bilbao. Hizo del Athletic un equipo con un fútbol ofensivo, atractivo y no se olvidó de promocionar jóvenes valores de la cantera. Además de resultados, el club ganó en autoestima y en imagen a través de la realización personal de muchos de los futbolistas que tuvo a sus órdenes. El arranque liguero, con la cita del Santiago Bernabéu, era una excelente oportunidad para charlar con el único entrenador que ha dirigido al Real Madrid y al Athletic. La posterior suspensión de la jornada inaugural a causa de la huelga convocada por los futbolistas no afecta tangencialmente al contenido de la entrevista y de ahí su publicación en la edición de hoy, que era la fecha prevista para ello. Jupp Heynckes (Mönchengladbach, 1945) aprovechó su día libre de la semana para atender a DEIA y transmitir sus opiniones, así como desempolvar recuerdos que cataloga como inolvidables. Asegura que en su dilatada carrera como técnico, en ningún destino se ha sentido tan a gusto como en Bilbao y se remite especialmente a la primera de las dos experiencias vividas. La predisposición del futbolista rojiblanco sería la clave, el eje sobre el que pivotó aquel bienio feliz, cuando no podía siquiera comunicarse normalmente con el vestuario por su desconocimiento del idioma. Augura buenos tiempos para el Athletic en manos de exjugadores que él dirigió, Josu Urrutia, Cuco Ziganda, Aitor Larrazabal,… Y no duda en dar su refrendo a Marcelo Bielsa, un colega cuyo criterio futbolístico comparte y a su manera tratará de aplicar en el todopoderoso Bayern Múnich que le ha reclamado para volver a reinar en Alemania y en el continente.
Ha vuelto al Bayern Múnich, por tercera vez coge las riendas del club más laureado de su país.
Siempre diré que esta es mi segunda etapa en el Bayern porque hace dos años, a finales de la temporada 2008-09, solo estuve cinco semanas y vine por apoyar al club cuando se decidió la destitución de Klinsmann. Solo le dirigí cinco partidos de Liga y algún amistoso, lo cual no cuenta para mí en el mismo sentido que cuando estuve antes cuatro años, de 1987 a 1991, o esta etapa que ahora he empezado.
Le han llamado para devolver al equipo a su máximo nivel, en Alemania y en Europa.
Es un proyecto interesante, ilusionante para mí. Aunque tenga 66 años me siento muy bien físicamente y me sigue gustando trabajar con jóvenes. Conozco muy bien el Bayern, conozco a sus dirigentes desde hace más de 30 años, desde cuando ellos y yo éramos jugadores. Para mí es más fácil empezar de nuevo en el Bayern que hacerlo en otro club. Eso sí, al igual que en el Barcelona, el Real Madrid o cualquier grande de Europa, aquí tienes unos objetivos marcados, aquí siempre tienes que ganar.
Pues ha querido el destino que en la Bundesliga empezase perdiendo y contra el Borussia Mönchengladbach, el equipo de su ciudad…
Sí, sí, contra el equipo de mi corazón, de mi vida, sí (ríe a gusto). Conozco bien las aspiraciones del Bayern y estoy tranquilo porque a través del trabajo vamos a tener un buen año. Evidentemente, necesito un poco de tiempo, todo entrenador lo necesita cuando llega a un equipo, aunque soy consciente de que cada vez existe menos paciencia en el fútbol. Hemos perdido el primer día, pero sé que voy a encarrilar esto para conseguir el éxito (el Bayern venció ayer al Hamburgo por 5-0).
Lo cierto es que sigue en la brecha, no hay tantos técnicos que a su edad se mantengan en la elite. Después de permanecer dos años sin sentarse en un banquillo, su decisión de fichar por el Bayer Leverkusen en 2009 pareció sorprender, algunos ya le daban por jubilado. Dijo usted entonces que todavía tenía "fuego dentro".
En Leverkusen cogí un equipo que había quedado noveno el año anterior y conmigo fue cuarto el primer año y el segundo llegamos a ser subcampeones. Para mí fueron dos años muy buenos con los jugadores y la afición. Hoy como entrenador tienes que rodearte de un equipo de técnicos que tienen que ser buena gente en la que puedes delegar parte del trabajo. Cuando era joven yo mismo hacía de todo en un club, algo que ahora es imposible porque debes tener muy buen feeling con los dirigentes y también con el vestuario, por lo que debes delegar en los colaboradores el trabajo del día a día. Es imposible trabajar como se hacía antes por la gran presión de los medios de comunicación y todas las facetas que debes cuidar: la relación con la directiva, el servicio médico... Por eso, aunque evidentemente uno debe imponer su carácter y su idea de fútbol, es imprescindible delegar.
