Bilbao

EL reto está sobre la mesa. Álvaro Martínez y Rubén Negredo lo asumen. Uno de los dos pagará la cena que comenzarán a degustar, junto a sus respectivas parejas, a eso de las 21.00 horas de mañana, poco después de que finalice el duelo entre Sevilla y Athletic en el Sánchez Pizjuán. "Ya verás cómo la pagas tú", subraya de manera rotunda el primero, hermano de Javi Martínez, uno de los jugadores referencia del Athletic. Su destinatario no se arruga. "Tendrás que llevar más pasta en la cartera", responde el segundo, hermano de Álvaro Negredo, delantero del Sevilla. Los dos, incluso, se atreven a la hora de dar un pronóstico: 0-1, suscribe el navarro. 3-1, apunta el madrileño. Cada uno tira para casa. Ambos comparten el deseo de que sus respectivos hermanos hagan gol, por lo que diagnostican dos nuevos resultados sin variar el equipo ganador. "1-2 con gol de Negredo", aventura Álvaro. "Lo dejamos en 3-1 y que marque Javi", contesta Rubén. Depende de si vence el Athletic o el Sevilla, a uno de los dos le tocará rascarse el bolsillo. "Si empatan, pagamos a media", declaran al unísono.

La conversación, amistosa al cien por cien, tiene lugar en la tarde del miércoles en las coloridas gradas del estadio Lasesarre, minutos antes de que ambos inicien la sesión de trabajo que el Barakaldo completó de cara a su cita de mañana frente a la Cultural Leonesa, programada dos horas antes del arranque del encuentro en el Pizjuán. Un choque que visionarán por la pequeña pantalla con un retraso obligado. Álvaro y Rubén, que comparten vestuario en el conjunto de Ezkerraldea por segunda temporada consecutiva, ofrecen una lectura familiar del duelo en Sevilla, donde comparecen sus hermanos pequeños. Álvaro (9 de febrero de 1979) es nueve años mayor que Javi (2 de septiembre de 1988). Rubén (4 de septiembre de 1983) sólo supera en dos al delantero sevillista (20 de agosto de 1985).

Por edad pueden dar consejos a sus pequeños. "Alguno sí intento darle. Le aconsejo que siempre sea humilde, porque la humildad hay que llevarla como bandera. A Javi no hay que descubrirlo, ya que todo el mundo le conoce. Aún tiene que mejorar muchas cosas, es joven y tiene mucho recorrido. No es que me sorprenda su trayectoria. Hablando como hermano y no como futbolista, quizá lo vea de una manera diferente", resume el navarro. "Futbolísticamente, pocos consejos le puedo dar. Cuando está anímicamente mal, le intento ayudar. Tampoco soy mucho más mayor que él, ya que llevamos casi los mismos años jugando. Él está mucho más arriba que yo y él es quien me tiene que dar consejos", reflexiona el madrileño.

Álvaro Martínez rescata durante el debate la leyenda negra que persigue al Athletic en el Sánchez Pizjuán, donde los leones no vencen desde hace 17 años (18 de diciembre de 1993), cuando se impusieron al Sevilla (1-3) gracias al doblete firmado por Julen Guerrero y a otro tanto de Ernesto Valverde. "Ya es hora de romper la racha", avisa el hermano del rojiblanco, quien cree tener la clave para que los de Joaquín Caparrós se lleven los tres puntos: "Sobre todo, hay que parar a la gente de arriba, ya que el Sevilla cuenta ahí con pura dinamita. Si se les frena, el Athletic tiene muchas posibilidades, pero también si ellos no tienen su día". Su compañero de vestuario aporta otro punto de vista: "El Athletic es un equipo muy complicado, tanto en casa como fuera. Si el Sevilla no tiene la misma actitud que el Athletic lo tendrá muy complicado. Con la llegada de Gregorio Manzano, el Sevilla ha recuperado sensaciones y seguro que mantiene su racha ante el Athletic".

La pegada será decisiva en el desenlace del encuentro. Los dos coinciden en un nombre propio, el de Fernando Llorente. Álvaro destaca su rol en el Athletic y Rubén, quizá por corporativismo (al igual que el rojiblanco y que su hermano, ejerce de delantero centro), se suma: "Llorente está en un espléndido momento de forma, todo lo que toca va para adentro. El Sevilla tiene que tener mucho cuidado en ese aspecto, porque seguro que si tiene una oportunidad, marcará. Mi hermano también está bien, ya que ha marcado dos tantos desde el punto de penalti y otro ante el Atlético de Madrid".

El Mundial, cara y cruz

Álvaro Martínez y Rubén Negredo reconocen que en ocasiones llega hasta hastiar que se les recuerde sólo por su condición de hermanos de dos futbolistas con pedigrí, aunque lo consideran, al mismo tiempo, "como algo normal". El navarro sí ha tenido la oportunidad de enfrentarse a Javi: "Fue estando él en Osasuna Promesas y yo en el Figueres, y los dos encuentros se saldaron con empate (temporada 2005-06). Después, repetimos en un amistoso cuando yo militaba en el Eibar (12 de agosto de 2008) y que ganamos 2-0. De vez en cuando se lo dejo caer". El madrileño, en cambio, no ha disfrutado de esos momentos emotivos. "No hemos tenido la suerte de coincidir ni en el mismo equipo ni en el contrario", dice con cierta resignación.

Los dos, sin embargo, vivieron el pasado Mundial de Suráfrica desde emociones bien dispares. El navarro gozó de la presencia de su hermano y de la conquista del título. Al madrileño le azotó la amargura de que el suyo se quedara fuera de la lista definitiva de Vicente del Bosque. "Nos llevamos una decepción enorme, después de haber entrado en la lista previa de treinta jugadores. Siempre acaricias esa posibilidad de ir y quedarte fuera en el último momento dolió mucho a la familia, aunque me alegré mucho por Javi", rebobina Rubén. " No nos lo esperábamos, ni siquiera estar en la lista de treinta. ¡Ganar un Mundial a su edad, imagina lo que supone! La pena fue que Rubén no pudiera estar con nosotros en Sudáfrica, donde permanecí con la familia desde el partido frente a Paraguay hasta la final", afirma Álvaro.

El navarro, lateral derecho, y el madrileño, delantero centro, apuntan que el resto del vestuario del Barakaldo no les ha dado "mucha caña" por el partido entre Sevilla y Athletic, ya que "bastante tenemos con lo nuestro". Ese nuestro es el encuentro en Lasesarre frente a la Cultural Leonesa, donde los fabriles necesitan los tres puntos en su objetivo de relanzarse en la tabla del grupo II de Segunda División B. "Empezamos de forma irregular, pero estamos cogiendo confianza tras encadenar cuatro jornadas consecutivas sin perder", apunta el hermano del sevillista, mientras su compañero de equipo resalta que "somos un grupo compacto y sólido, que es difícil de batir. Nos estamos haciendo poco a poco y en esas últimas jornadas se está viendo que el equipo va hacia arriba". Ese partido, el de su Barakaldo, dará paso al del Pizjuán. A las 21.00 comenzará el momento de ver cuál de los dos hermanos ayuda al suyo a ahorrarse una cena para cuatro.