LO mantuvieron en secreto hasta pasaditas las doce y media del medio día. En ese momento, el responsable de actividades de Moskotarrak Konpartsa, Iñigo Borges, tomó el micrófono tras pelear contra el roll-up y soltar un “ya vendrá Asier Hormaza”. El actor getxoztarra, generoso gancho, era el presunto premiado por Moskotarrak Konpartsa con el Gigante de Aste Nagusia que otorga cada año. Un galardón del que pueden presumir Kepa Junkera, La Otxoa, Pirotecnia Astondoa, Iñaki Basabe, Mari Puri Herrero, creadora de Marijaia, o nuestro compañero, el artista gráfico Asier Sanz.
Pero, cuando Silvia García comenzó a declamar el poema, humorístico e ingenioso, que glosa los méritos botxeros de la persona homenajeada, hasta el elegante gorrino de cartón que adorna la puerta del Ein Prosit de los hermanos Thate sabía que, de Asier Hormaza, nada.
Y, aunque Luis Ángel Castresana aguantó con cuajo, a José Mari Amantes se le empañaron los ojos. Porque los personajes que Moskotarrak distinguía a causa de su “trabajo y dedicación en favor de engrandecer aún más si cabe nuestra Aste Nagusia” eran ellos mismos. Sí, “por esforzarse para hacer de Aste Nagusia lo que hoy conocemos desde aquel ya lejano 1978”. Manifiesta la comparsa que ambos han sido “en estos 46 años, miembros de las primeras comisiones de fiestas” y “han estado detrás del impulso popular que ha convertido a la Aste Nagusia de Bilbao en un referente mundial”.
El Gigante reconoce, además, su labor “como motores de la Orden botxera de Farolines y Zarambolas” entre otras iniciativas. Con la entrega de la estatuilla se pone en valor “el esfuerzo y cariño que siempre han dedicado y siguen dedicando a nuestras queridas fiestas”, asegura la comparsa.
“Nos habéis tenido engañados, porque, si no, ya sabéis que no nos pilláis en esta”, comentó un emocionado Amantes. Ambos insistieron en que ellos solo han representado la cara más visible de un esfuerzo colectivo realizado por muchas personas; “algunas de las cuales ya no están entre nosotros”, recordaron. Se mostraron agradecidos y fueron muy aplaudidos y vitoreados. También dijeron sentirse orgullos de las ideas puestas en marcha y que funcionan “como el Concurso de Feos”, subrayó Castresana.
La presidenta de Moskotarrak Konpartsa, Gloria Pietro, hizo entrega de sendos gigantes de cerámica creados por Ángela Azcona y Alex González, de Loitz.
Asistieron, Beatriz Marcos con su falda cosida con pañuelos de Aste Nagusia, Edurne Pereda, Marina García, José Mari Amantes hijo, Ana Camarena, Marisa Gallardo, Ramón Prieto, Unai de la Torre, Javi Marín, Marian Ruiz, Estíbaliz Suso, Mentxu Uriarte, Miguel Ángel Quintana, Maite García, Roberto Carmona, Paola Cuevas, Jabi Román o Aitziber Agirre. Se encargó de la logística cervecera y salchichera un maestro del tema: Alfredo Thate.
Unos minutos más tarde, en la terraza del restaurante La Charcu, que se encuentra en Rodríguez Arias a la altura de Estraunza, se celebró otra concurrida entrega de premios.
Toros y teatro
Hace ya 32 años que Servisistem, editora de la revista Toros y Teatro, que se distribuye en Aste Nagusia, reconoce y distingue a sus propios gigantes. En esta ocasión se trataba del restaurante en el que se realizaba el acto, por su compromiso con la publicación; además del Txirenebus de Aste Nagusia, por su éxito; y del novillero zaragozano Aarón Palacio.
Presentó el evento Eduardo Velasco, que cedió la palabra en primer lugar al concejal Asier Abaunza, quien alabó la labor de la publicación, destacó la faceta cultural de Aste Nagusia y pidió a todo el mundo que “disfrutara de las fiestas a tope pero con respeto”.
El galardón al Txirenebus lo entregó Txema Muguruza, de Servistem. Y como Gurutze Beitia, Iñaki Maruri y Mitxel Santamarina se encontraban precisamente en ese momento interpretando su Antzoki Ibiltaria subidos al autobús turístico de Bilbao, recibió la distinción la concejala de Movilidad, Nora Abete. “Nos encantó la idea cuando nos la presentó Gurutze hace tres años y fue un éxito”, afirmó la teniente de alcalde. Y tanto que éxito. La ruta turística por Bilbao, llena de chascarrillos, datos históricos y con un toque de musical que realizan Beitia, Maruri y Santamarina ha colgado el “no hay entradas”. Parece que a todo el mundo le encanta esta “bilbainada inolvidable”.
Los hermanos Liz y Marcos Paiva, al frente de Las Charcu, recibieron el laurel de manos de José Ramón Urizar. Y el concejal y administrador general de la plaza de Vista Alegre, Jon Bilbao, entregó el galardón al menudo matador, quien admitió sentir “mucho respeto por la seriedad de la plaza de Bilbao”.
Además de los ya citados, acudieron al acto los ediles Kepa Odriozola, Eider Bilbao, Álvaro Pérez o Esther Martínez.
Como es natural, valga la redundancia, mucha taurofilia entre las y los presentes, caso de Ramón González, Chema Letona, Lourdes González, Víctor Gómez, José Ángel Lete, Javier Rodríguez, Roberto Borelli o Gerardo Tiedemann.
Tres generaciones de Gorostiaga: desde Luis hasta Eugenia, pasando por Eduardo, Beatriz, Álvaro, Antón o Ignacio. Asistieron Amagoia y Asier Loroño, directora y presidente de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao; Jon Mujika, periodista de DEIA; o el omnipresente Gontzal Azkoitia con el editor Mariano Remiro.
No faltaron Anabel Gálvez, María San Cristobal, Teresa Aranguren, Lola Vivar, María Urizar, José Coello, María Pérez, Elena Alcorta, el poeta José Ramón López o José María López de Lerena.