Pablo Puyol comienza hoy, en el Palacio Euskalduna, su puesta en escena de la obra Una semana nada más. El malagueño recibió a principios de agosto una llamada de Manu Baqueiro, para sustituirle en las representaciones entre semana, siendo hoy su primer día.

Se enteró de que actuaba a principios de mes. ¿Cómo fue esa llamada? 

A Manu Baqueiro le llamaron de una serie y no puede hacer los días de entre semana. Le había llamado para ofrecerle un trabajo y, dos días después, me llama y me dice, pues ahora soy yo el que te lo propongo. La verdad que me pareció brutal porque la obra es muy divertida y el personaje es un bombón. Aparte, actuar en el Euskalduna, en Bilbao, que siempre es una ciudad a la que me encanta venir y disfrutar del público que, desde la época en la que iba con Venidos a menos, un espectáculo muy gamberro que hacía junto a David Ordinas, nos recibía maravillosamente. Siempre me encanta volver, así que dije: No me lo pienso más. 

¿La respuesta fue al momento?

Sí, a ver, para hacerme un poco de rogar le dije: Bueno, mándame el texto, a ver. Pero en realidad, yo que ya había oído hablar de la obra y ya sabía que era muy divertida me dije voy a hacerla seguro.

Estuvo en 2022 en el Teatro Campos Elíseos. ¿Qué recuerdo tiene?

Buenísimo. Con el público de Bilbao tengo una relación preciosa. En el Campos Elíseos he estado muchas veces y la respuesta siempre ha sido brutal, así que cuando me dijeron que iban a ser dos semanas dije pues me enrolo en esto. Ha sido una vorágine porque tienes que aprender la obra deprisa y corriendo, con pocos ensayos, porque todo el mundo está trabajando o de vacaciones. Ha sido complicado organizar ensayos pero, la verdad, que está yendo muy bien y ya está prácticamente todo preparado. 

¿Aprovechará para vivir la fiesta? 

Algo haremos. Ya que estamos ahí algo habrá que hacer. No mucho porque al día siguiente lo pagas y yo intento ser muy profesional y estar siempre al 100%, pero algo habrá que tomarse y, por supuesto, compartir con la gente de Bilbao, que de verdad que es gente maravillosa, y siempre que he estado por allí me lo he pasado increíble.

Hoy será su primer día, entiendo que tendrá ganas.

Sí, porque al final, cuando te pasas tanto tiempo estudiándola y preparándola, tienes ganas de ponerla delante del público y ver la respuesta que ellos me dan. Es muy divertida, leyéndola yo ya me reía, que es un muy buen síntoma. Tengo ganas de compartir escenario con Marina y Javi. Además, el primer día será más especial por los nervios del estreno y de ver cómo sale, pero seguro que va a ir muy bien porque los últimos ensayos han ido estupendamente. 

¿Qué pueden esperar los asistentes con Pablo Puyol en el escenario? 

La misma comedia a la que podrían asistir el fin de semana con otro actor, ni mejor ni peor. Es una cuestión de gustos. Yo voy a ofrecer lo que hago siempre siendo muy fiel al texto, al personaje y a las indicaciones que me ha dado la directora, Raquel, que es maravillosa. También intentaré jugar con mis compañeros para que el público disfrute. Se trata de ser muy sincero encima del escenario y no hacer tonterías, es decir, ceñirme a lo que hay que hacer en una obra que está muy bien escrita y dirigida, y hacer mi trabajo lo mejor posible para que la gente se divierta mucho. Y una vez que ya la sueltas la primera vez, pues ya vas cogiendo otras cosas. Empiezas a jugar y te diviertes mucho más pero, vaya, que estoy seguro que desde el primer día la función va a estar al 100%.

¿Cómo vive un actor Aste Nagusia desde el teatro?

Es una pasada porque compartes ese ambiente festivo tanto fuera como dentro y se disfruta muchísimo. Además, la ciudad está volcada con sus fiestas pasándoselo muy bien fuera, viene al teatro con muchas ganas de seguir disfrutando. Lo que nosotros intentamos es eso, que la fiesta siga dentro del teatro. 

¿Alguna anécdota que recuerde? 

Alguna vez he actuado en el Arriaga con algún musical y el ruido de las txosnas estaba al lado. Entonces, había veces que en momentos de silencio escuchabas la música y a veces lo incorporabas. 

La cultura tiene un papel importante en las fiestas. 

Claro, el teatro no deja de ser un entretenimiento y forma parte de la diversión. Cada uno se divierte como quiere, pero creo que el teatro y la cultura son formas de diversión que forman parte de las fiestas. Entonces creo que está perfectamente aunado y que en Bilbao se vive con mucha intensidad. Mola mucho que el teatro esté tan presente.

Ha sido nombrado el mejor actor internacional por el Festival de Cine Fernando Di Leo. ¿En sus inicios pensó que podría llegar a esto? 

No, cuando empiezas la ilusión está ahí pero yo siempre he sido muy realista. Tengo muchos compañeros y compañeras que son igual o más talentosos que yo y, por lo que sea, no han tenido una oportunidad o la suerte de entrar en algún sitio que les haga un poco más conocido. Es complicado, esta profesión es muy difícil. Gente que ha trabajado mucho tiempo y de pronto viene un parón y te preguntas: ¿No me van a volver a llamar nunca más? Yo llevo 30 años y no he tenido ningún parón largo. Es algo que le agradezco mucho a esta profesión.