¿Cómo está Irene Oguiza?

—Muy bien. Con muchas ganas de que llegue ya el partido contra el Barcelona. Demasiadas.

¿Cómo se encuentra después de la lesión?

—Nada. Nada. Olvidada. Me pueden las ganas de jugar y de disfrutar.

¿Cuánto tiempo estuvo en el dique seco?

—Casi nueve meses. Tuve alguna sobrecarga en el momento de hacer trabajo en campo pero nada llamativo. Y además aproveché el verano para operarme del menisco para ganar dos meses.

¿Qué es lo peor de estar ese tiempo inactiva?

—Estar lejos de los terrenos de juego y no poder jugar a lo que te gusta. Es mucho trabajo en solitario y hay que tener mucha fuerza de voluntad porque es por tu bien. Pero he estado bien rodeada, tanto de médicos, fisios y compañeras y la verdad es que me han hecho el tiempo mucho más ameno.

¿Y tiene algo bueno?

—Claro que tiene. De todo lo malo se puede sacar cosas buenas. De las lesiones he aprendido a trabajar sola. El trabajo en el gimnasio en solitario es importante y tienes muchas más ganas. Valoras mucho más el entrenamiento y ahora tengo muchas ganas, de entrenar y de jugar.

Cuénteme su épico retorno en cuartos de Copa frente al Tenerife.

—(Se ríe) Va a ser algo que no voy a olvidar nunca. Salgo a jugar la segunda parte de la prórroga contra el Tenerife y en la tanda de penaltis, cuando yo había dicho que no quería tirar, me tocaba y tenía que tirarlo sí o sí. Al final, cuando lo para Adri tengo muy claro que lo voy a meter y gracias a Dios que lo metí y me alegré mucho por todas las compañeras porque nos lo merecíamos.

Y ahora el Barça, ¿habría sido mejor que hubiera tocado Atlético o la Real, que juegan hoy, porque este es el ‘coco’ que nadie quería?

—No te voy a mentir. Nos ha tocado el peor rival porque lo dice la clasificación. El Barça va el primero, solo ha cedido un empate contra el Levante. Se podría decir que el Barça es el mejor equipo del mundo. Obviamente que no es el rival que esperábamos pero el sorteo es algo que no está en nuestra mano. Lo que está en nuestra mano es competir mañana en San Mamés y con nuestra gente.

¿Viendo cómo es el Barcelona no habría sido mejor jugar en Lezama para arroparse más?

—Nada. Nada. Nos hace mucha ilusión. Cada vez que entramos en San Mamés es un lujo. También hay que agradecer al club el esfuerzo de abrir San Mamés y esperamos mucha afición y vamos a ir a por todas. Queremos demostrar ese carácter que aun siendo jóvenes, tenemos mucho que dar. Y vamos a dar guerra seguro.

¿Y cómo se le puede hincar el diente al todopoderoso Barcelona?

—Nuestro objetivo es claro: nos vamos a tomar el partido como una final. Es verdad que es un equipo muy bueno. Pero nos vamos a centrar en nosotras, en hacer un buen juego, cuando tengamos el balón tener calma y a la hora de defender ser contundentes. Si nos centramos en nuestro juego nos puede salir un buen partido.

¿Y qué es lo mejor que tiene este Barça: Alexia, Aitana… o tiene algo más que le llame la atención?

—El Barça no es solo una jugadora. Tiene casi todas las jugadoras internacionales. Es algo colectivo y son muy buenas. Pero ya te digo que nos vamos a centrar en nuestro juego y en intentar hacerlo lo mejor posible.

¿Conoce los números del Barça?

—No. No soy tiquis miquis con los números de los equipos. Yo solo me centro en la Copa y en la Liga. Sé que estamos octavas a seis puntos del quinto puesto y con eso me vale. Estamos centradas en eso.

¿Decepcionó el sorteo?

—Bueno. Al principio es un poco chocante que te toque el mejor de los tres pero enseguida cambias el chip y sea lo que sea vamos a ir a por ello.

¿Y qué hay que hacer con este Barça, protegerse mucho o sorprender siendo atrevidas?

—A nivel defensivo hay que ser muy contundentes y aprovechar las ocasiones que tengamos. Tirar contras rápidas y cuando haya que tener calma con el balón, tenerlo, no anticiparnos y ser valientes. Es muy importante demostrar el carácter que tenemos en San Mamés y con nuestra gente.

¿Cuál es la jugadora a vigilar?

—Como juego en el medio, diría que Aitana, es complicada de defender. Porque físicamente es muy fuerte y técnicamente ha sido balón de oro ¡Qué se puede decir más!

¿El apoyo de San Mamés va a resultar fundamental?

—Cada vez que venimos a San Mamés, y en Lezama también, estamos súper agradecidas de todo el público que estamos teniendo. Notamos el calor de la gente y queremos que vengan que se animen y nos ayuden, sobre todo, a ganar este partido.

¿Y cómo está el vestuario?

—Muy emocionadas. Con muchas ganas y sobre todo con mucha ilusión. Llevamos dos semanas de parón sin competición y tenemos ganas de competir.

¿Y en Durango le siguen parando por la calle?

—No. No. (Se ríe) Me da mucha vergüenza. Aunque que la gente te reconozca por la calle me hace mucha ilusión. Y sobre todo chavalas jóvenes.

¿Y vendrán a verla a San Mamés?

—Sí. Mi gente cercana. No sé si Durango se movilizará pero los más allegados sí van a venir.

¿Se moja con un pronóstico?

—No. No. No soy de mojarme. Competir bien y dar una buena imagen.

Y luego queda la vuelta.

—Tampoco es lo que queríamos, preferíamos la vuelta en Bilbao, pero es algo que no está en nuestra mano.

Además se ha creado un cartel conmemorativo por ser víspera del 8 M en el que aparece usted junto con Nahikari y Azkona.

—El día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y me parece genial. Sobre todo para las niñas que vienen desde abajo, para que vean que las mujeres podemos jugar en San Mamés y hacer un fútbol atractivo.

¿De la selección, ni hablamos?

¿Selección? Primero quiero entrenar mucho, jugar mucho, y es mi único objetivo. Tener continuidad, que me respetan las lesiones y disfrutar, que es lo que más echo de menos.