¿Cuánto hace que no viene a Bilbao?
Buff… Hace muchos años que no voy, pero es que tampoco he tenido tiempo, en gran parte debido al trabajo. Tengo muy buenos recuerdos de Bilbao y no he dejado de tener contacto con gente que conocí allí. Sigo hablando de vez en cuando con Txetxu Lertxundi, con Fernando Ochoa y con Otto, la persona que hizo de intérprete para mí cuando fui la primera vez a Bilbao. Estoy enterado de lo que allí pasa.
Entonces sabe que desde hace mes y pico el presidente se llama Josu Urrutia, a quien usted tuvo como jugador en sus dos etapas en el Athletic.
De él también tengo muy buen recuerdo, primero porque era una gran persona y segundo porque era un buenísimo jugador de medio campo. Siempre digo, cada vez que me lo preguntan en una entrevista, que fue en Bilbao, en mi primera etapa, donde más a gusto he estado con un grupo de jugadores. Esos dos años, entre 1992 y 1994, son mis mejores años en el fútbol profesional como entrenador. Entonces yo no hablaba castellano y únicamente me podía comunicar a través de Otto. Los jugadores se comportaron muy bien, no fue fácil, pero fueron dos años inolvidables por el carácter y la actitud de los futbolistas, ellos consiguieron que todo fuese bien y Josu fue en este sentido de los más importantes. Normalmente no puedes entrenar en condiciones a un equipo sin conocer el idioma, pero aquella aventura salió bien gracias sobre todo a ellos.
En Alemania, en especial en el Bayer Munich, es algo normal que sean exjugadores quienes ostenten las mayores responsabilidades del club. Viene funcionando así desde hace décadas.
En el Barcelona también hay muchos exjugadores del club que se encuentran ocupando cargos en el cuadro técnico, gente que salió de su cantera, como Guardiola. En Alemania es costumbre que los exjugadores sean presidentes, directivos, directores técnicos... Me parece muy bien. Pero un presidente necesita algo más que conocimientos deportivos y, aquí es lo mismo que decía del entrenador, debe rodearse de buena gente alrededor. Ya sé que Josu tiene con él a Cuco y a Aitor, que también fueron jugadores míos. Me parece bien porque son gente inteligente, sensata, moderada, que sabe cómo actuar y sabrán llevar sus cargos dentro del club.
Carlos Gurpegi, al que usted hizo debutar en el Athletic, es ahora uno de los capitanes.
Siempre he seguido al Athletic también por su caso. Es un chaval estupendo que sufrió muchísimo. Me alegro que esté otra vez a su mejor nivel, pero esto es posible solo por su forma de ser, por cómo trabaja, porque siempre ha sido humilde, viene de una familia extraordinaria. Pocos jugadores hubieran superado su problema. Es navarro, como Cuco, buena gente. No es nada fácil después de dos años inactivo volver al fútbol de elite. Sé además que su regreso no fue sencillo, que le costó coger el ritmo, pero es Carlos.
¿Qué puede decir de Marcelo Bielsa?
Lo conozco. Conmigo en el Leverkusen tuve a Arturo Vidal, un internacional chileno, y Bielsa estuvo aquí, en Alemania, viéndole. Creo que es muy buen entrenador, con un criterio bueno y es un trabajador excelente. Sé que Bilbao es Bilbao, que no es cualquier sitio, la gente allí es exigente, pero él está muy bien preparado y además tiene la ventaja del idioma.
El calendario con el que se estrenará Bielsa supone una complicación añadida: se juega su continuidad en la Europa League coincidiendo con el arranque liguero.
Los partidos hay que jugarlos y hay que pensar más allá de los primeros partidos. El Athletic viene de hacer buenas temporadas, el año pasado acabó bien situado en la Liga, sexto.
Hablemos de ese primer partido de Liga con el Real Madrid (que no se jugará por culpa de la huelga de jugadores), un equipo al que usted debe prestar atención porque puede ser un rival directo de su Bayern.
