las cosas, podía tener opciones de Athletic o de cualquier otro equipo.
¿Qué le hace al Rayo tan especial?
Era muy familiar. La familia Ruiz Mateos ha tenido que marcharse, pero en la época que he vivido yo en el Rayo la verdad es que era una familia muy unida y no había los problemas que ha habido la pasada temporada. Sé que ha sido duro lo que está pasando en Vallecas, porque todavía tengo muchos amigos allí. El capitán Michel es íntimo amigo mío, sigo veraneando con él y con su familia, y me ha tenido al tanto. Pero no es la época que yo he vivido en el Rayo. Entonces fue todo muy bueno, excepto el último año, el del descenso de Segunda División a Segunda B. Yo puedo hablar de lo que conocí: el poder jugar la UEFA o el estar varias jornadas como líderes de Primera División, que fue una experiencia inolvidable con un equipo de barrio que era una familia.
¿Son los éxitos más satisfactorios en un club modesto?
Siempre he dicho que el Real Madrid o el Barcelona son equipos que ganan Ligas y eso les da un alegría y una emoción inmensa. Pero yo lo comparo con un ascenso a Primera con el Rayo, o con pasar a cuartos con el Rayo Vallecano en una competición tan importante como la UEFA.
¿Cómo le trató la afición vallecana?
Fenomenal. Estuve cinco años y medio y son todo recuerdos positivos, los negativos he intentado borrarlos. La última época en el Rayo fue muy mala y el trato no fue todo lo bueno que fue en los años anteriores. La afición también estaba sufriendo porque veía que el equipo se iba al pozo de la Segunda B y era entendible. Me quedo con los momentos buenos, con todo lo que me ayudaron y apoyaron.
En la temporada 2000-01 anotó 14 goles. ¿Fue ese el mejor momento de su carrera?
A los delanteros nos miran por los goles, pero ha habido otras temporadas en las que no he hecho tantos goles y me he ido igual de satisfecho. Al final lo que me ha caracterizado, por lo que creo que he jugado en todos los equipos en los que he estado y por lo que los entrenadores han confiado en mí, es por el trabajo que hacía en el campo y lo que ayudaba al equipo. En definitiva, me considero un currante del fútbol y está claro que los delanteros tienen que marcar goles. Estoy seguro de que si hubiera marcado más goles hubiera jugado mucho más arriba, pero estoy orgullosísimo de lo que he jugado, de los equipos en los que he jugado y de mi trayectoria como profesional.
Usted metió el último gol en Liga del Rayo Vallecano en San Mamés.
La verdad es que uno se sentía raro metiéndole goles al Athletic. Ya había jugado con el Rayo contra el Athletic en Liga y en Copa, pero no había conseguido marcar. Ese partido era importante para mí, porque en la temporada anterior Míchel se lesionó con una rotura del tendón de Aquiles jugando contra el Athletic en Vallecas. Aquel partido era la primera convocatoria en la que iba Míchel después de la lesión. Le dije que íbamos a mi casa, que él se había lesionado contra el Athletic y que le iba a dedicar un gol. Tuve la suerte de hacer el gol y poder dedicárselo.
¿Qué le empujó a salir del Rayo Vallecano?
Fueron las circunstancias. Yo estaba muy a gusto en el Rayo, pero el descenso a Segunda B y los acontecimientos que se dieron a final de temporada, con la presión que se nos ejercía, además siendo yo uno de los capitanes, me empujaron a optar por la salida del club pensando que era lo mejor para el club y para mí.
El Rayo llega a Primera en un momento muy complicado.
Es difícil de entender. En la sociedad todo el mundo está pasando apuros y, si la sociedad pasa apuros, está claro que eso salpica a muchas cosas, entre ellas al fútbol. Está bien que los jugadores peleen por lo suyo porque a todo el mundo que trabaja le gusta recibir su salario. Espero que todo llegue a buen puerto y que el aficionado pueda disfrutar del buen fútbol y los jugadores puedan practicarlo, que es por lo que nos pagan. Es difícil desplazarte fuera de tu tierra para trabajar y no recibir tu salario. La mayoría no son como los jugadores del Real Madrid, el Barcelona o el Athletic que ganan millonadas. Los futbolistas muchas veces dependen de sueldos pequeños que no reciben y pasan apuros.
¿El Rayo mantendrá la categoría?
Está en una situación complicada. Nosotros cuando subimos todo el mundo decía que íbamos a bajar y nosotros éramos conscientes de ello. En un equipo nuevo en la categoría, con dificultades económicas, se suele hacer más piña y se trabaja al 200%. Sé que va a pasar una temporada complicada pero confío en que pueda mantenerse.
¿Y el Athletic?
También es un proyecto nuevo, una filosofía diferente de trabajar y está claro que va a haber que esperar un tiempo para que se vean recompensados los esfuerzos. De momento pinta bien lo que se está viendo, cómo pelea el equipo, cómo juega el balón... Es una filosofía diferente y hace falta tiempo para sacar conclusiones.
¿Y la delantera del Athletic?
No es solo Llorente. Es un jugador fundamental dentro del Athletic pero también hay jugadores como Toquero, Igor Martínez o Ibai que pueden aportar mucho. Con la llegada de Ander Herrera, que tiene llegada y tiene gol, el Athletic va a hacer muchos goles.
¿Valora cosas del juego que antes no percibía como jugador?
Sí... pero no sólo porque ahora sea entrenador. En mi última etapa como jugador ya empezaba a ver cosas que quizás si los hubiera visto antes, no habría cometido muchos errores de los que he cometido.