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"La cláusula anti Athletic es irreal"

Nacho Monreal se declara sorprendido por el intento de Izco de blindar a los jugadores de Osasuna de la "amenaza" bilbaina "No tengo nada contra el Athletic, no cierro puertas", dice el lateral izquierdo navarro

"La cláusula anti Athletic es irreal"Foto: mikel saiz

bilbao. "La cláusula anti Athletic es irreal", reflexiona Nacho Monreal el pelo encrestado, la mirada azul y la sonrisa como altavoz al mediodía en Tajonar después del entrenamiento de Osasuna. La cláusula anti Athletic, cifrada en 12 millones de euros, es el escudo populista y demagógico que sostiene el discurso belicoso de Patxi Izco, presidente de Osasuna, ante la hinchada para apaciguar las voces críticas con el mandatario, que debió sacrificar a José Antonio Camacho por petición popular -las gargantas del Reyno de Navarra clamaban contra el murciano-, y por comunicación interna: el vestuario se había amotinado.

En ese ambiente de extraordinaria crispación, de cuestionamiento de la gestión del presidente, sabedor este de que el Athletic merodeaba el entorno del futbolista, según anunció DEIA, Izco, al que muchos dedos le señalaban después de que el coro de quejas descargara la ira contra Camacho, se abrazó, de inmediato, a lo estomacal, a los instintos primarios y refractarios que en algunos sectores navarros genera el blasón del Athletic, para mezclar en la misma coctelera el quijotismo y el victimismo: la lucha contra los gigantes, molinos de viento, en realidad.

El fundamento del planteamiento de Patxi Izco se antoja, incluso, contraproducente para los propios intereses recaudadores del club navarro, cuyo mejor cliente, el que más paga por los productos de Osasuna, es el Athletic, obligado a aflojar la cartera por lo reducido de su mercado, por su filosofía. Aferrado sin rubor al populismo, el mandatario osasunista está predispuesto a impedir cualquier rebaja en la cláusula de Monreal si es el Athletic el comprador, cantidad que sí estaría dispuesto a reducir siempre que la puja por el lateral viniera de otro club, aunque esta fuera menor que una supuesta oferta de la entidad rojiblanca, que jamás abonaría la cláusula, mayor posiblemente a la que presentaría otra entidad.

El enroque de Izco, barnizado de indisimulado espíritu electoralista, está tan alejado de los parámetros mercantilistas que engranan el fútbol profesional, que ni el recién renovado Nacho Monreal, que ha ampliado su contrato hasta 2014, entiende la intención de su club nodriza. De hecho, al jugador le desencaja el anclaje y el enquistamiento de Patxi Izco, cuya maniobra se aproxima más a la de un político en plena campaña que al de un gestor deportivo. "Eso son cosas del club. Me pillaron de sorpresa esas declaraciones (del presidente)", subraya el lateral izquierdo de Osasuna antes de realizar un movimiento evasivo, un desmarque de la postura oficial de la entidad iruindarra. "Yo no tengo nada en contra del Athletic ni de nadie y estoy seguro que si el Athletic viene aquí con el dinero, Osasuna me va a vender. Si no quieren negociar con ellos es asunto del club".

La cerrazón de Patxi Izco, herrero e impulsor del candado anti Athletic, está a un viaje cósmico de la posición de Nacho Monreal, que responde al perfil del futbolista y no desea precintos de cara al futuro, ese lugar común en el que recalan los jugadores y que no va cosido a una cartografía determinada. "Me sorprende, cerrarse las puertas... Lo que quiero decir es que no es cosa mía, es cosa del club, y hay que respetarlo", establece el jugador navarro, convencido de que "si el Athletic viene con los 12 millones, Osasuna me va a decir: por favor, vete que quiero 12 millones. No me voy a cerrar ninguna puerta". Tampoco la del portalón del Palacio de Ibaigane.

Una cláusula "alta" Para Monreal, que no comparte la animadversión de Izco por el Athletic porque su enfoque tiene mayor angular y su fotografía más apego al realismo, el club rojiblanco es otro destino a explorar si se da la situación. "Puedo tener más afecto a unos equipos que a otros, pero la cláusula anti Athletic me parece un poco irreal", sostiene Nacho Monreal, que ha admitido que los 12 millones de cláusula que Osasuna ha fijado para salir del club es "alta" en un época de galopante "crisis" económica.

Es más, el lateral izquierdo de Osasuna cree que ante semejante panorama "es difícil que un club venga con el dinero de la cláusula y la pague íntegramente". Justo lo contrario de lo que propone Izco como elemento disuasorio contra el Athletic, que reconoce la vulnerabilidad que padece en el flanco defensivo izquierdo. La ampliación de contrato de Nacho Monreal, que ha mejorado sensiblemente los emolumentos que percibía, hasta 2014 no zanja, sin embargo, la posible salida del jugador, el futbolista con más cartel de Osasuna, la joya de la corona. "Firmo hasta 2014 con la idea de estar aquí. Si viene un club y pone dinero y Osasuna está de acuerdo y yo también nunca se sabe, pero acabo de renovar y no estoy pensando en irme, si no, no habría renovado". En esa ecuación, Nacho Monreal asoma como una pieza muy apetecible para el tejido rojiblanco, pero no al precio que pretende Izco, que se escapa a los parámetros de la realidad incluso para Nacho Monreal.