El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, se ha pronunciado esta mañana respecto al comunicado en el que las artistas vascas Kai Nakai, Olatz Salvador y Maren han denunciado el trato recibido por parte del ayuntamiento tras la cancelación de su concierto el pasado 16 de agosto. Tras la actuación del circo Holiday en el Hospital de Basurto, el edil ha asegurado que él no va a polemizar con las artistas, ya que el problema reside únicamente en la falta de cumplimiento del contrato por parte de la empresa encargada de montar el escenario de Abandoibarra.

Juan Mari Aburto ha querido expresar también "todo el respeto hacia las artistas", aunque ha asegurado que "no ha habido ninguna amenaza ni velada ni real por parte del ayuntamiento". En este sentido ha recalcado que "el ayuntamiento hizo todo lo posible para que el concierto pudiese salir adelante", y al no conseguirlo pidió disculpas. Asimismo, ha explicado que "para el ayuntamiento ha sido una gran pena", ya que fueron ellos mismos los que decidieron contratarlas. "Las artistas vana recibir su dinero", ha añadido.

Unas declaraciones que llegan tras el comunicado de las tres artistas vascas en el que denuncian mala gestión, desinformación y falta de respeto institucional. En ese comunicado se explica que el 14 de julio, en la rueda de prensa en la que se anunciaron los conciertos de Aste Nagusia, el Ayuntamiento de Bilbao comunicó la participación de Kai Nakai pero se olvidó de mencionar a Olatz Salvador y Maren.

Comunicado de denuncia

Pese a la insistencia de sus oficinas para corregir el error, no hubo respuesta. Finalmente, el 29 de julio fueron las propias artistas quienes anunciaron el concierto en sus redes sociales. El consistorio no publicó ninguna nota informativa hasta el 4 de agosto y, según denuncian, a día de hoy la web municipal sigue sin actualizarse. En su declaración pública, las tres artistas explican que, “ante los graves acontecimientos acaecidos el pasado 16 de agosto en torno a nuestro concierto en la Aste Nagusia de Bilbao y la falta de acción por parte del Ayuntamiento, hemos decidido no callarnos”. Aseguran que han pasado tres días sintiéndose mal y sin recibir disculpas, y consideran necesario explicar lo ocurrido por respeto al público y a su propio bienestar.

Critican además que se publicara en la web municipal una crónica en la que se afirmaba que “miles de personas habían bailado”, cuando el concierto nunca llegó a celebrarse. Esa nota se mantuvo online hasta el 17 de agosto a las 18:00 horas, cuando fue eliminada y sustituida por una mención a “motivos técnicos”.

Salvador, Nakai y Maren concluyen que la responsabilidad última es del Ayuntamiento de Bilbao, organizador del evento, y no de las artistas ni de sus equipos. “Perplejas ante este panorama, exigimos responsabilidad, ya que ellos son los organizadores y quienes deberían dar la cara”, afirman. Consideran que se ha menospreciado su trabajo, que no se ha tenido en cuenta su bienestar y que la gestión del concierto es un ejemplo de falta de respeto institucional hacia las artistas.