No solo el Madrid, hay más equipos que estarán arriba en Europa. Pero si el Barcelona no hubiera sido tan excelente, el Madrid hubiera ganado las últimas Ligas con los puntos que sumó, tanto con Mourinho como con Pellegrini. La diferencia es que el Barça tiene jugadores de la cantera, con muchísimos años en el club, tiene doce o catorce jugadores en la plantilla que son de la casa. Ese es su secreto, han vivido la filosofía del Barcelona desde que estuvieron en La Masía y se entienden tanto dentro como fuera del campo. El Madrid es otra cosa, hace grandes fichajes y el entrenador tiene que hacer una labor para conjuntar a todos, que es algo muy difícil y más con las exigencias que siempre tiene en Madrid.
Ahora parece que al Madrid le ha dado por reforzarse con compatriotas suyos.
Bueno, el Madrid ya fichó antes a Netzer, Breitner, Stielike,… Ahora tiene a Özil, Sahin… Mourinho tiene un buen sistema porque cuenta con jugadores de gran categoría y luego ficha jóvenes con talento, como ha hecho este año con Sahin, que es muy buen jugador. Mourinho ficha bien, quiere construir un equipo a pesar de que sabe que necesita el éxito inmediato. Si apuesta por jóvenes es porque hacen falta, ellos tienen ilusión, hambre, y ese es el camino para hacer un equipo muy competitivo al final.
Poco que ver tienen la Bundesliga y la Liga. Allí existe un equilibrio mayor, un abanico de equipos que pueden figurar en lo más alto, mientras aquí Barça y Madrid lo acaparan todo.
Para el público y para la prensa es muy interesante ver tantos equipos compitiendo arriba. Son equipos con mucha gente joven y que siempre están presionando. Si pierden el balón, enseguida cambian para recuperarlo rápido. Es lo que ha hecho el año pasado el campeón, el Borussia Dortmund, pero también otros equipos. Yo pienso que si tengo que jugar cada tres días un partido de esta manera, con tanta intensidad, no sé si se va a poder llegar bien físicamente al final de la temporada, pero los jóvenes se apoyan y se respetan entre sí.
Parece que con Bielsa los tiros van por ahí también.
Esta es la fuerza que tiene el Athletic, que tiene a jugadores que son todos del país y van todos juntos. Ellos piensan en el club, en el país.
¿Es posible desarrollar esta idea de juego en el Bayern Munich?
Es el problema del Bayern. Van Gaal tenía un concepto muy fuerte de fútbol de ataque, pero en la actualidad en el fútbol hay que presionar en zona y hacerlo todo el equipo. Yo estoy trabajando ahora en ello. Sabes que yo soy un técnico ofensivo, pero tienes que organizar el equipo para reducir el campo cuando no tienes el balón y abrirlo cuando está en tu poder. Es muy difícil conseguirlo, pero hoy… También es el problema que tiene el Madrid. Mourinho lo inculca, pero es complicado con jugadores que no tienen la costumbre. Por eso para mí Bilbao fue muy buen sitio para trabajar, porque los jugadores hacían lo que se les pedía.
¿Verá el partido entre el Real Madrid y el Athletic? (Se desconocía el impacto de la huelga)
No sé a qué hora es, pero sí, creo que lo veré.
¿Y qué le gustaría que sucediese?
Que gane el mejor (suelta una carcajada). No, no, en mi corazón soy más del Athletic.
Tampoco tendrá un buen recuerdo de su paso por el Madrid. Con usted volvieron a ganar la Copa de Europa después de muchísimos años y, sin embargo, le abrieron la puerta.
Tuvimos un muy buen final de temporada con la consecución de ese título europeo, pero el año fue muy complicado por la política del club. No soy una persona amiga de intrigas y no me apetecía trabajar en un entorno como el que conocí allí. No obstante, aquello fue una experiencia valiosa para mí. Para llevar el Real Madrid tienes que ser sólo profesional. En el Athletic yo ponía todo lo que tenía dentro, ponía mi sentimiento en lo que hacía, por eso estuve muy a gusto en ese club y en ese país. Para trabajar a plena satisfacción, tienes que volcar en tu labor todo lo que llevas dentro de ti. Sé de lo que estoy hablando y por eso digo también que hay que tener paciencia dentro y fuera del club, con Josu y con su equipo, también con el entrenador, por supuesto. Es muy buena gente y él va a llevar al equipo hacia arriba. Es muy importante contar con buenos jugadores, pero el entrenador es quien tiene que acertar a llevar el vestuario y Bielsa está capacitado.