bilbao. Es el jugador que siempre está, el que siempre se ofrece, el que es capaz de desatascar una congestión, de encarar hasta a tres jugadores que le salen al paso. El futbolista diferente. El atrevido. El descarado -dentro y fuera del rectángulo de juego-. Iker Muniain encandila con su desparpajo. Pero al joven atacante le faltaba algo esta temporada... Su conglomerado de características estaba falto de la más desequilibrante, esa que aporta tanto en el mundo del fútbol: el gol. Se había estrenado este curso Muniain como goleador, pero fue en el partido de la selección de Euskadi donde el rojiblanco firmó el definitivo 3-1. En el Athletic, el gol le daba la espalda al navarro. Hasta ayer. Se reconcilió Muniain con el balón y de qué manera.

Marcó un golazo que puso a San Mamés en pie: un trallazo por la escuadra. Y Muniain, porque es especial como es, como demostró cuando dijo que jugar 40.000 contra 11 no era estar en inferioridad, tuvo una celebración peculiar. Se dirigió al banderín del córner del Fondo Sur y sacó su espinillera de la pierna izquierda en la que había "un Bart Simpson haciendo un calvo", como él mismo explicó al final del encuentro. Es su mote: Bart Simpson. Un personaje gamberrete. Un niño travieso. "Tenía pensada un poquito la dedicatoria", desveló sonriente ante los periodistas.

El tanto que selló merecía una gran celebración. "Ha sido una jugada fenomenal de Gaizka (Toquero), que me ha visto cómo entraba en la segunda línea. Además, el campo ha ayudado", describía el propio Muniain. El rojiblanco estaba contento, tranquilo aunque no ha llegado a ponerse nervioso en este tiempo que ha estado sin mojar: "Sabía que era cuestión de esperar. Por eso no me he quitado ningún peso de encima, porque no estaba obsesionado. Tenía que llegar y ha llegado".

Muniain anotó ayer su primer tanto de la campaña -insistió en que tenía ganas de marcar, pero que "lo importante era que el equipo ganara"- y el séptimo con el Athletic en estas dos temporadas que lleva en el primer equipo. 54 partidos acumula ya el jugador que acaba de cumplir 18 años. Ha perforado la portería rival en cinco ocasiones en el campeonato liguero y otras dos en la Liga Europa. De hecho, su estreno como goleador con la camiseta del Athletic fue en la competición continental. Fue un 6 de agosto de 2009 en el choque que los de Caparrós jugaron en Suiza ante el Young Boys. Muniain, que salió como suplente, marcó el segundo gol de los leones de un duelo que concluyó 1-2 a favor de los bilbainos. Eran los primeros momentos de Bart en la élite, cuando empezó a enamorar al aficionado. Cuando estalló el fenómeno. El 17 de septiembre, Muniain mostró su faceta ofensiva a San Mamés. Fue también en un duelo europeo. El Athletic ganó 3-0 al Austria de Viena y el navarro firmó el último tanto. Un mes después, el delantero logró su primera diana en Liga. El 4 de octubre, Muniain rescató un punto en Pucela al establecer el 2-2 en el marcador. Y eso que salió desde el banquillo. El atacante del Athletic entraba ese día en la historia al ser el jugador más joven en marcar en Primera División con 16 años, 9 meses y 15 días. Ese día sucedíó a Xisco Nadal, que se estrenó en la máxima categoría en 2002 cuando militaba en las filas del Villarreal, con apenas 16 años y 353 días.

Después del duelo ante el Valladolid, Muniain estuvo seis jornadas sin entrar en el equipo y en su siguiente irrupción, en la jornada 13 ante el Valencia en San Mamés, el rojiblanco pudo marcar por primera vez en Liga ante los aficionados bilbainos. El de Iruñea, una vez más saliendo desde el banquillo, logró perforar la meta rival. El gol de Muniain supuso el 1-0 ante los chés, pero Villa tres minutos después y Mathieu hicieron que los puntos se fueran para el conjunto de Emery.

Las otras dianas en la competición doméstica del niño travieso fueron el pasado ejercicio ante el Xerez (3-2 en San Mamés) y en el último encuentro de Liga frente al Deportivo (2-0 también en casa). Ayer, en la decimonovena jornada de la campaña 2010-11 llegó el séptimo tanto del Bart Simpson del Athletic. Que sigan.