bilbao
p ICHICHI de la Liga española y Bota de Oro en 2005 con 25 goles; mismas distinciones en 2009 merced a sus 32 dianas. Son los números brillantes de uno de los delanteros más letales de Primera División. Son las señas de identidad de Diego Forlán (Montevideo, Uruguay, 19-5-1979). Pura dinamita en el Atlético de Madrid. Una retrospectiva a su pasado no tan colorista, cuando se estancaba en el Manchester United, cuando agonizaba en el banquillo, dibuja un deseo: jugar en el Athletic. "El Manchester me cogió en una edad muy joven y no tenía experiencia. No disputé minutos. Cuando quise salir de ahí quería ir al Athletic". Brotaron entonces con fuerza las raíces vascas de Forlán, las de su abuela, que nació en Hondarribia. De ese anhelo hace ya más de cinco años. Era el verano de 2004 y el punta uruguayo recaló en el Villarreal, su primer escalón hacia la cumbre del éxito. Lo confiesa ahora el fibroso atacante colchonero que descubrió sus sentimientos por el otro equipo rojiblanco en un programa de Intereconomía. Es ahora, justamente, cuando la Junta Directiva del Athletic acaba de hacer públicos los resultados de una encuesta en la que más de la mitad de los socios afirma que abriría las puertas de Lezama a la diáspora. Forlán desnudó su preferencia por el club bilbaino hace más de un lustro, pero ahora no parece sentir tanta predilección por los leones, puesto que en seis temporadas ha marcado al conjunto bilbaino once goles, nueve de ellos en los últimos tres años. "¡Es el equipo al que más le marco casi!", ironiza. Será la vena guipuzcoana...
Forlán se siente muy ligado a su familia. Sobre todo a su hermana Alexandra, en silla de ruedas. Y es que cuando el delantero de la escuadra madrileña tenía sólo 10 años, Alexandra sufrió un grave accidente de tráfico, en el que se dañó la espina dorsal y tuvo que estar seis meses conectada a un respirador artificial. "Creo mucho en la familia. Mi hermana es un ejemplo de superación y mis padres me educaron en la responsabilidad".
Forlán, un peligro mayúsculo en el área, iba para tenista: "Me cambié del tenis al fútbol por mi padre. Jugaba al tenis y me gustaba. Pero un día mi padre empezó a entrenar en Peñarol y con un poco de trampa... me pasé al fútbol. Le pego más fuerte con la izquierda porque de pequeño me tiraba horas dándole contra un frontón". Es la versión más cercana de un futbolista de aspecto cálido, pero que también tiene su carácter. Lo sacó hace poco, precisamente en el duelo ante el Athletic de hace tres jornadas, cuando mostró su rabia a la grada de El Calderón. "Fue en caliente y ya está olvidado. La hinchada siempre me apoya y estoy agradecido", recapacitó.
los antepasados de higuaín Y buceando en las raíces vascas de algunos jugadores de Primera División aparece el nombre de Gonzalo Higuaín. "El vasco no sé si fue mi bisabuelo o mi tatarabuelo", reveló Jorge Higuaín, padre del atacante del Real Madrid en unas declaraciones a Mundo Deportivo. "Yo digo con mucho orgullo que tengo apellido vasco y ascendencia vasca. Nuestro origen es vasco-francés; mi padre decía que mi abuelo le había enseñado que los vascos no son españoles ni franceses, que son sólo vascos", explicaba Jorge en las páginas del diario deportivo. "Lamentablemente, sólo las hermanas de mi padre mantienen algunas costumbres vascas", apuntó el padre del Pipita. El vínculo de la familia Higuaín con Euskadi casi se estrecha más cuando el hermano de Gonzalo, Federico, estuvo cerca de fichar por la Real Sociedad en el verano de 2006.
La familia paterna de Pablo Zabaleta, ex del Espanyol, ahora en el Manchester City, es de Leitza. El lateral derecho nació en Argentina, donde acudía al Centro Vasco Euskaldunak Denak Bat. Zabaleta ha manifiestado abiertamente su simpatía por el Athletic.